El filial del Real Valladolid, el primer rival del Lugo

Hubo de pasar mucho tiempo antes de que el Real Valladolid y el C.D. Lugo se encontrasen en un campo de fútbol. Su primera confrontación oficial data del 29 de noviembre de 2015, militando ambos en segunda división, pero el conjunto gallego ya había pisado el césped del viejo estadio Zorrilla, 51 años antes…

El Europa Delicias, filial del Pucela en aquellos tiempos, había ascendido a tercera en 1952 y los directivos blanquivioletas apostaron en la siguiente por ceder a numerosos jugadores jóvenes al equipo franjiazul, para que se foguearan o recuperasen la forma si habían sufrido alguna lesión. Así hombres como Benegas, Cerdán, Muñoz, Hériz, Poyán, Queralt, Couto, Mambrilla, o incluso Tini, Domingo, Lolo y Valdés, titulares con el primer equipo, también se alinearon a veces con el filial.

Era, pues, el Europa Delicias un buen equipo que aquella temporada 1953-54 estuvo dirigido por el ex – jugador blanquivioleta Manolo Soler para enfrentarse a fuertes rivales de Castilla, León y Galicia, entre ellos el Lugo, con quien se había empatado en campo gallego a un gol en la primera vuelta, recibiéndole en la segunda el 15 de mayo de 1954, con muchísimo público en las gradas del estadio del Paseo de Zorrilla.

El Lugo, que marchaba cuarto en la clasificación, no había renunciado al ascenso, de modo que afrontó el choque con vitola de favorito, aunque ya en la primera parte estaba claro que si alguien podía ganar el partido, era el Europa Delicias.

Muy firme en defensa, con Héctor Martín hecho un coloso, el equipo local frenó los ataques con los que el Lugo trató de sorprender a un Benegas muy seguro en todas sus intervenciones. Partiendo de esa firmeza de la zaga, el Europa respondió con un excelente futbol de ataque que rindió beneficios en las dos primeras aproximaciones a la portería rival, pues Tini, oportunísimo, tradujo en goles sendos servicios de Poyán y Couto.

Una de las cosas buenas que tenía aquel equipo del Europa era su ambición, sus ganas de seguir buscando más goles aunque el partido estuviese encarrillado. Y en aquella ocasión se aprovechó de la capacidad rematadora de Tini, quien de cabeza marcaba el tercero en el minuto 42.

Después, en la segunda parte, Valerio hizo el del honor lucense, pero para apagar cualquier esperanza que pudiera albergar el contrario, Poyán puso el 4-1 en el marcador, fiel reflejo de la tarde redonda que tuvo el filial blanquivioleta ante un Lugo que aspiraba al ascenso y hubo de conformarse con la quinta plaza al final de la Liga, dos por debajo del propio Europa, que fue tercero.

Arbitró el colegiado leonés Sr. Pantín, con estas alineaciones. EUROPA DELICIAS: Benegas; Nieto, Héctor Martín, Nino; Hériz, Asensio; Cerdán, Muñoz, Poyán, Tini y Couto. C.D. LUGO: Fausto; Sánchez, Maia, Tito; Teo, Germán; Pepucho, Fortunato, Alonso, Valerio y Morado.

El Europa fue, además, el equipo con mejor porcentaje de goles: 79 a favor y 43 en contra, cumpliendo sobradamente con la labor de formación y puesta a punto de los jugadores pertenecientes a la plantilla del Valladolid y, sobre todo, divirtiendo a los aficionados que acudían a «Zorrilla» un domingo para ver al Pucela y otro al filial.

Unos días antes, el Real Valladolid había sido eliminado de la Copa por el At. Bilbao, en un tercer partido de desempate, pero algunos jugadores blanquivioletas tuvieron que posponer las vacaciones, porque fueron convocados para un partido de entrenamiento de la selección nacional «B», concretamente Losco, Matito, Lasala y Valdés.

Los cuatro se alinearon en el equipo blanco, que perdió por 1-0 frente el que vestía de azul, gracias a un gol de Cruellas, delantero del Español. El propósito de este partido era el de mostrar el estado de forma de los jugadores, ya al final de temporada, para enfrentarse a Francia en Bayona, el día 30 del mes de mayo.

La selección «B» tenía como objetivo el incentivar a jugadores que, destacando sus clubs de primera división, carecían de experiencia o calidad suficientes para jugar en el equipo «A», aunque algunos de ellos sí terminaron por dar el salto a la selección absoluta. De los cuatro blanquivioletas que jugaron aquel partido, solo Matito pudo debutar con la selección española. Fue el 15 de mayo de 1955, frente a Inglaterra.

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