Toreo de género a cuerpo limpio

No hay pueblo donde no la miren raro. La larga melena rubia recogida en coleta es su perdición. Calza deportivas, pantalón de chándal y sudadera, las prendas comunes entre los corredores y cortadores de toros. Pero su melena sigue extrañando. Es mujer, 23 años, y cada fin de semana se juega la vida por afición en un encierro, una capea o, ahora, desde el pasado domingo, también en un concurso de cortes. Es raro. Muy raro para unos festejos mayoritariamente masculinos. Tanto que, Mélany San José, nombre de este joven de Mayorga, acaba de hacer historia en Castilla y León. El domingo se convirtió en Benavente (Zamora) en la primera mujer de esta Comunidad en participar en un concurso de cortes con novillos, y la segunda en todo el país junto con la madrileña Carolina Delgado.

Los toros ya no entienden de género. ¿O sí? «En el tendido me miran más con lupa por ser mujer, pero sí que es verdad que a lo mejor me lo han puesto más fácil para entrar en un concurso de cortes precisamente porque soy mujer y eso llama más la atención para el espectador», confiesa.

Con apenas 14 años el gusanillo de los toros le empujó a codearse con las vaquillas en su pueblo, Mayorga. Tres años después empezó a correr los encierros de Tordesillas, Serrada y Mota. Hasta su bautismo como corredora en San Fermín con la mayoría de edad recién cumplida. «La gente se sorprende, al principio me miraban raro por ver una mujer dispuesta a correr, pero luego ven el aspecto físico y que estoy preparada y no me dicen nada».