Isabel Herrera, la pregonera, a su llegada a la Plaza de Mogarraz.

Isabel Herrera abre con su pregón las fiestas patronales de Mogarraz

La periodista habla de numerosas personas de «su pueblo», del que se confesó «adicta» y por el que siente «mono» cuando está alejada de él

M. JESÚS GUTIÉRREZ / WORD

Miércoles, 5 de agosto 2015, 13:06

Las fiestas patronales de Mogarraz en honor a la Virgen de las Nieves fueron inauguradas ayer oficialmente por Isabel Herrera, quien fue la encargada de dar el pregón, en una jornada en la que los niños disfrutaron con el encierro infantil con carretones, por la mañana, y un grupo de mayores participó en el cuarto Torneo de Tangos, por la tarde.

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Tras el toque de vísperas fue el pregón, que estuvo precedido por las palabras del presidente de la Asociación Cultural Peña Virgen de las Nieves, Nicanor Criado Hernández, quien dio la bienvenido a todos los asistentes. Después tomó la palabra la periodista, quien desde el balcón de la sede de la Peña, lo primero que hizo fue presentarse, así, señaló que «para los que no me conozcáis, me presento, soy la nieta de Ambrosio, el Chico, y de la Isabel, hija de Jaime y Luisa, la de Jaime, que es quien, en mi opinión, debería estar hoy aquí arriba»; y para su padre tuvo precisamente las primeras palabras, del que dijo haber heredado el «pánico escénico» y «la pasión por mi pueblo».

Después habló del «mono» que sienten aquellos que están lejos de Mogarraz, «esa necesidad de volver siempre que podemos», de la que se confesó «adicta», porque «Mogarraz entra por los ojos, pero lo que de verdad cala es lo que no se ve a simple vista. Yo he de decir que hay personas que me han enseñado a sentir el pueblo, a quererlo con lo bueno y con lo malo», afirmó.

No olvidó Herrera hablar de todo aquello de lo que Mogarraz puede presumir: «una arquitectura típica y cuidada, unos paisajes de escándalo, una artesanía rica y espléndida, una gastronomía que quita el sentido (y pone kilos a dolor), y hasta una forma de hablar característica», aunque destacó que «lo más valioso que tiene Mogarraz es su gente», y en ella se detuvo para hablar de un buen puñado de las personas de este pueblo, a la vez que reivindicó el papel de la juventud, a la que pertenece, y recordó sus vivencias ligadas a este pueblo, que concluyó manifestando que «quizá no siempre sea fácil lograr que nos impliquemos en las cosas del pueblo, pero somos mogarreños antes que jóvenes, tenemos nuestro carácter, y cuando se nos ha sabido llevar hemos dado la talla como los que más. Mi aplauso y respeto para los que hacéis que Mogarraz siga teniendo futuro». Pero no acabó ahí su pregón, sino que aún tuvo palabras para las fiestas, para «la gente que echaremos en falta», para los que no podrán estar en ellas... y para lo que ha significado para ella ser pregonera de su pueblo que «me ha quitado el sueño» pero «me ha dado una gran alegría», destacó.

El pregón fue seguido con mucha atención y silencio por el público asistente, entre el que se encontraba un nutrido grupo de jóvenes, que quisieron arropar -con su presencia- a uno de los suyos, a una joven de Mogarraz, a Isabel Herrera.

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