John Cusack, en una escena de la película. / EL NORTE
CULTURA

Una habitación endemoniada

Basada en un relato de Stephen King, la película '1408' queda atrapada en la misma 'suite' que el protagonista, John Cusack

BORJA CRESPO

Viernes, 14 de diciembre 2007, 02:12

Promete mucho '1408', cinta basada en un relato del prolífico Stephen King. Y empieza bien, muy bien, introduciéndonos en un misterio absorbente... para caer en picado. Se antoja un cortometraje alargado, un episodio de 'En los límites de la realidad' estirado, esta película dirigida por el sueco Mikael Hafström ('Sin control') que protagoniza John Cusack, muy entregado en su papel de reverso escéptico de Iker Jiménez.

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El protagonista de 'Alta fidelidad' encarna a Mike Eslin, un escritor desencantado que vive de ventilarse, sin demasiada pasión, libros sobre mansiones supuestamente embrujadas. La mayoría son hoteluchos cuyo mayor reclamo para el turismo son dudosos fenómenos paranormales, anunciados a bombo y platillo en las guías especializadas. El día a día de este cazador de fantasmas, un juntaletras de ficción frustrado, consiste en visitar lúgubres habitaciones, armado con una grabadora y poco más. En ellas pasa la noche, para desvelar si son reales los hechos horripilantes sin explicación aparente que sirven de promoción al lugar.

Paseo por el terror

Eslin sólo cree en lo que ven sus ojos. Prefiere desacreditar casas encantadas a certificar que existen seres de otra dimensión pululando a nuestro alrededor. Pero su escepticismo se tambalea cuando va a parar a la habitación número 1408 del Hotel Dolphin. El reto que siempre había buscado, 'best- seller' tras 'best-seller', por fin llega, pero puede acabar con él. Nadie se atreve a entrar a la 'suite' endemoniada. Todo aquel que ose alojarse en ella, pierde la razón y acaba suicidándose. Las paredes atrapan al inquilino sin remisión, pero ¿qué es lo que ocurre realmente?

Hasta aquí el planteamiento de una cinta de terror llevadera, que casi se alza con el premio del público en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. El espectador con ganas de pasarlo mal, sea o no aficionado al género, se contenta con el susto fácil y el efectismo para pasar el rato, una opción perfectamente válida. No es necesario 'romper la pana' en el terreno del pánico para llevarse el gato al agua.

Previsible

'1408', aunque previsible, funciona bien, sin apenas fisuras, hasta el momento en que Cusack se encierra en el siniestro habitáculo, objeto de estudio, ya avanzado el metraje. Precisamente cuando nos quedamos en un único espacio y se abren las puertas de la percepción, el cuento de terror cojea, por repetitivo y pomposo.

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El misterio en el cual se ve inmerso Eslin gira en torno a sí mismo, apoyándose en un despliegue de efectos visuales que hieren el ritmo por exceso. A grandes rasgos, '1408', éxito en la taquilla americana, refleja la obsesión de Stephen King por la metaliteratura. Vuelve a hablar de sí mismo, de la pesadilla del escritor frente a la hoja en blanco, como ya quedase patente en otras cintas que adaptan su obra, como la fallida 'La ventana secreta' o las clásicas 'Misery' y 'El resplandor'.

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