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Javier Sanz, uno de los responsables del proyecto, en el Altar Mayor de la ermita de Tormejón. ANTONIO DE TORRE

Códigos QR para la ermita de Tormejón

Los armuñanos Javier Sanz y Guillermo Pérez están llevando a cabo una investigación sobre el templo románico que también dará lugar a la publicación de un libro y a la organización de una exposición

berta jiménez

Segovia

Domingo, 4 de abril 2021, 11:38

En el municipio de Armuña, a unos 25 kilómetros de Segovia, se celebra cada cuatro años una romería en la que los vecinos suben a la virgen a la ermita de Tormejón y, en lo alto del cerro, tiene lugar una danza tradicional conocida como «paloteo». El año pasado era uno de esos años en los que toca celebrar esta fiesta y fue por ello por lo que Javier Sanz y Guillermo Pérez, naturales del municipio, quisieron investigar sobre este templo y hacer una exposición explicando su evolución a lo largo de los años. Sin embargo, la pandemia de la covid-19 impidió la tradicional subida y truncó sus planes, aunque Pérez explica que también ha tenido su lado positivo. «Como hemos tenido más tiempo, hemos sacado mucha más información», argumenta.

Ahora, aquel proyecto que surgió hace ya más de un año va tomando la forma de una investigación en profundidad sobre la historia de la ermita, que se recopilará en un libro y se podrá conocer en una exposición y a través de unos códigos QR que estos jóvenes pretenden colocar en los alrededores de la ermita, con el fin de que los visitantes que acudan al lugar puedan acceder a la información resumida sobre el templo.

Su intención es que mediante el escaneo de los códigos QR se pueda acceder tanto a la publicación en sí en formato digital para su descarga de manera gratuita (cuando esté disponible) como a una versión «mucho más breve, resumida» que pueda ir acompañada de alguna audioguía o videoguía, según detalla Sanz. «Buscamos que la información que actualmente no existe allí, esté para las personas que van a visitar la emita », cuenta.

«Teníamos la idea de hacer la exposición el verano pasado, pero vimos que no iba a ser factible y decidimos embarcarnos en el libro. Y al final se ha convertido en este proyecto», relata Sanz. La exposición, por su parte, será un recorrido por la evolución histórica de la ermita a través de fotografías e ilustraciones de las distintas fases de la construcción del edificio, incluyendo la recreación de algunos «elementos arquitectónicos que hoy están perdidos».

Javier Sanz, graduado en Turismo y especialista en el ámbito de la gestión cultural, y Guillermo Pérez, historiador, apuntan que esta iniciativa «surgió del cariño y de la curiosidad histórica» y esperan que se pueda dar a conocer al público este verano. «Tenemos como horizonte el mes de agosto», señala Sanz, quien confía en que se pueda realizar asimismo alguna visita guiada puntual en la ermita.

El motivo de proponer la implantación códigos QR en lugar de los tradicionales paneles informativos es que les parece una solución más «accesible» y «discreta». «No queremos que se coloquen grandes carteles en el entorno sino que sea una intervención muy discreta sobre el terreno», dice Sanz, a lo que su compañero añade que, al ser un lugar que está «a la intemperie» los carteles podrían verse afectados por el sol y los fenómenos meteorológicos, igual que ya ha ocurrido en otras zonas, como los petroglifos de Domingo García. «Es una manera de acercar la tecnología del siglo XXI a una ermita que data del siglo XI», sostiene asimismo Pérez.

Detalles de la ermita. ANTONIO DE TORRE
Imagen principal - Detalles de la ermita.
Imagen secundaria 1 - Detalles de la ermita.
Imagen secundaria 2 - Detalles de la ermita.

La técnica de investigación que han seguido estos dos armuñanos se basa en el análisis de documentos y la observación del edificio en su interior y exterior, a través de la cual han ido distinguiendo las diferentes épocas. Ninguno reside en Armuña actualmente, por lo que aprovecharon el verano pasado para ir al pueblo y analizar todo lo que pudieran. También han realizado comparativas con otras ermitas similares de los alrededores.

«Hemos hecho un trabajo de digitalización importante», dice Pérez, quien afirma que, gracias al apoyo del párroco, han podido permanecer muchas «tardes haciendo fotos y apuntando todo lo que nos parecía». A pesar de que en la parroquia del pueblo no tienen documentos sobre la construcción del templo, sí cuentan con archivos que reflejan su mantenimiento posterior. Así han descubierto incluso que hubo una época (en torno al año 1600) en la que hubo allí un ermitaño viviendo solo al que la gente del pueblo le suministraba alimentos y ropas.

La ermita, ubicada a casi tres kilómetros de Armuña, es un edificio románico cuya construcción data siglo XI. Sanz explica que es «un caso raro», porque aunque los pueblos de Segovia están llenos de construcciones románicas, «este es uno de los templos de más temprana construcción» en ese estilo. «Tiene mucho carácter incluso de prerrománico o de un románico muy primitivo de aquellas gentes que venían del Norte», explica refiriéndose a la época de la Reconquista. Pérez lo describe como «un estilo arquitectónico muy parco, muy sencillo».

Durante los siglos posteriores a su construcción, la ermita continuó ampliándose y sumando más elementos decorativos: «A medida que va avanzando el tiempo, podemos encontrar más detalles artísticos, como capiteles de las columnas, y arcos bastante más grandes. Esto nos habla de cómo ha crecido la población en el entorno, porque cuanto más grande es la ermita, es que más ha crecido la población», manifiesta Pérez. Para Sanz, además, la ermita es un sitio «eminentemente defensivo», al encontrarse en lo alto de un cerro. Está justo al lado de la vía verde del Eresma, que comunica Olmedo y Segovia, por lo que «hay mucho tránsito de senderistas, ciclistas o grupos de amigos».

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