Aarón Rivero: «La suerte de los ciudadanos es la Policía y la Guardia Civil que tienen»

–¿Quién responderá: más el policía que el sindicalista o este por encima del agente?

–Dependerá de las preguntas. Pero en cualquier caso, la persona.

–Lo de ser policía a le viene como lo de la casta al galgo. Su padre es policía nacional pero, ¿a usted se le traspasó en los genes, fue de tanto verlo en casa, fue por necesidad, le vino por vocación?

–Es vocacional. Los que somos hijos del Cuerpo, ver a tu padre todos los días de uniforme lo normalizas mucho y lo acabas viendo como lo normal. Si añades que de pequeños la mayoría de los niños quieren ser policía, bombero o Superman... Yo tuve la suerte de que tenía un policía en casa.

–¿Nunca se le pasó por la cabeza Arquitectura, Fontanería o, qué se yo, Viticultura?

–No, no, nunca.

–¿Qué le dijo su padre cuando le comentó que opositaría a policía nacional?

–Fue una ilusión tremenda. ¡Se puede imaginar!

–Y eso que se dice que los padres no quieren para sus hijos el mismo trabajo que el de ellos.

–Pues para el mío fue una ilusión tremenda. ¡Y a mí me encantaría que mis hijas fueran policías el día de mañana!

–¿Llegó a coincidir con su padre en algún servicio, en alguna patrulla o eso solo pasa en las películas y las series de televisión?

–Sí, sí, tuve la suerte de coincidir con mi padre haciendo yo las prácticas en Valladolid. Trabajamos dos días juntos. Él estaba en otra unidad y pidió hacer un servicio extraordinario para trabajar conmigo.

–¿Le apretó en la tarea o fue condescendiente?

–Me dio muchísima caña. Los padres siempre quieren que sus hijos hagan todo perfecto.

–Lo de la vena sindicalista, ¿cómo y cuándo le entró?

–Nosotros en Jusapol, en Jupol y Jucil nos denominamos policías nacionales por vocación y sindicalistas por obligación. Cuando el movimiento Jusapol pretendió crear unas mesas de trabajo para conseguir la equiparación salarial, el propio ministro del Interior en aquel momento, Zoido, del PP, nos denegó el acceso a esas mesas de trabajo porque decía que no éramos interlocutores válidos para Policía Nacional y Guardia Civil, que solo los que tenían representación en el Consejo de la Policía y la Guardia Civil eran los únicos que tenían capacidad para representar a estos.

–Jarro de agua fría ministerial...

–Veníamos de hacer manifestaciones con 150.000 policías y guardias civiles y de esa necesidad de ser interlocutores válidos a ojos de los ministros decidimos hacer un sindicato y una asociación.

–¿A qué achacan que en poco tiempo se afiliasen a Jupol uno de cada tres policías nacionales en activo, en una masa de 75.000?

–Al hartazgo que había dentro de la Policía: vieron un aire fresco. Nacimos por un único fin, la equiparación salarial, que era una cosa que el resto de sindicatos dice que venían reclamando desde hace 40 años, pero nunca habían hecho nada. El hecho de que nosotros sin ser nada tuviéramos la capacidad de movilizar a 150.000 agentes y sus familias... Vieron que nosotros veníamos para otra cosa. Y ahí están los hechos.

–Que se concretan en...

–De lo que se tenía inicialmente presupuestado en 2017 para equiparación salarial, unos 40 millones, a lo que nos ha supuesto la subida de sueldo que hemos tenido... Cuarenta millones a repartir entre dos cuerpos nos hubiese supuesto a cada policía y guardia civil 50 euros al mes pero nos han subido de media 420 euros limpios por agente.

–El Supremo acaba de dar 20 días al Ministerio para que explique por qué no lo ha hecho aún. ¿La equiparación de policías nacionales y guardias civiles con mossos d'esquadra, ertzainas y policías forales está encarrilada?

–No, no; todavía estamos en torno a un 30% por debajo.

–¿Llegarán a estar al 100%?

–¡Seguro!

–¿Es esa la máxima aspiración laboral de un policía nacional en este momento?

–Hombre, los policías nacionales, al final, como cualquier trabajador, lo que queremos es realizarnos como profesionales y personas, porque todo va unido, pero el lema que llevamos desde el principio de 'Mismo trabajo, mismo sueldo'. Somos profesionales de la seguridad pública y que un policía cobre por las mismas funciones que un ertzaina 300 euros menos es una barbaridad. ¡Si estamos haciendo lo mismo! ¿Por qué no cobramos lo mismo?

–¿Tienen respuesta?

–No cobramos lo mismo por intereses políticos.

–¿Políticos?

–Sí, políticos, sí.

–¿De quién?

–Del Gobierno, imaginamos...

–¿Del Gobierno de España, que les ha de pagar a ustedes?

–Evidentemente.

–Difícil de entender...

–Si hubiera algún tipo de intención de equipararnos en el sueldo, ya lo habrían hecho.

–¿Tan fácil ven ustedes que sea?

–Simplemente es coger una nómina de un guardia civil o de un policía nacional y la de un ertainza o un mosso d'esquadra y decir que han de ser los mismos conceptos y el mismo importe para cada concepto. Pero no quieren y hasta que lo consigamos nos van a tener ahí como una piedra en el zapato.

–En las elecciones en las que ha sido elegido secretario general de Jupol votaron 2.653 afiliados de los más de 24.000 que son. ¿Por qué no votáron el resto?

–Porque no quisieron, entiendo..

–Pero escasamente ha votado el 10% de los afiliados...

–Han votado mil más que en la última votación.

–Pero no deja de ser una muy bajísima participación.

–A ver, es comprensible. Al final a los policías les interesa y les repercute que los problemas que tienen en el día a día acaben teniendo solución. Que sean unas u otras personas afecta a la estrategia global del sindicato, pero el delegado de una comisaría seguramente sea el mismo y es con el que tienen afinidad.

–Llegaron a estas elecciones tras un proceso traumático que culminó con que el anterior secretario general fuese apartado de su puesto por una serie de prácticas que fueron denunciadas. El proceso electoral que le ha elegido a usted está impugnado ante la Audiencia Nacional. La vida de su sindicato, con ser de reciente creación (2017), tranquila no parece que sea...

–Hemos pasado unos meses complicados, pero decía Churchill que si pasas por el infierno, has de seguir adelante. Y eso es lo que hemos hecho. Hemos pasado una mala etapa y tenemos por delante una nueva, a la que nos enfrentamos con la misma ilusión que el primer día o más. Porque creemos que queda mucho por hacer y porque tenemos la capacidad de solucionar todos los problemas que tienen los compañeros y la equiparación salarial, que no vamos a dejar nunca de lado.

–El día de su elección ustedes dijeron que a partir de ahora «se abre un tiempo para recuperar los valores originales que dieron lugar al nacimiento de Jusapol». ¡Pero es que lo dicen solo cuatro años después, solo cuatro, de haber nacido como sindicato policial! Si que se dieron prisa en perder esos valores...

–Tampoco queremos dedicarle tiempo a lo que veníamos haciendo con el anterior secretario general. Detectamos un problema...

–¿La acusación de que cargó al sindicato gastos personales?

–Detectamos un problema, lo solucionamos y continuamos trabajando. No nos vamos a parar en criticar ni en hacer valoraciones de la persona que estaba al frente del sindicato. No aporta nada positivo el hacerlo, ni al sindicato ni al movimiento por la equiparación.

–Si un policía nacional o un guardia civil cobran 200 euros menos al mes que un mosso, ¿con qué ganas van a trabajar si haciendo lo mismo les pagan menos?

–Es una desazón terrible, pero la suerte que tienen los ciudadanos es tener la Policía Nacional y la Guardia Civil que tienen. La práctica totalidad de los policías y de los guardias civiles lo son por vocación, 24 horas al día. Si tu eres policía vocacional, claro que es importante el sueldo, porque has de dar de comer a tu familia, pero lo prioritario es el servicio a la ciudadanía. Y en todas las encuestas que se hacen, las instituciones más valoradas del Estado son la Policía Nacional y la Guardia Civil por algo será.

–De reconocimiento social no come la familia de un policía.

–A todo el mundo le importa lo que ingresa. Si nosotros tuviésemos la capacidad de cobrar lo que un mosso d'esquadra le podríamos dar unas mejores condiciones de vida a nuestras familias y nuestros hijos podrían tener mejor calidad de vida, en general.

–¿Qué cree que está pasando en la sociedad, que pese a esa buena valoración de la Policía Nacional y la Guardia Civil, cuando ahora van a disolver un botellón les reciban a pedradas?

–Eso es lo que nosotros llamamos pérdida del principio de autoridad. Desde hace algún tiempo se viene denunciando por parte de los policías que ese tipo de actos no tengan una condena más vehemente por parte de los poderes públicos, hasta el punto que tenemos gente del Gobierno que está a favor de que se pegue a los policías. Otro diputado de Podemos ha sido condenado recientemente por patear a un policía. Y hay gente del actual gobierno a la que eso no le parece un escándalo. Queremos impulsar con todos los poderes públicos que endurezcan las penas en este sentido. No puede ser que a un policía le den una paliza y condenen al que lo hace a 500 o 600 euros de multa. Es irrisorio. Ya no es que atenten contra la autoridad de un policía, es que atentan contra la institución, contra los valores de la democracia. Si no tenemos respeto por la policía, es que perdemos los valores constitucionales más básicos.

–Hay series de televisión que en los últimos años han dado distintas visiones sobre la Policía Nacional. La más reciente, la premiada 'Antidisturbios'. ¿Ustedes se ven reflejados en ellas?

–Es ficción. Las series son series y hay que valorarlas como tal.

–Será ficción, pero en 'Antidisturbios' un agente salía esnifando.

–¡Por eso es ficción! Eso es irreal, completamente. De hecho, nosotros pusimos muchísimas quejas porque entendemos que eso no representa a la Policía. 'Antidisturbios' no refleja para nada lo que son las unidades de intervención policial. Que le quede a usted claro que nada tiene que parecerse con la realidad; nada, nada, nada. A mí particularmente no me gustó. Yo lo veía con el prisma de ser policía y me decía 'Vaya imagen que nos da esta gente'. Sin embargo, GEO es un documental de cómo es el curso de ingreso; esa se parece más a lo que hacemos y eso sí le viene bien a la Policía porque da imagen de lo que somos, profesionales auténticos.

–La evolución tecnológica de la sociedad y los cambios que conlleva ha hecho evolucionar el tipo de delitos. ¿Lleva todo eso aparejada una formación policía para resolverlos?

–Sí, por supuesto. Se están creando muchas unidades de ciberdelincuencia y de la misma manera que en la sociedad hay hackers, en la Policía hay ingenieros informáticos que son una pasada, tienen unas capacidades increíbles.

–A ver si va a ser verdad esa aseveración popular que dice 'La Policía no es tonta'.

–Efectivamente, la Policía, y más en España, no es tonta. Tenemos unos policías muy preparados. Tenemos la suerte de tener una de las mejores Policías del mundo, tanto tácticamente como desde el punto de vista del factor humano. Lo que hace la falta de medios que tenemos lo suplimos ampliamente con las capacidades humanas de los policías.

–¿Cómo son las relaciones de su sindicato, el mayoritario de la policía, con el mando político?

–Actualmente, inexistentes.

–¡Pero si este Gobierno se autodefine como el del diálogo!

–Llevamos dos años como sindicato mayoritario. Nos votaron 30.000 policías. Tenemos ocho vocales en el Consejo, lo que nunca había ocurrido. Es verdad que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no nos ha recibido hasta el momento, si bien tras mi reciente elección como secretario general de Jupol se abre una nueva etapa en la que apostamos por tender puentes y propiciar el dialogo, sin olvidar nuestras justas reivindicaciones. Confío en que en breve se produzca esa reunión, para que el ministro conozca nuestras demandas y valorarlas. Por lo menos, que las escuche de primera mano. El tiempo pasa y queda solo año y medio de legislatura.

–Si el día de mañana sus compañeros han de recordarle por algo que consiguió, que sea por...

–La equiparación salarial.

–Pues sí que es monotema.

–Nosotros somos el sindicato de la equiparación salarial, siempre de la mano de la Guardia Civil, nuestros compañeros de Jucil. Hasta que no consigamos la equiparación salarial no vamos a parar.

–Fue policía con 26 años y con 37 dirige el mayor sindicato policial de España. ¿Se ha parado a pensar qué quiere ser de mayor?

–Policía. Una vez que consiga la equiparación salarial volveré a patrullar, aunque no he dejado de ponerme el uniforme todas las semanas.