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Teresa de Lapuerta
Miércoles, 4 de febrero 2015, 08:40
El medio centenar de gimnasios con los que cuenta Valladolid se encuentra inmerso en una de las temporadas de mayor ocupación del año. Los meses de enero y febrero son, junto con octubre (tras las Ferias y Fiestas de San Lorenzo), los de las altas y los buenos propósitos y, en ese sentido, los empresarios reconocen un leve repunte en las matriculaciones después de seis años en caída en libre.
La mejoría, sin embargo, no soluciona un panorama que ellos mismos califican de gris. «La crisis no ha pasado, la herida que ha dejado abierta se mantendrá, al menos, otra generación, porque los gimnasios vallisoletanos han perdido en estos años una media del 20% de su clientela», matiza el presidente de la Asociación Vallisoletana de Empresarios de Servicios Deportivos (Asoved), Nacho Arranz.
El empresario recuerda que a las consecuencias de la generalizada contención del consumo, el sector suma otras estocadas como la subida del IVA «aspirábamos al 4% y lo situaron en el 21%» y lo que califica de «competencia desleal» desde los complejos deportivos públicos, gestionados por manos privadas, tales como El Palero, Covaresa y Go Fit, ya en funcionamiento, o como el que se pretende construir en las instalaciones de la antigua hípica.
Unos 44 euros mensuales
«Algunos gimnasios no han podido soportar la presión y han cerrado, sobre todo los que se encontraban en el radio de acción de El Palero y Covaresa, pero otros nuevos han abierto. Lo cierto es que los que salen adelante lo han hecho porque no han repercutido ni la subida del IVA, ni el incremento del IPC. Se mantienen los precios de antes de la crisis», explica el presidente, quien añade que a los gimnasios propiamente dichos (con una oferta mínima de sala de musculación y actividades dirigidas) hay que sumar centros exclusivos de disciplinas como el Pilates, que sí han proliferado en estos últimos años. El precio medio, sostiene, se sitúa en los 44 euros mensuales por una actividad (dos días a la semana) y el acceso al servicio de gimnasio.
Tras varios meses de paralización, motivados por el abandono de uno de los principales promotores de este proyecto millonario, el equipo de gobierno ha retomado hace tan solo unas semanas la iniciativa para convertir la piscina, pistas de tenis y el antiguo parque de aventuras en un complejo deportivo de nueva planta. Pese a la oposición de los empresarios del sector, fuentes municipales reconocían su intención de hacer realidad el proyecto porque, al parecer, en la actualidad hay dos nuevas empresas interesadas en hacer frente a los planes originales.
Otro macrocomplejo
El objetivo es, por un lado, levantar un nuevo inmueble de dos plantas en la trasera de El Corte Inglés del Paseo de Zorrilla, que albergue piscina de verano y climatizada, zona de spa, gimnasio y salas para actividades dirigidas, entre otras prestaciones; y, por otro, remozar y modernizar el parque de aventuras Juan de Austria, que permanece cerrado desde marzo de 2009. Diez millones de euros de inversión total.
En el primer proyecto estaba prevista también la construcción de un aparcamiento subterráneo de tres sótanos con capacidad para 250 coches para dar servicio a los usuarios de este complejo deportivo. De salir adelante, este sería el cuarto centro de estas características de la capital en régimen de concesión. «Un ejemplo de que con estas instalaciones no se intenta satisfacer las necesidades de la comunidad vecinal son las piscinas municipales, que están vacías, y en las que se está reduciendo personal. Pero el alcalde es capaz de hacer otro estadio de fútbol a 400 metros del de Zorrilla», apostilla Nacho Arranz.
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