Nuestra Señora de Ribero, en San Esteban de Gormaz. / F. ÏÑIGO
VIDA Y OCIO

Un héroe castellano desconocido

Fernán González, artífice de la independencia del condado de Castilla del reino de León, es una figura apasionante alrededor de la cual se tejen leyendas, cantares y poemas

ÁNGEL DEL POZO

Miércoles, 5 de diciembre 2007, 01:47

La historia se nutre de infinidad de ejemplos de influyentes personajes cuya figura personifica un sentimiento nacional por su contribución al desarrollo de una nación y de su independencia. Podemos encontrar significativos ejemplo en Europa, como el famoso emperador Carlomagno, el mítico Rey Arturo y el héroe nacional escocés William Wallace. En España tenemos al primer rey astur, Don Pelayo, y al Cid Campeador como ilustres ejemplos. La imagen histórica de estos personajes se ve pronto distorsionada por leyendas, cantares, poemas y profecías, adornados con nuevas hazañas e imágenes moralizantes.

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Como no podía ser de otra manera, Fernán González, el considerado artífice de la independencia del condado de Castilla no iba a escaparse de esta tendencia mitificadora. Curiosamente su figura es casi desconocida entre la mayor parte de los españoles y lo que es peor, incluso entre los propios castellanos. Sin embargo, la importancia de este conde en la historia castellana es innegable. Su actuación política dará lugar a que Castilla debilite los vínculos feudales con el reino leonés en un grado que no alcanzaron ningún otro de los territorios que también lo intentaron: condado de Saldaña, condado de Portugal y los condes de Galicia. Al final de su gobierno, Castilla actúa libremente en su política exterior, aunque sin dejar de otorgar cierta preeminencia a León.

Es, por tanto, un personaje histórico de gran relevancia en nuestra historia y sin embargo existen pocos datos fidedignos, entre los que se mezclan la realidad y la leyenda, siendo difícil incluso para los historiadores discernir donde acaba la historia y donde comienza la leyenda.

Su vida y hazañas están recogidas en el famoso 'Poema de Fernán González', escrito a mediados del siglo XIII por un monje del monasterio de San Pedro de Arlanza (Burgos). Un enclave majestuoso vinculado a la vida del conde por ser quien puso las bases para el esplendor que llegó a tener a lo largo de la historia. El poema, un manuscrito del siglo XV, se conserva actualmente en la biblioteca de El Escorial.

Existen serias dudas sobre sus orígenes ya que los historiadores no se ponen de acuerdo sobre su genealogía. Existen dos líneas diferentes, la primera le emparenta con los reyes de León, un juez de Castilla y la primera familia condal. Esta genealogía nunca podrá ser probada pues no existen documentos que la acrediten y se basa en noticias muy posteriores a la época y en suposiciones más o menos sólidas de los historiadores. La segunda genealogía, con datos más rigurosos, da como cierto que Gonzalo Fernández era su padre y que Nuño Núñez de Castrojeriz y Nuño Núñez de Brañosera fueron antepasados suyos.

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No se conoce la fecha de su nacimiento, aunque se aventura el año 910. Su niñez está envuelta en el misterio ya que se le supone nacido en el Picón de Lara de los Infantes y luego es enviado a la seguridad de las montañas cantábricas. Según el 'Poema de Fernán González', el conde fue secuestrado por un pobre carbonero y se lo llevó a la montaña y dedicó toda su buena voluntad a criarlo de acuerdo a su linaje. Posteriormente la 'Crónica General de España' de 1344 recoge: «Y, cuando llegó a los diez años, fue tan grande y tan valiente que no se hallara en toda esa tierra hombre de su edad o mayor que tan bien hubiese el cuerpo y las costumbres. Y cuando murió su padre, fueron los caballeros a por él a las montañas donde se criaba y trajéronlo para Burgos; y fue con él su amo, a quien él después le hizo mucho bien. Y, después de que llegó a Burgos, tomáronlo los caballeros por señor e hiciéronlo conde, como lo fueron su padre y su abuelo».

En realidad nada se sabe del conde antes del 28 de enero del 929, fecha del primer documento tenido por intachable, en el que aparece firmando, sin ser aún conde de Castilla (dice conde en Lara), junto a su madre Munniadonna. Datos que proporciona Javier Iglesia Aparicio, quien ha realizado un trabajo impresionante sobre la historia de Castilla, desde sus orígenes, y que se pueden consultar en la web 'bardulia.webcindario.com'.

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Heroicidad sobrenatural

Existe una hermosa leyenda que recoge como Fernán González consiguió la independencia de Castilla del Reino de León. Cuentan que en una obligada visita a las cortes leonesas, mostró Don Sancho un excesivo interés por el majestuoso caballo y el azor que portaba en su mano el conde castellano. Quiso el leonés comprarle ambos pero Fernán afirmó que siendo su súbdito se les regalaría. Tanto insistió el rey leonés en poner precio a los dos ejemplares que el conde accedió poniendo un módico precio pero con la condición de que este se fuera doblando cada día que pasase sin hacerse efectiva la compra. Pasaron años en los que pese a los requerimientos del rey no acudió el conde a su llamada, hasta que forzado acudió a su encuentro. Fue entonces cuando Fernán González recordó al monarca la deuda contraída, que ascendía a tal cantidad que el rey no podía pagar, preguntándole este que quería a cambio. La respuesta ya la conocen: la independencia de Castilla.

Otra curiosa leyenda es la que se recoge en la conquista del municipio segoviano de Sepúlveda. Su repoblación por Fernán González en el año 940 representó un audaz avance hacia el Sur, más allá del Duero. El abad de Arlanza, Fray Gonzalo de Arredondo cuenta su leyenda heroica, con la lucha cuerpo a cuerpo entre el conde de Castilla y el alcaide moro Abubad, a quien Fernán González cortó la cabeza, que hoy está esculpida en la fachada de una de las casas blasonadas de la villa, llamada precisamente 'La casa del moro'.

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Otro hecho sobrenatural acaeció en la batalla de San Esteban de Gormaz (Soria), donde Fernán Antolínez fue sustituido por un ángel que luchó al lado de los castellanos hasta conseguir la victoria. En agradecimiento, el conde fundó el monasterio de San Pedro de Arlanza. Un enclave majestuoso y mágico donde está enterrado Fernán González (970). La leyenda cuenta que los huesos del conde se agitaban en su tumba cuando el futuro de Castilla estaba en peligro.

castillaoculta@hotmail.com

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