La Diócesis de Osma-Soria prevé abrir un servicio de ropero para las personas más necesitadas

La Diócesis de Osma-Soria, a través de Cáritas Diocesana, prevé abrir un servicio de ropero para las personas más necesitadas, dónde los sorianos podrán llevar sus excedentes de ropa. El nuevo servicio pretende no solo ayudar a los más necesitados, sino también «generar una riqueza que beneficie a gente excluida con el reciclaje de ropa». El padre de la Iglesia de La Mayor, parroquia que gestiona actualmente el ropero de la capital ubicado en la calle Sanz Oliveros, Ángel Hernández, avanzó a Ical que la intención del obispo de Osma-Soria, Gerardo Melgar, es llevar a cabo este proyecto en los próximos años en el marco de la denominada economía social.

El ropero soriano tiene actualmente un carácter «más arciprestal», ya que anteriormente cada parroquia gestionaba el suyo propio, una cuestión con escasa operatividad. De este modo, el servicio, que es atendido por voluntarios de distintas parroquias, funciona bajo solicitud previa del demandante. De esta forma, los interesados solicitan lo que necesitan y conciertan una cita para entregarles la ropa.

En Soria, según el párroco, la ropa es una necesidad básica debido a las bajas temperaturas que se registran durante buena parte del año. Por ello el servicio se hace «imprescindible». Además, el servicio registra, según el sacerdote, un porcentaje muy bajo de abuso.

«Los demandantes no compran por capricho. Seguramente que habrá un tanto por ciento que abusen del servicio, pero nosotros no realizamos ese tipo de juicios. Hay gente muy necesitada a la que si le ayudas en esta área seguramente puedan destinar parte de sus escasos ingresos a otros menesteres», explica.

La Parroquia exige que la ropa que se entregue esté en uso, no remendada, y sobre todo que esté limpia, ya que «el pobre no se le puede dar la miseria. Eso no se lo merece nadie», argumentó. En este aspecto, Hernández aboga por que la sociedad «entregue lo que piense tirar pero sabiendo que el que va a recibir es una persona con la misma dignidad que él».

Los voluntarios entregan a los demandantes un boletín que tienen que rellenar con las prendas que necesitan, con el objetivo de que el servicio no se convierta en «un mercadillo», según explicó Conchita Las Heras, quien subraya, que, dentro de lo que se dispone, se les entrega lo que más se ajusta a sus necesidades.

Además de este servicio, la Parroquia de La Mayor también cuenta con otro ropero para niños en el que, además se recogen juguetes, sillas de coche y sillitas de paseo. Está ubicado en el casco viejo de Soria. La Diócesis de Osma-Soria no solo cuenta con este servicio de roperos centralizados, a los más necesitados se les entrega una tarjeta con la que pueden adquirir alimentos perecederos, además, de comida procedente del banco de alimentos.

El párroco de La Mayor aseguró que el número de demandantes ha disminuido desde el inicio de la recesión, pero no porque la crisis haya tocado a su fin, sino porque los demandantes, principalmente de nacionalidad extranjera, se han tenido que marchar de Soria, al no encontrar un trabajo. «Pobres siempre ha habido. Benedicto XVI explicaba que no existe un sistema social tan justo en el que no haya una bolsa de pobreza, e incluso donde hay justicia hay que aplicar la caridad», concluyó.