Los criadores de la región abordan la mejora genética del galgo español como experiencia pionera
150 aficionados acuden a la jornada organizada por la asociación para afrontar el reto de la selección El objetivo es obtener ejemplares de competición
ASUN GARCÍA
Domingo, 9 de marzo 2008, 14:22
Sólo en la Asociación Regional de Criadores de Galgo Español de Castilla y León (Asgecyl) hay medio millar de integrantes -la gran mayoría de ellos, unos cuatrocientos, son de la provincia de Zamora- y tienen en total de 15.000 galgos, según datos facilitados por el presidente del colectivo, Lorenzo Masero. Pero en una comunidad como esta, con gran afición a la caza, y en otras, como Extremadura, Andalucía o Castilla-La Mancha, son multitud las personas que los crían y millares el número de ejemplares. Tradicionalmente, los criadores han hecho cruces para buscar el mejor ejemplar, pero es ahora cuando la asociación, con sede en Villafáfila, se ha decidido a aplicar una mejora genética con método científico.
Unos 150 galgueros de la comunidad han respondido a la propuesta de la Asociación Regional de Criadores de Galgo Español, con sede en Villafáfila, y han asistido a las primeras jornadas divulgativas, cuyo objetivo primordial es la mejora genética de esta raza, concretamente, para la competición deportiva. Se trata de una experiencia pionera, ya que hasta ahora no se había planteado la mejora con un programa de actuación como se aplica, por ejemplo, en la selección de ganado ovino o vacuno. De ahí que esta iniciativa constituya un reto, puesto que «es una especie sobre la que no hay mucha ciencia, no se ha investigado, porque hasta ahora se ha hecho como una afición», tal como expuso uno de los ponentes, Fernando de la Fuente Crespo, del departamento de Producción Animal de la Universidad de León.
Precisamente, el que durante años se hayan hecho cruces sin rigor ha hecho que la raza degenere mucho, como admitió el presidente de la asociación, aunque precisó, que todavía se mantienen numerosos ejemplares de gran pureza genética.
Dado que es una raza directamente vinculada a la caza de la liebre, lo que se busca con el programa son galgos aptos para acudir a campeonatos y ganar, «que deben tener aptitudes un poco diferentes a las de un galgo para cazar liebres», explica Fernando de la Fuente. «El mejor galgo en competición no tiene por qué ser el mejor galgo cazando liebres», matizó.
Dado que no existen antecedentes, la exposición del ponente se centró en plantear las líneas generales de lo que debe ser un programa genético para animales de carrera, con el mismo sistema que se aplica a otros animales e, incluso, a un atleta humano. Así, como pautas generales se ha de tener en cuenta que hay características que se heredan y otras que no, y que se debe registrar cuáles posee el animal para decidir si se le elige como reproductor.
Los aspectos a mejorar en el galgo español, «lo mismo que para un deportista de competición», serían la resistencia, la velocidad, actitud, el comportamiento en carrera
Aunque prefirió no citar lugares concretos, De la Fuente opina que en esta comunidad existen buenos criadores de galgo español, con ejemplares de calidad. Como referencia comentó que la sede de la asociación es un indicador; Villafáfila y toda la Tierra de Campos, y amplió el ámbito desde Benavente hasta Tordesillas.
El experto en producción animal considera que la cría de galgo de pura raza no se plantea como un negocio, ni siquiera como una alternativa económica en esta comunidad, ya que considera que «la gente no tiene un galgo español por negocio, probablemente, todo lo contrario; para quien los tiene y los crían es una pasión.
Un criterio similar es el que expone el presidente de la asociación, quien explica que al aficionado, conseguir un buen ejemplar le cuesta dinero, «en Zamora hay unos treintaitantos clubes, con quince-veinte asociados que luchan por sacar un buen ejemplar y acudir a los campeonatos a ganar un trofeo. Si lo consigues, puede reportarte dinero, pero luego están los otros, los que han venido a esta sala, que lo que les gusta es tener un buen galgo y sentirse orgullosos de él cuando algún amigo les invita al coto».
Pese a ello, un buen ejemplar de competición de galgo español puede alcanzar una cotización de 30.000 euros en adelante. Sin llegar a tanto, el precio de un cachorro bueno es de «300 euros en adelante», y ya si si quiere uno para competir, no menos de 3.000 euros, apunta Lorenzo Masero.
Con todo, el reto que se plantea la asociación es salvaguardar y mejorar la raza, porque, aunque los aficionados han contribuido a mantenerla, también «se ha degenerado mucho» a causa de los cruces, admite Masero.
Entrenamiento
Otro aspecto en el que se hizo hincapié en esta primera jornada divulgativa es en la falta de preparación y de entrenamientos, según expuso Óscar Fernández Zarzuelo, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte y preparador de galgos. Para este experto, los también los galgos son como los deportistas, y se puede tener un buen ejemplar que obtenga un buen puesto en un campeonato porque tienen unas buenas características, pero para estar en la final o en la élite, necesita entrenamiento.
La jornada, a cuya clausura asistió el director general de Producción Agropecuaria de la Junta, ha servido para sentar las bases del programa y, pese a que los responsables de la asociación expresaron su convencimiento de que «es viable», a partir de ahora se deben concretar el numero de participantes en el programa, establecer derechos y deberes, así como buscar formas de financiación como primeros pasos.
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