

Guerra contra los coches que aparcan en las paradas de bus de Valladolid
Conductores de Auvasa denuncian los problemas que les generan los estacionamientos en estas zonas, cuya multa asciende hasta los 200 euros
«Si es solo un momento», pensarán algunos. Pero cinco minutos de un conductor, otros tantos de otro y unos cuantos más del repartidor de turno, que carga y descarga la mercancía en un santiamén, hacen que la situación sea «insostenible». Algunas de las paradas reservadas para buses urbanos en Valladolid capital están buena parte de la jornada ocupadas por vehículos estacionados, y los conductores de Auvasa, a través del sindicato CSIF –el segundo mayoritario de la empresa municipal de autobuses–, han dicho «basta». No aguantan más este «incivismo y falta de educación», como lo califica el delegado de CSIF en Auvasa, Pedro Sáez, y han puesto en marcha una campaña en redes sociales para «llamar la atención» sobre esta circunstancia y que la gente «tome conciencia de la importancia de hacer las cosas bien». «La iniciativa surgió porque tenemos muchos problemas en las paradas para bajar a la gente mayor, las sillas de ruedas... Si te pilla una situación así o está lloviendo se complica todo mucho, y no puede ser que estemos así, que prestamos un servicio público», lamenta.
No es algo puntual ni esporádico, aunque sí detectan que se ha intensificado desde la apuesta por la movilidad y los carriles bici. De hecho, cada día se dan de bruces con más actitudes del estilo. Para muestra, un botón. Basta con aguardar quince minutos en la Plaza de Zorrilla –«que no es una de las más conflictivas»– para comprobar que es algo constante. En ese periodo, tres vehículos han estacionado unos minutos en esta zona reservada. «No es algo de un día ni de dos, sino que es continuamente. Todos los días nos encontramos con al menos cuatro o cinco situaciones parecidas», dice.
Zonas «más conflictivas»
Si Valladolid aspira a ser una ciudad sostenible, sus vecinos deben tomar ejemplo y conciencia de ello. Así lo cree Pedro Sáez, quien también incide en que «no puede ser que tenga más privilegios una persona que va a comprar el pan o al cajero que todo un colectivo que va en autobús». «Desde todo el tema de los carriles bici hay gente que va un poco a su libre albedrío y hace lo que quiere; parece que tienen una pugna con los autobuses y no se dan cuenta de que los buses urbanos somos todos, que estamos al servicio de todo el mundo y en cualquier momento puede ir su madre o su abuelo ahí montado».
Afirma el representante sindical que entre las dos y las dos y media de la tarde, cuando los niños salen de clase, es «horrible». Difícil de digerir. Es, sin duda, el momento en el que los conductores deben armarse de buenas dosis de paciencia e incluso comprensión. También hace extensible esa circunstancia a los trabajadores. «También comprendemos que muchos están repartiendo y a veces van con el tiempo justo, pero es que a lo mejor tienen el carga y descarga a veinte metros», critica.
Con todo ello, no buscan los chóferes más mano dura. No quieren que se denuncie a quienes conducen estos vehículos, sino que «de buena fe se acaben estos actos incívicos». «Solo queremos llamar un poco la atención y que la gente se conciencie de que nos están estorbando», añade. Las de Plaza Circular y Fuente Dorada son dos de las paradas «más conflictivas», que más problemas generan. Pero no se libra de este mal «casi ninguna» línea. «Hay zonas realmente imposibles... El último tramo de la avenida de Segovia parece una yincana», ironiza. Estos hechos no quedan impunes. Según confirman fuentes de la Policía Local, aunque la cifra de denuncias «no es grande», los agentes vigilan a diario su cumplimiento para intentar corregir estas acciones. La multa por este tipo de infracción es de 200 euros al ser considerada como grave, según está recogido en el Reglamento General de Tráfico.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.