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el norte
Lunes, 5 de junio 2017, 21:11
Si por algo es conocido Karlos Arguiñano, además de por sus dotes de buen cocinero, es por los chistes que van salpicando el transcurso del programa que se emite por las mañanas en Atresmedia.
En esta ocasión, el chiste iba de gangosos y decía así: «Pues te voy a contar un chiste, que ya me he venido arriba. Había en un agroturismo una reunión de gangosos. Había unos 200 en asamblea, y de pronto aterriza una nave espacial en mitad del jardín y sale un personaje verde con un ojo en la frente, grande como un plato. Toca la puerta y sale uno y pregunta '¿E enía?, no, yo soy marciano y vengo de Marte, responde. '¿E arte de quién?', pregunta finalmente».
Minutos después, y en el mismo programa, el cocinero ha pedido disculpas por el chiste: «Que me perdonen los gangosos, eh. Es un chiste» y ha añadido mientras cocinaba: «Puedo comentar chistes de cocineros, de curas, de frailes, de monjas... de todo. Lo que no hay que hacer es reírse de la gente que tiene alguna deficiencia. Muchas veces me empiezan a contar chistes y les digo que no sigan, que ya empiezan raros» y ha añadido: «Mucha gente me cuenta chistes, y de algunos no soy partidario. Siempre me he preocupado con mis hijos, sobre todo cuando eran pequeños, les decía: 'Nunca os riáis de alguien que tiene algún defecto', o porque es tuerto, o porque tiene chepa, o porque es cojo... Mi madre era la más coja del pueblo y desde que era niño siempre he tenido un respeto absoluto por la gente que tiene algún defecto físico, y nunca he dejado que nadie haga una tontería en ese sentido».
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