
A. P.
Sábado, 12 de diciembre 2009, 01:47
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Poco aficionada a los reconocimientos y seguidora de la máxima 'Lo que haga tu mano derecha, que no se entere la izquierda', María Ángeles Villamañán recibió ayer el reconocimiento por su labor como voluntaria durante quince años en Villa San José y actualmente en el ropero de la Asociación de Ayuda al Drogodependiente (Aclad), donde se encarga de seleccionar y colocar la ropa que llega y de ayudar a los más necesitados a elegir las prendas, siempre con la amabilidad que debe caracterizar a una buena dependienta. «Llega bastante ropa, pero se necesita más de niños y bebés», explica María Ángeles Villamañán, para quien cualquier oportunidad es buena para ejercer su labor de voluntaria.
«Te crea un compromiso, porque ves las necesidades que hay y lo gratificante que es. Hace que te sientas a gusto sólo con ver que esas personas son felices», asegura la voluntaria, quien anima especialmente a los jóvenes a que formen parte del voluntariado.
«El reconocimiento es algo que no te esperas y me parece estupendo que se reconozca el trabajo y la dedicación de los voluntarios, pero la verdad es que da algo de corte. Este año me ha tocado a mí y la verdad es que estoy muy agradecida», incide María Ángeles Villamañán.
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