Una intensa nevada colapsa Roma

Roma amaneció hoy cubierta con un manto blanco de nieve, algo que no ocurría desde 2012 en la capital italiana, donde las bellas e insólitas postales se alternaron con las sorpresas y molestias que sufrieron muchos italianos y turistas, obligados a cambiar sus planes iniciales.

Tras un lluvioso fin de semana, se cumplieron los pronósticos y llegó a Italia la ola de frío, a la que han llamado Burian y que ha dejado copiosas nevadas en todo el país y también bajadas importantes de temperaturas.

En Roma se registraron cancelaciones y retrasos de varias horas en los trenes que debían llegar o salir de la principal estación romana de Termini, que se vio atestada desde primera hora de la mañana de personas, entre quienes esperaban para partir y los que llegaban y no encontraban medio de transporte para trasladarse al centro.

Interminable era la fila de gente que se amontonaba en la parada de taxis de la estación, mientras que el transporte público funcionaba con dificultad.

Además, algunas líneas privadas de autobuses que habitualmente trasladan a los turistas a los aeropuertos suspendieron el trayecto temporalmente por la nieve.

En los aeropuertos romanos de Ciampino y Fiumicino también hubo retrasos y en el primero quedaron cancelados varios de los primeros vuelos del día programados, como los que tenían por destino Bruselas y Madrid con la aerolínea de bajo coste Ryanair.

En el centro de la capital, la abundante nevada ha cubierto calles y monumentos y ha obligado a numerosos comerciantes a retirar durante las primeras horas de la mañana la nieve de la entrada de sus locales.

Mientras, muchos turistas se han visto obligados a cambiar de planes después de que varios monumentos permanecieran cerrados, como el español Ramón Parrondo, que se queja de que la ciudad ha quedado «colapsada y el transporte público se ha paralizado».

«Teníamos una guía contratada para los Museos Vaticanos y los han cerrado. En la plaza de San Pedro todo el mundo está dando vueltas sin saber nada. No nos han dado ningún tipo de información», lamenta a Efe Parrondo, que está de visita en Roma por tres días junto a unos amigos de Granada y Madrid.

Desconcertado también se manifestaba el periodista de moda japonés Tiro Morita, quien de camino a la plaza Navona señalaba a Efe que le habría gustado que le avisaran en el metro, antes de llegar allí, de que ni el Coliseo ni la Basílica de San Pedro abrirían hoy.

Algo similar les ha pasado a los abulenses Vanessa Sánchez y José Antonio Vélez que, «sorprendidos» por la cantidad de nieve que ha caído, han tenido que cambiar para mañana la visita que tenían programada hoy al Vaticano.

«Los que se van mañana ya no lo ven», dice Sánchez antes de saber que hacía seis años que no nevaba de esta manera en la ciudad: «Nos ha tenido que coincidir a nosotros».

Pero no todo han sido molestias, también ha habido quien ha aprovechado la ocasión para divertirse con la nieve.

Cerrados los colegios y suspendidas las clases en la universidad, pequeños y no tanto no han dudado en improvisar una pista de esquí en la plaza de San Pedro o en tirarse bolas de nieve en la plaza Venecia.

Los más de cinco centímetros de grosor acumulados en las bacas y techos de muchos vehículos han bastado para que la gente se lanzara a construir muñecos de nieve en la plaza de España, el Circo Massimo o el Coliseo.

La inglesa Olga Cooper, que está en Roma acompañada por una amiga, reconoce que la nevada le ha pillado de improviso pero admite que aprovechará para dar una vuelta y ver los monumentos nevados, no sin antes comprarse unos zapatos nuevos que sustituyan los puestos, que están empapados.

Molestias y lamentos a un lado, fríos y resbalones aparte, «Roma está preciosa», opina.