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Sábado, 4 de junio 2016, 19:00
Vibra-Tó no tiene desperdicio. Valga la expresión más que nunca, porque estos jóvenes granadinos hacen un instrumento musical de cualquier objeto desechado a la basura. Este sábado soleado lo han demostrado en la segunda cita de 'Los aperitivos musicales de El Norte de Castilla', encuadrada en el Festival Música Diversa, que aún se desperazaba este mediodía de la dimensión vitalmente rockera de Corizonas, que anoche dictaron magisterio de lo que es el espectáculo del directo en el jardín de los Zuloaga.
Este sábado, antes de la batalla de bandas, el templete de la Plaza Mayor se ha convertido en un laboratorio de experimentación lúdica. A la hora del vermú y con las familias curioseando los sorprendentes y llamativos sonidos que provenían del quiosco, Vibra-Tó ha enseñado a los pequeños de la casa, y también a algún que otro discípulo talludito, a construir instrumentos y hacer música con cosas cotidianas que una vez usadas suelen parar en el contenedor de basura. Unas pajitas y unas tijeras para cortar según el patrón que indica Joaquín Sánchez, y ya está formada una orquesta de viento, chillona y aguda, pero con su toque melódico. O una botella de plástico, un agujero en la boca del tapón, un cable y otro orificio y puedes tener tu guitarra de una cuerda.
El taller ha encantado a los futuros músicos, que han seguido al pie de la letra las instrucción del 'maestro', al mismo tiempo que se llevan la enseñanza para casa de que hay que reciclar y respetar el entorno.
Percusiones y aerófonos
Conformada la orquesta menuda con los instrumentos recién manufacturados, los pequeños han tocado sus sinfonías que han amenizado la espera de la práctica de Vibra-Tó. Porque el taller era la teoría lúdica, y luego les ha tocado a los granadinos subirse al escenario colocado ante el templete para hacer una exhibición de esas peculiares sonoridades extraídas de los instrumentos realizados con material de reciclaje.
Cubos de pintura, ruedas, sartenes y hasta una canasta, cada pieza con su timbre, en las percusiones. Y luego, los aerófonos que ha hecho sonar (con buenos pulmones) Joaquín Sánchez: desde un recogedor de plástico que hay en cualquier casa reconvertido en un kebal búlgaro, hasta flautas de émbolo realizadas con jeringuillas, un bastón agujereado para sacar diferentes notas y que encontró en Nueva York, un perchero recogido el viernes mismo en Granada; un tubo de regadío machacado, inverosímiles trompetas con embudos para la resonancia... ¡y hasta una gaita de butano! hecha con el tubo de la bombona que se enrosca alrededor y que hace sonar por arte de la imaginación, el reciclaje y la creatividad.
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Ivia Ugalde, Josemi Benítez e Isabel Toledo
Óscar Bellot | Madrid y Guillermo Villar
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