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Cofrades del Santo Sepulcro, durante uno de los ensayos que efectúan en la calle Valentín Calderón.

Cargadores de fe y de creencias

La Semana Santa dispone de 13 pasos que se llevan en andas por las calles de la ciudad

Fernando Caballero

Domingo, 15 de marzo 2015, 13:21

El carácter penitencial de la Semana Santa motiva en los cofrades un deseo de hacer penitencia cargando los pasos más queridos y apreciados, sobre los que sienten verdadera devoción. Más allá de pertenecer a una cofradía, de desfilar en las procesiones y de los cumplir los preceptos que marca la Iglesia para estos días, hay una forma más sacrificada de lograr el perdón y la reconciliación: soportando, en una larga procesión, una cruz o el paso titular.

No todos los cofrades son cargadores. Se necesita un estado de salud bueno y unas grandes condiciones físicas. La Semana Santa de Palencia posee 13 pasos que se llevan en andas, de los que cinco son los más complicados porque precisan de más personas bajo la parihuela . Las cofradías más grandes han elaborado y aprobado un reglamento para regular todos los aspectos que conciernen a los pasos en andas.

Ángel Pérez es el delegado de tandas de la cofradía del Santo Sepulcro. Este cargo se creó el año pasado a raíz de la aprobación del reglamento de tandas. Tiene 41 años y es cofrade desde que tenía 3. Ángel Pérez explica que después de Navidad ya hay una reunión con los cargadores para medirles, siempre a la altura del hombro, que es donde soportan el peso de las andas, y recoger sus datos. El Santo Sepulcro admite para las tandas a jóvenes de 16 años con permiso de sus padres. Si no lo tienen y desean cargar, tienen que esperar hasta los 18 años. La cofradía dispone de dos tandas de unos 34 a 40 hermanos. Desde hace varias semanas, ensayan con unas andas a las que se ha aportado el peso necesario. «No queremos dejar nada a la improvisación. Todo tiene que salir como está previsto», afirma.

Hasta ahora, esta cofradía disponía de dos pasos en andas, el Santo Sepulcro y la Quinta Angustia, pero este año se unirá otra, la Virgen de los Siete Cuchillos, que saldrá si el tiempo lo permite el Sábado Santo en la procesión de la Soledad. Ángel Pérez asegura que para cargar un paso se necesita «resistencia y destreza, es decir coordinación, saber coordinarse con el resto de hermanos que acompañan ese paso, y esto solo se consigue en los ensayos». Los del Sepulcro ensayan los sábados y domingos alternos en febrero y marzo. «Lo hacemos con unas andas de prueba cargadas con sacos de arena para imitar lo más posible el escenario con el que se van a encontrar en la procesión. También con música, pero de radiocasete. Es importante ensayar según se debe mover el paso y cuadrar las tandas por la altura», explica Ángel Pérez.

Desfilar descalzos

La cofradía de Jesús Nazareno lleva a sus tres pasos principales en andas. Las dos imágenes del Nazareno, El Viejo y el Cirineo y la Virgen de la Amargura. Ismael Miguel es el jefe de tandas y explica la obligación de los cargadores de los dos nazarenos de desfilar descalzos desde 1817 se aprobó en un cabildo celebrado el 8 de marzo de ese año. «Nuestra cofradía ha tenido siempre muy marcado el carácter penitencial. Desde la fundación en 1607, ya había hermanos de luz, los que llevaban velas en las procesiones, y de cruz, los que portaban una cruz, y la gran mayoría eran de cruz, que iban descalzos. Este carácter penitencial sigue vigente y se decidió que los cargadores de los nazarenos también lo fueran», explica el jefe de tandas.

Ismael Miguel cifra en 180 los cargadores que suelen salir en las procesiones, y otros 18 los que portan las cruces. De estas hay nueve que llevan dos personas cada una. En esta cofradía funcionan cuatro tandas de 32 hermanos. «Cada tanda tiene un responsable, que un mes antes de la Semana Santa se pone en contacto con los cargadores para ver la disposición que tienen ese año, ya que puede haber operaciones quirúrgicas o enfermedades que les impidan cargar», explica.

Además, cada paso dispone de un jefe o capataz, que es el que guía en las procesiones. «Los cargadores no ven más que a la persona que tienen delante. Sus ojos son los del jefe de paso que les indica todos los movimientos», agrega Ismael Miguel. Los nazarenos no suelen ensayar, porque muchos cargadores viven fuera de Palencia. Lo que sí utilizan como ensayo es el Vía Crucis que se celebró el pasado viernes en la plaza de San Pablo, en el que el nazareno de Tomás de Sierra, de 1717, desfiló por la plaza de San Pablo con las antiguas andas, que son más ligeras que las actuales.

Otra cofradía cuyo paso titular desfila en andas es la de Jesús Crucificado y Nuestra Madre Dolorosa. El Cristo de Alejo de Vahía sale el Lunes Santo en la procesión de Las Cinco Llagas con unas andas portadas por ocho hermanos, por lo que la organización de las tandas es más fácil. «Nosotros aportamos dos tandas y las otras cofradías, el resto. Suele haber diez tandas en total en la procesión», explica el hermano mayor de la cofradía, Antonio Motila Matía. Los hermanos de Jesús Crucificado ensayan los tres sábados anteriores a la Semana Santa «para ponerse a tono con el paso». Las tandas se van relevando. La oración de las llagas que se reza en San Agustín, sede canónica de la Virgen de la Piedad, y en la capilla de Jesús Nazareno, la portan hermanos de estas cofradías.

A costal

La cofradía más joven de Palencia, Jesús de la Sentencia, desfila el Viernes de Dolores con el único paso procesional que se lleva a costal, al estilo andaluz. El paso Jesús de la Sentencia lo soportan 35 costaleros, que se distribuyen en las siete trabajaleras que posee la parihuela de las andas una trabajalera es el palo sobre el que soporta el peso del paso y la parihuela es el armazón de las andas.

David López, capataz del paso, explica que este año se han realizado ocho ensayos con la misma parihuela, sobre la que han colocado sacos de arena que tienen más peso que el conjunto procesional. La cofradía se organiza antes de las fiestas de Navidad. «En el mes de noviembre se celebra una reunión con todos los costaleros, en la que se queda un día para igualarlos con el fin de que en cada trabajalera se tenga, más o menos, la misma altura», señala el capataz, quien puntualiza que igualar es medir a los costaleros.

Los ensayos, que se celebran con la misma música que se interpretará en la procesión la Banda del Cristo de la Buena Muerte, se desarrollan por el mismo recorrido del desfile, para lo que la hermandad cuenta con el apoyo de la Policía Local para regular el tráfico.

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