Recepción del hotel Castilla Vieja, ayer. MANUEL BRÁGIMO

Los hoteles afrontan la desescalada con incertidumbre sobre la ocupación

Podrán abrir sus puertas en la fase 1, aunque los clientes tendrán que ser de la misma provincia al estar prohibidos el resto de desplazamientos

Miércoles, 20 de mayo 2020, 07:44

Incertidumbre. Desde que llegó la covid-19 y que el mundo tuvo que pulsar la tecla de pausa, todo es una incertidumbre. El intento por recuperar nuestra vida de antes, a través de la archiconocida desescalada, es un cúmulo de interrogantes. Los hoteles de Palencia se preparan y se adaptan para cumplir todos los requisitos en las distintas fases, pero sin saber realmente la ocupación que van a tener ni a cuántos trabajadores podrán rescatar del ERTE.

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Instalada aún en la fase 0, Palencia espera con ansia poder dar un paso adelante y pasar a la primera, donde ya están varias zonas de la provincia. La fase 1 permite a los hoteles abrir sus puertas al público en general -actualmente solo pueden funcionar como hoteles esenciales-, aunque aún esté prohibido el movimiento interprovincial. Algunos ya trabajan como esenciales y otros hoteles, como el AC, se mantienen cerrados y sin tener, a día de hoy, fecha concreta de apertura.

Entrada del hotel Rey Sancho. MANUEL BRÁGIMO

«En la fase 1 sí que se puede abrir al cliente en general, pero con limitaciones de aforo. Ya hay opción de viajar dentro de la provincia. Si una persona de Aguilar quiere venir a pasar el fin de semana a Palencia sería posible en la fase 1, también puede haber gente de la provincia que tenga que venir a la capital por temas médicos, necesite alojarse y tenga ya la opción de hacerlo en un hotel», argumenta el director del hotel Castilla Vieja, Eduardo Relea, que funciona como hotel esencial desde el 11 de mayo con trabajadores.

«Muchos clientes no hay, pero teníamos todo encaminado a abrir el día 11, ilusos de nosotros, y nos habíamos comprometido con algunos contratos que tenemos ya firmados, como el personal de mercancías de Renfe», agrega.

«Por un lado van los hoteles esenciales y ya cuando pasemos de fase es cuando tienes que adaptarte un poco a todas las normas publicadas por Sanidad, aunque ya las tenemos implementadas», afirma, con el hotel ya listo para pasar a la siguiente fase. Las medidas son las que todo el mundo conoce, que se ven en los establecimientos, de mamparas, mascarillas, geles y distancias de seguridad. «Hemos instalado equipos de ozono profesional con mediciones de ambiente para las zonas nobles y para las habitaciones», agrega Relea.

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Otro hotel palentino que ya funciona como hotel esencial -anteriormente alojó a sanitarios palentinos- es el Rey Sancho, que abrió sus puertas este lunes a trabajadores. «Actualmente tenemos tres o cuatro habitaciones ocupadas. Como banco de pruebas y a la hora de corregir y seguir añadiendo medidas de seguridad, nos viene bien», explica Javier Pastor, uno de los propietarios del negocio familiar.

Poco turismo

El paso a la fase 1, a la posibilidad de recibir clientes en general, no es nada halagüeña. «En la fase 1, que es gente de la provincia, esperamos poco movimiento. En la fase 2 se puede viajar entre provincias de la misma comunidad. Sí que es verdad que ya hablamos de mediados de junio como mínimo», comenta. «Puede haber algo de turismo, aunque sea de paso y, entretanto, nos iremos preparando para la apertura de piscina», señala Javier Pastor. Se pueden abrir ya en la fase 2, con distanciamiento, turnos y un número concreto de personas. «Cuando salgan los BOE y los protocolos oficiales se implementará todo», agrega.

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La mayoría de las plantillas de los hoteles siguen en ERTE, ya que, aunque estén trabajando como hoteles esenciales, los servicios que dan son mínimos y la clientela es muy limitada. Entre el 80-90% de los trabajadores aún no ha podido reincorporarse a su lugar de trabajo. La desescalada y el retorno de los clientes son la clave. Y la vuelta a la normalidad.

«No abrimos ni en la fase 1, ni en la 2, y ya veremos si en la 3»

El Real Monasterio de San Zoilo aún no tiene previsto subir la persiana y abrir sus puertas y sus habitaciones a los clientes. Situado en la provincia palentina, concretamente en Carrión de los Condes, vive del turismo, de las celebraciones y del Camino de Santiago. «Nosotros no abrimos ni en la 1, ni en la 2, y ya veremos si lo hacemos en la 3. Tenemos dos meses, julio y agosto, que dependemos del turismo nacional con los madrileños. Y no sabemos aún si los van a dejar salir. También dependíamos de los peregrinos extranjeros y este año el Camino de Santiago es nulo, está muerto. No contamos con ellos para nada», señala José Antonio Perrino, gerente de San Zoilo.

Con esta total incertidumbre afronta la desescalada este establecimiento turístico de la provincia palentina, al igual que otros tantos. «Si no voy a tener casi ingresos y genero más gastos, pues no me compensa abrir. Lo que me interesa es mantener la empresa viva para el año que viene, para cuando se pueda abrir», afirma. «Nuestra prioridad tiene que ser mantener vivas las empresas, que no se mueran, pero claro, si nos abocan a seguir haciendo pagos sin tener ingresos», agrega.

Las celebraciones tampoco van a ser una fuente de ingresos en estos tiempos del coronavirus y de las fases. «¿Cómo se va a celebrar una boda con tan solo cincuenta personas y teniendo que mantener distanciamiento social?», se pregunta Perrino. «Además, los españoles estamos acostumbrados a vivir en las calles y en las plazas. Somos así, es nuestra cultura», agrega el gerente del hotel San Zoilo, en referencia al confinamiento y a todas las medidas de seguridad para luchar contra la covid.

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