Una apuesta contracorriente que revitalizó la emblemática marca de pastas Reglero

La absorción de la fábrica de Reglero por el grupo Siro evitó la desaparición de la emblemática firma zamorana de pastas y galletas. El fundador, José Reglero, vendió la fábrica a la Sociedad Industrias Castellanas de Alimentación, venta que coincidió con el polémico traslado de la firma a Toro. El grupo Siro decidió en 1993 adquirir la totalidad de las acciones de la fábrica en la que se producen las marcas de este grupo, galletas de Reglero y marcas blancas. Siro se ha convertido en uno de los mayores y más importantes grupos empresariales del sector de la alimentación, con capital íntegramente español. El pasado año facturó 264 millones de euros, lo que supuso un incremento del 20% y durante el 2008 la plantilla total de Siro pasó de 500 a 2.500 empleados. En la actualidad el grupo tiene doce centros productivos en Castilla y León, Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía, dispone de un almacén logístico automático y oficinas en Venta de Baños, así como otras dos en Madrid y Londres. Está presente en cinco mercados y ocupa una posición relevante en la producción de galletas, pan de molde, pasta, pastelería y bollería.