El Ferrari tuneado funciona
Alonso marca el mejor tiempo en los entrenamientos libres con su nuevo monoplaza
JOSÉ CARLOS J. CARABIAS ENVIADO ESPECIAL
Sábado, 26 de junio 2010, 03:27
Es la Fórmula 1 con un ojo en Sudáfrica. En Valencia las conversaciones giran alrededor del fútbol, del Mundial, de sus sorpresas, sus alegrías y sus decepciones. El tiempo que no ocupan las sesiones de entrenamiento, los rugidos de motores y las expectativas de cada cual, se llena con el deporte rey, se quiera o no. Es la voluntad popular. El fútbol se impone en Valencia, por encima incluso de la noticia que anudó la jornada: el Ferrari 2.0 funciona. Fernando Alonso consiguió el mejor tiempo del día con el monoplaza rojo tuneado.
El pabellón Ferrari representa un abanico multicultural. Gente de todo tipo que expresa sus sentimientos con gestos. Llega Felipe Massa a su rueda de prensa y lo hace enfundado en una camiseta brasileña con el número 7 de 'Massa', al estilo de la torcida. Por el camino se ha cruzado con periodistas españoles, que llevan la camiseta roja pasión.
De Italia a Inglaterra
Alonso tiene que contestar varias preguntas relacionadas con el fútbol al mismo tiempo que ofrece argumentos sobre las bondades del Ferrari versión 2.0 con el que acaba de conseguir el mejor crono de la jornada. «Ganamos, seguro», dice el asturiano cuatro horas antes del partido contra Chile. El balón vuela por encima de los coches. «¿Y qué opinas de la eliminación de Italia?». La respuesta fue una vuvuzela de desaprobación que se oyó desde el box de Ferrari.
No sólo Ferrari. El campamento Renault es un curiosa mezcla de capital luxemburgués, tradición francesa, instalaciones británicas y pilotos del Este (un polaco, Kubica, y un ruso, Petrov).
La gente habla, sin embargo, de Inglaterra, de la necesidad de mano dura de Capello frente a estrellas consentidas que trasiegan cerveza como quien respira y que devuelven muy poco a la afición que los venera. «Capello les meterá en cintura», se escucha.
En este clima absolutamente futbolero, Alonso dio motivos para la esperanza de sus seguidores. El primer tiempo no fue, como el año pasado, una anécdota producto de la escasa gasolina. Ayer fue un tiempo real, con las debidas reservas que imponen las sesiones del viernes.
No es Alonso un habitual pasajero de las campanas al vuelo, sino todo lo contrario. A veces peca de pesimista. Ayer dejó un par de retazos que invitan al optimismo: «Para nosotros era un test. Debíamos recoger mucha información y probar varias piezas. La sensación ha sido buena, porque el coche no ha dado ningún problemar».
El asturiano reflejó lo sucedido sin ir más allá en las predicciones: «Todo es muy relativo. Habremos dado un pase adelante en nuestro desarrollo si los demás no lo han dado también. Eso sí, lo único que no podemos es permitirnos un abandono». Alonso descartó que sea el punto clave de la temporada. «No podemos exagerar. Queda más de la mitad del Mundial y no podemos decir que esta carrera es la clave para comprobar nuestro desarrollo. Ni es la última oportunidad ni nada parecido». Y es que en Ferrari se trabaja sin descanso.
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