San Cebrián de Mazote: lugar de ósmosis entre cristianos y musulmanes

Las huellas del pasado están muy presentes en San Cebrián de Mazote. Su historia documentada se remonta al año 952, cuando al otorgar un privilegio Ordoño III al Monasterio de Castañeda, se declara que aquellos monjes habían sido los primeros en habitar Mozoute, a orillas del Bajoz, allá por el 915. Los siglos posteriores también han dejado su impronta en este pueblo, y como testigo de ello está su valioso patrimonio artístico y arquitectónico, que los vecinos salvaguardan con orgullo.

Su joya es su iglesia, dedicada a San Cipriano, uno de los mejores ejemplos de arquitectura mozárabe de la península y que luce perfecta tras un conjunto de restauraciones realizadas a lo largo del siglo XX. Perteneció a un monasterio fundado a finales del siglo IX por monjes llegados desde Al-Andalus huyendo del Islam.

Sus 30 metros de longitud la convierten en la iglesia de este estilo más grande de las que se conservan. Su perfecta simbiosis de épocas y tendencias hispanas ha servido para despertar el máximo interés por parte de los expertos. Así, en ella encontramos reminiscencias paleocristianas, visigodas, asturianas y califales.

Durante el barroco sufrió grandes transformaciones. Se añadieron bóvedas, dependencias y hasta una espadaña, lo que modificó de forma radical su aspecto y ocultó su estilo mozárabe. En 1902 Agapito y Revilla y Lampérez descubrieron su verdadera importancia y fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1916. Entre 1932 y 1945 se eliminaron las construcciones anejas y se reconstruyeron los elementos primitivos.

En su inventario destaca un Cristo yacente de la escuela de Gregorio Fernández, así como la talla más relevante de las cinco que existen en España de San José con el Niño Jesús en brazos.

Es importante también su convento de Santa María la Real de Dueñas, fundado en 1305 y que desde 1837 es propiedad privada. Conserva la muralla que rodea la huerta, la iglesia, el coro y las dependencias.

Dos ermitas completan el catálogo monumental de la localidad, la del Cristo del Humilladero, edificada en piedra y ladrillo, de una sola nave y cubierta por una techumbre moderna, y la del Cristo de Santas Martas, de más reciente construcción. De esta destaca su arco de medio punto y un Cristo del siglo XIV. Entre los edificios civiles sobresale su Casa Consistorial, situada en la plaza del Concejo.

Animamos al viajero que acuda a San Cebrián de Mazote a dejarse llevar por sus caminos y recorrer con calma sus calles, para escuchar la historia del pueblo a través de sus piedras y adobes.