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Alonso, durante el protocolo de firma de autógrafos a su llegada al circuito de Yas Marina. :: KARMAN JEBREILE-AP
AUTOMOVILISMO

Los fantasmas de Abu Dabi

Alonso vuelve al circuito donde su equipo le hizo perder un Mundial

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Viernes, 11 de noviembre 2011, 01:30

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Llegaba líder y Fernando Alonso solo tenía que hacer un cuarto puesto para igualar a mitos como Ayrton Senna, Jackie Stewart, Nelson Piquet, Niki Lauda y Jack Brabham. Abu Dabi era un circuito que, en teoría, le iba bien a Ferrari, que además considera el trazado del pequeño reino árabe como una segunda casa gracias al majestuoso parque temático dedicado al 'cavallino rampante'. Sebastian Vettel tenía que ganar y esperar a que el resto no quedasen cerca de él... y fue justo lo que pasó.

Una estrategia claramente errónea -que se saldó con la decapitación de Chris Dyer-, la imposibilidad de adelantar a un Vitaly Petrov que, mal que le pese a muchos aficionados españoles y/o italianos, realizó una carrera impecable, y unos nervios que afloraron en el peor momento, le costaron a Alonso un título que tenía prácticamente amarrado y que podría haber escrito otra página de su exitosa trayectoria como piloto.

«El año pasado no creo que mi error fuera lo que pasó en Abu Dabi, donde pudimos perder dos o tres posiciones, porque en Valencia y Silverstone perdimos 30 puntos. Eso nos hizo perder el Mundial y no los dos o tres que perdí aquí», recordaba Alonso este jueves ante los medios. Sin embargo, por mucho que tanto él mismo, como su jefe Stefano Domenicali -al que los 'tifosi' aún a día de hoy piden explicaciones por aquello-, y todos los estamentos de Maranello aseguren que aquello está olvidado, perder un Mundial de una manera tan traumática hizo mella en el orgullo de un equipo como Ferrari.

Algo más de 365 días después de aquella nefasta noche, en la que el Vettel se alzó con su primera corona en la jornada en la que por primera vez se ponía al frente de la clasificación, han cambiado mucho las cosas.

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Subcampeonato lejano

Nada hay en juego, más que el subcampeonato de pilotos que cada día está más cerca de Button. Alonso no parte como favorito, si no es por un error o por una carambola entre los de arriba, y todas las miradas están puestas en si Vettel será capaz o no de igualar y superar respectivamente a dos mitos. Por un lado, si gana en Yas Marina y dentro de quince días en Brasil, igualará las 13 victorias que consiguió Schumacher en 2004. Si además estas dos victorias las consigue desde la 'pole', superará el número de primeros puestos en la parrilla de salida que consiguió Nigel Mansell en su temporada de 1992.

A priori, las grandes alternativas a una nueva lección de Vettel llegan desde McLaren y, de lejos en las apuestas, desde el propio box vecino del campeón. Webber ha sido la cruz de una temporada en la que Red Bull ha ganado todo lo posible, y sin embargo el australiano no ha subido ni una vez al primer cajón. Abu Dabi puede ser un buen lugar para lograrlo, habida cuenta de que en teoría es un circuito en el que las flechas de las bebidas energéticas parten con buena ventaja de inicio. Por su parte, tanto Button como sobre todo Hamilton, quieren desquitarse en un trazado Ferrari con una victoria sobre Red Bull. El campeón de 2008, que atraviesa sus horas más bajas culminadas por un enésimo toque con Massa hace quince días en la India, sabe que no habría mejor medicina para sus heridas -deportivas y personales- que una victoria en Abu Dabi.

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No obstante, y pese a que no está entre los favoritos, Alonso cuenta con una motivación extra. El español no se ha subido al podio en ninguna las dos carreras que se han disputado en este lujoso circuito de los Emiratos Árabes -es el único del que nunca se ha llevado un trofeo-, y repetir el éxito de Silverstone sería una buena forma de resarcirse de la pesadilla de 2010.

Uno de los argumentos a su favor será la elección -tanto para aquí como para Brasil- de los neumáticos Pirelli. El fabricante de gomas ha elegido los medios y los blandos para unos circuitos donde la temperatura suele ser de media más baja que la habitual -en Abu Dabi anochece mientras se está disputando la carrera, al final-, por lo que eso y una pizca de suerte pueden acompañar a Alonso directo al podio. No depende de él, como el año pasado, así que no se le puede exigir más.

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