Mañueco tiene manos libres para volver a convocar elecciones anticipadas
Se cumple un año del adelanto electoral en Castilla y León, plazo que fija el Estatuto de Autonomía como tiempo vedado para volver a llamar a las urnas a los ciudadanos
Este 20 de diciembre se cumple un año de la decisión de Alfonso Fernández Mañueco de disolver las Cortes y convocar elecciones anticipadas. Ese aniversario ... deja manos libres al presidente de la Junta para volver a activar el botón del adelanto electoral si lo estima conveniente.
El Estatuto de Autonomía de Castilla y León recoge en su artículo 27 que es atribución del Presidente de la Junta «convocar elecciones a las Cortes de Castilla y León» y «acordar la disolución de las Cortes». Todo ello, según «los términos normativamente previstos». Estos 'términos' impiden tomar esa decisión si se han convocado elecciones anticipadas y no ha transcurrido un año. Mañueco disolvió el parlamento autonómico el 20 de diciembre de 2022 y fijó la colocación de las urnas para el 13 de febrero. Ese plazo del 20 de diciembre vence ahora.
El artículo 37 de Estatuto de Autonomía regula cómo se disuelven anticipadamente las Cortes. Lo hace el presidente del Gobierno regional, «bajo su exclusiva responsabilidad y previa deliberación de la Junta» y se establecen tres condicionantes que impiden poner fin a la legislatura y activar un adelanto electoral. El primero es mientras de tramita una moción de censura. El segundo veta esa disolución del hemiciclo durante el primer periodo de sesiones de la legislatura. Este venció en verano, tras el arranque de la legislatura del pacto entre PP y Vox.
Y el tercer motivo es que no haya pasado un año «desde la anterior disolución de la Cámara efectuada al amparo de este artículo (anticipada)». Esa decisión la tomó Alfonso Fernández Mañueco el 20 de diciembre del año pasado, tras cesar a los cuatro consejeros de Ciudadanos y reunión a lo que quedaba de su Ejecutivo, los consejeros del PP, en un Consejo de Gobierno extraordinario, firmó un decreto en el que disolvía las Cortes y situaba la jornada de votación el 13 de febrero. El Boletín Oficial publicó ese decreto el 21 de diciembre.
El plazo de un año también rige para las mociones de censura en Castilla y León. Quien ha presentado una en las Cortes no puede volver a registrar otra hasta que no pasa un año. El PSOE de Luis Tudanca impulsó una moción de censura el 10 de marzo de 2021. Podría haber repetido el 10 de marzo de 2022. «Los firmantes de una moción de censura no podrán presentar otra mientras no transcurra un año desde la presentación de aquélla, dentro de la misma legislatura», regula el artículo 36 del Estatuto.

Un Estatuto modernizado
El Estatuto de Autonomía fue revisado por última vez en el año 2007. Aquella reforma modernizó la regulación de la convocatoria de las elecciones autonómicas. Dotó al presidente de la Junta de la capacidad para disolver las Cortes y estableció que unas elecciones anticipadas abrían una legislatura completa, de cuatro años. Por eso en Castilla y León no ocurre lo que en Madrid. Allí Isabel Díaz Ayuso anticipó las elecciones tras romper la coalición con Cs.
Los madrileños fueron a las urnas en mayo de 2021, cambiaron la composición de su Asamblea y esto dio lugar a un Gobierno del PP en solitario al quedarse Ayuso en muy cerca de la mayoría absoluta. Pero ese hemiciclo y ese Ejecutivo solo completan lo que quedaba de legislatura, tres años. En Madrid hay elecciones obligatoriamente el próximo mes de mayo. Castilla y León fue a las urnas en febrero de 2022 y el mandato vence en 2026, si se agota la legislatura. O antes, sí así lo decide el presidente de la Junta. El adelanto electoral es una herramienta que en Castilla y León vuelve a estar a disposición de Alfonso Fernández Mañueco y, por vinculación, del Partido Popular y de Alberto Núñez Feijóo.
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