
sergio sanz
Viernes, 11 de septiembre 2015, 20:21
Carlos Lorenzo Villoria (Mieres, 1972) representa la obra 'Cliff (acantilado)' en el Teatro Zorrilla hoy, mañana y pasado. Las dos primeras sesiones serán a las 21:00 horas, mientras que la última tendrá lugar a las 19:30 horas. El asturiano, un hombre de teatro, se enfrenta a un duro trabajo, a la par que bonito, con el personaje que simboliza a todos los actores. Más allá de que sea un monólogo, Lorenzo es el protagonista, en particular, pero retrata la vida de muchos de sus compañeros de faena.
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¿Qué significa la obra para usted?
Se trata de un monólogo de, más o menos, hora y cuarto. Es, sin duda, el personaje más importante al que me he enfrentado. Tiene cambios muy fuertes porque está en una situación de deterioro muy grande y se enfrenta a los fantasmas que le han llevado hasta ahí. Es un personaje muy bonito, muy frágil, pero a la vez con un punto agresivo importante. Posee todos los ingredientes para que un actor se sienta a gusto representándolo.
Ya había tenido un contacto con la obra hace unos años, ¿no?
Sí. Antes del montaje, cuando Cliff ganó el Premio LAM (Leopoldo Alas Mínguez), hice una lectura dramatizada en la SGAE.
¿Qué pretende transmitir a los espectadores?
La obra, a través del personaje, habla de muchas cosas, pero fundamentalmente de romper la imagen que tenemos idealizada de las estrellas. Estamos acostumbrados a verlas en photocalls, pasarelas Y muchas veces esto esconde una vida bastante triste y amarga. Trata la 'cara b de una estrella de Hollywood.
¿Ha sufrido esa 'cara b'?
Cuando hablas con gente que no tiene ningún contacto con el mundo de la interpretación, lo ve todo maravilloso. Los que estamos en ello sabemos que es una profesión muy dura. Puedes pasar muchos meses en casa sin tener nada que hacer y tratando de buscarte la vida. Lo que ocurre es que la gente te ve cuando estás en un momento bueno. En los bajos, nadie va a verte a casa.
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Ha participado en más obras de teatro que en la televisión o en el cine. ¿A qué se debe?
Uno nunca decide; siempre es lo que te viene. Llevo trabajando 20 años en teatro, aproximadamente. Comencé en Asturias y después me vine a Madrid. En televisión he hecho muchos personajes episódicos. Jamás he tenido la oportunidad de hacer un gran personaje para poder decidir si me gusta más una cosa u otra. En el teatro sí que he disfrutado de la continuidad.
¿Ha actuado alguna vez en Valladolid?
En la capital, no. Solo he estado una vez como ayudante de dirección. He actuado mucho en Laguna de Duero, que tiene un espacio estupendo, representando Calígula, Don Juan Tenorio, Don Quijote
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¿Qué tal le trataron?
Muy bien. Tengo muy buen recuerdo, tanto del público como del teatro. Es un sitio donde siempre gusta ir.
¿Es supersticioso?
Nada. Tengo mis miedos, como todos, a que se te seque la boca, te falle el texto
¿Tiene algún otro proyecto cercano?
En octubre voy a estar en el Valle-Inclán, en un intercambio que hay entre el Centro Dramático Nacional y el Teatro del Arte de Moscú. Vienen tres directores rusos con tres textos que han estrenado allí, lo montan aquí con actores españoles y me han cogido uno de ellos.
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