La pandemia respeta a los clásicos en Palencia

Un pedacito de San Antolín se pudo ver ayer por las calles de Palencia. Minúscula sensación, pero que sirvió para recordar que Palencia se encuentra en su semana grande. El medio centenar de coches clásicos que recorrieron las principales calles de la capital sacaron una sonrisa de normalidad. «Uno muy similar a este tenía», le decía un padre a un joven en referencia a un '2 Caballos'. Y es que estas concentraciones generan nostalgia y recuerdos al ver los vehículos históricos, que hace alguna década eran la sensación para la población.

Aún así, el rey de la corona fue el 600. Los había de todos los colores y de diferentes modelos. Se notaba que el encuentro lo organizaba Club 600 Palencia, que en este excepcional año no quería romper la tradición. «Es un evento consolidado y que no queríamos que se perdiera por esta crisis», apuntaba antes de la salida el vicepresidente del club, Joaquín Martín, que lamenta que no pudieran acercarse vecinos de otros puntos de la geografía nacional. «Estábamos acostumbrados a que todos los años nos visitaran muchos aficionados de Asturias, Madrid... y este año no va a ser posible. Es importante que nos hayan permitido celebrar la concentración, aunque seamos todos los participantes prácticamente del club», insiste Martín.

La ubicación también se cambió en esta improvisada edición. Acostumbrados a invadir el parque del Salón, los aficionados a los clásicos partieron desde La Balastera, donde se acercaron decenas de curiosos. «Sabemos que no es lo mismo que estar en el centro de la ciudad, pero nos vale. Esperemos que el próximo año vuelve a sus orígenes», detalla el vicepresidente.