Azud de Carracuéllar en el curso del río Pirón, a su paso por la localidad de Íscar . :: C. C.
PROVINCIA

El primer azud sobre el río Pirón

Su construcción hace diez años contribuyó a la regulación del cauce

C. CATALINA

Sábado, 9 de marzo 2013, 21:41

En este 2013 se cumplen diez años de la finalización de las obras del primero de los dos azudes construidos en el curso del río Pirón, a su paso por el término municipal de Íscar, a lo largo de esta ultima década, concretamente el situado en el paraje de Carracuéllar, al que unos años después se sumó otro aguas más abajo, en el paraje denominado Molino Rodero. Se trata de una actuación de carácter medioambiental promovida a instancias del consistorio iscariense, con la ayuda económica de la administración regional, que tenía como objetivos la regulación del cauce de dicho río, aliviar los sondeos y pozos existentes en la zona que estaban sumamente sobre explotados (tenían una salinidad elevada y una presencia de arsénico en proporciones tóxicas), así como la recarga de los acuíferos y la corrección de la alta mortandad de flora y vegetación en las zonas ribereñas, amén de servir de base para un plan de mejora de los regadíos en tres pueblos de la zona.

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Aunque transcurrido el tiempo esta ultima cuestión ha quedado como asignatura pendiente, no ha ocurrido lo mismo con el resto de objetivos que se han cumplido como estaba previsto, pues no en vano la posibilidad de disponer agua embalsada ha sido vital en la extinción de más de un incendio, tal como reconoce el regidor iscariense, Alejandro García Sanz. «La construcción primeramente del azud de Carracuéllar, y después el de Molino Rodero, ha sido sin duda la actuación medioambiental más importante realizada en la zona desde que hace mas de 500 años se reforestaran los pinares que constituyen la masa forestal, propiedad de la Comunidad de Villa y Tierra de Íscar, y la forestación de las laderas del monte hace 60 años».

Cinco años antes

La construcción de pequeñas presas en el cauce del río Pirón, que garantizaran un caudal mínimo al río Cega durante el verano, hizo que la corporación municipal de Íscar, a la que luego se sumarían las de Cogeces de Íscar, Megeces, Mojados y Viana de Cega, solicitaran a la administración regional la realización de un estudio para regular el cauce de los ríos Pirón y Cega.

Un lustro después de que se gestase y plantease la idea a los responsables de la Consejería de Agricultura y Ganadería, y una vez cumplidos todos los requisitos y la autorización del organismo responsable de cuenta (Confederación Hidrográfica del Duero), a mediados del año 2002, con un considerable retraso, la empresa pública Tragsa iniciaba para la Dirección General de Desarrollo Rural las obras de construcción del primero de los dos azudes previstos, obra que supuso una inversión de 367.638,6 euros.

El azud de Carracuéllar tiene un volumen de embalse de 45.000 metros cúbicos, situándose a unos 680 metros aguas debajo de donde se localizaba la antigua estación de bombeo municipal. La cimentación del azud requirió la excavación de 15.471 metros cúbicos de tierras y en la limpieza y rectificación del cauce de la zona de transición una excavación de igual volumen.

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