A la espera de una llamada para ayudar
Eduardo Calvo. El alumno de 4º curso de Medicina en la UVA se ofrece para colaborar con los sanitarios del Complejo Asistencial de Palencia durante la crisis del coronavirus
A la espera de que le den una respuesta se encuentra el estudiante palentino Eduardo Calvo para coger su bata y su fonendoscopio y echar una mano en la crisis sanitaria por la expansión del coronavirus. Hace unos días, a través del correo electrónico, se puso en contacto con el Colegio de Médicos de Palencia para mostrar su disponibilidad y ayudar, en la medida de lo posible, a los profesionales sanitarios de su ciudad.
Coronavirus en Palencia
De momento no le han dado una respuesta, pero se muestra ilusionado por contribuir en esta emergencia sanitaria sin precedentes. «Es el momento de ayudar. Me presento para que las autoridades sanitarias me tengan en cuenta para lo que consideren necesario. Tal vez no a nivel asistencial, porque seguramente no estoy preparado, pero sí que puedo colaborar de forma burocrática o a nivel telefónico, o cualquier otra cosa», apunta el joven estudiante, que reconoce que aún no está al nivel formativo que sus futuros compañeros de profesión. «Evidentemente no puedo aportar lo mismo que un médico veterano, porque aún nos estamos formando. No me puedo comparar con un médico, porque todavía no lo soy. Puedo aportar cierto grado de aprendizaje que un civil normal desconoce, obviamente», continúa.
Y es que el avance del coronavirus ha sido una situación nueva para toda la sociedad sanitaria, desde los médicos hasta los universitarios. «Durante la carrera sí que estudiamos la variante coronavirus, afectando al sistema respiratorio como se está pudiendo comprobar», recalca Eduardo Calvo, que lamenta la paralización de las clases por una causa mayor. «A nivel formativo vamos a tener carencias. Lo que más nos preocupa a los estudiantes es la incertidumbre que se genera al no saber cuándo van a ser los exámenes. Si serán en junio, septiembre o si se van a suspender. Nos falta un poquito de información, aunque es comprensible, pues la mayoría de profesores también son médicos y ahora mismo es mucho más importante salvar vidas que nuestras clases», describe el palentino, que también es alumno interno del área de investigación en el departamento de anatomía humana y radiología de la UVA.
Situación académica
Pero la situación académica ha pasado a un segundo plano en pleno avance del Covid-19 en España, Castilla y León y Palencia. Hay que arrimar el hombro, por lo que una de las primeras medidas ha sido reclutar a estudiantes de sexto de carrera. «Son casi médicos y su formación de ultimo año se compone en su totalidad de varios rotatorios en diferentes especialidades. No tienen el título, ni la experiencia, pero ya poseen extraordinarios conocimientos», analiza Calvo, a quien no le importaría trasladarse a otra ciudad para ayudar. «Sabemos que en Palencia el sistema no ha colapsado y sería un buen sitio para ayudar. Aún así, no me importaría mudarme a otra ciudad para intentar frenar esta crisis en zonas más afectadas», prosigue.
Lo que sí que tiene interiorizado este joven estudiante es la necesidad de afrontar esta situación sin miedo a contraer la enfermedad, como hacen todos los sanitarios en la primera línea del frente. «No hay miedo a exponerme al contagio. No tengo ninguna patología de base y hasta pienso que lo he podido superar de forma asintomática en mis prácticas hospitalarias. Tengo más miedo si se lo contagio a algún ser querido», manifiesta Eduardo Calvo, que ve este aprendizaje como una posible 'masterclass'.
«Siempre que te acerques al paciente vas a aprender. Eso sí, bajo las directrices de un facultativo y siempre con la mayor seguridad para que el enfermo no se vea afectado. El principal objetivo de un médico es adquirir conocimientos y ayudar a tus semejantes», continúa el estudiante.
Un antes y un después
Lo que tiene claro este estudiante palentino es que la crisis del coronavirus también marcará «un antes y un después», aunque realmente serán «los políticos los que tendrán la última palabra».
Respuesta políticamente correcta para un joven que no ha dudado en llamar a la puerta para colaborar, aunque siempre desde la precaución. «Los estudiantes somos estudiantes. Podemos estar como apoyo básico, pero nunca solos. Ya sea en labores para el coronavirus o en otras especialidades o labores médicas. Un ejemplo en el que podríamos ayudar sería en el test del autocovid, instalado en La Puebla. Con un poco de formación podríamos hacerlo nosotros y liberar al personal encargado», concluye Eduardo Calvo, que espera estos días una llamada para que esta crisis se apague lo antes posible.
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