El último dulce de la Navidad

Después de haber disfrutado de una navidades plagadas de manjares, turrones, mazapanes, polvorones y otra serie de dulces típicos de estas fechas, llega el momento de saborear el roscón de Reyes.

Las dietas pueden esperar hasta después de Reyes porque ahora es el momento de disfrutar del placer de degustar el último dulce de la Navidad, es decir, el roscón de Reyes.

Hoy y mañana, día de Reyes, son los días en que más roscones venden los obradores salmantinos, en concreto un 70%de la producción total, en el caso de Confiterías Gil. Si bien es cierto que hay quien encarga la elaboración de un roscón en cualquier época del año y los que optan por consumirlo durante todas las navidades. En esta conocida empresa empezaron su fabricación a mediados de diciembre y los ofrecen al cliente hasta 15 días después de Reyes.

El inicio de la fabricación del roscón, en días previos al de Reyes atiende a que la demanda es se adelanta más.

Este producto es fabricado a diario, es decir, en los hornos de Confiterías Gil cada mañana se cuecen las piezas que van a ser vendidas en el mismo día en sus siete tiendas propias y alrededor de otra docena más. Es esta una de las claves que mantienen los estándares de alta calidad que caracteriza al roscón de reyes de este obrador. Otro de los secretos del buen hacer de Confiterías Gil es que utilizan materia prima de primera calidad, hacerlo con mucho mimo y las sorpresas que introducen en su interior. «Lo mimamos, lo hacemos al día y lo tenemos lo más reciente posible en el punto de venta», tal y como explica Mariano Matías, gerente de esta empresa.

Seguro que tienen muchos secretos más, pero esos son los que no salen de las modernas instalaciones con las que cuenta el obrador de Confiterías Gil situado en el polígono industrial Los Villares.

Mariano Matías no hace comparaciones pero considera que cada masa es diferente, los rellenos y las cremas de pastelería también. Como ejemplo considera que «cada uno tiene su forma de hacer la crema o montar la nata».

Apertura de regalos

El roscón es un elemento que no falta en los hogares salmantinos el día de Reyes, acompañando nutritivamente a la ilusión de la apertura de regalos de este día clave del año.

En Confiterías Gil elaboran este dulce navideño desde el año 1956. Desde entonces muchas cosas han cambiado, como el amplio abanico de tipos de roscones que ofertan.

En esta pastelería, en concreto, los hay desde 2,75 euros, un pequeño roscón normal de una ración hasta los 51 euros, uno grande relleno.

En Gil fabrican seis tamaños distintos de roscones, aunque el más vendido es el de tres o cuatro raciones relleno de 10,50 euros la unidad. La ración es una medida que a Mariano Matías no le gusta usar porque es evidente que «para cada persona es diferente la porción que le satisface».

El más demandado

El roscón normal es el más barato, porque no tiene relleno. Los hay rellenos de trufa, de crema y de nata. Este último es el más solicitado.

La sorpresa es el otro ingrediente no comestible pero que siempre se espera en el interior de los roscones. En el caso de Confiterías Gil este año sortean dos viajes a Tenerife para cinco días. Esta iniciativa que repiten otro año más se complementa con otras sorpresas como billetes de 5, 10 o 20 euros y algunos regalos sorpresa típicos de esta tradición.

Hay muchas costumbres y tradiciones en torno al roscón de Reyes. Algunas de ellas convierten este alimento en un aliciente de amistad más. Sirva el ejemplo de grupos de amigos que compran un roscón y pactan que deberá pagarlo quien encuentre el regalo.

Prácticamente todas las pastelerías de Salamanca ofrecen este tradicional producto de repostería. Cada una de ellas lo hace a su manera, con la receta propia que han ido manteniendo año tras año.

Desde que se pusieron de moda los programas televisivos de cocina y el Internet como herramienta para aprender destrezas culinarias, el roscón de Reyes también es uno de los retos más comunes de muchos cocinillas que quieren sorprender a los suyos.