Villanubla pierde este año casi 140.000 pasajeros y el transporte de mercancías se hunde el 80%

La pandemia ha arrasado con el turismo y el ocio y no hay aeropuerto, aerolínea, agencia de viajes o fabricante aeronáutico que se libre de sus dramáticas consecuencias. El tránsito de viajeros y cargas del aeródromo vallisoletano nunca tuvo hora punta, pero ahora se ha quedado en anecdótico. Concluida la temporada de verano, que este año solo ha añadido un vuelo semanal de Ryanair a Palma, a partir de ahora solo es posible volar desde Villanubla a Barcelona los lunes y viernes con la aerolínea irlandesa y también a la Ciudad Condal el primer día de la semana con la filial de Iberia, Vueling, los lunes.

El aeropuerto vallisoletano registró en septiembre 7.083 viajeros con una bajada del 71,2%, lo que deja la cifra acumulada en los nueve primeros meses en 61.451. Villanubla opera sin ayudas, al contrario que, por ejemplo, el Virgen del Camino de León.

Allí, el Consorcio para la Gestión de la Promoción del Aeropuerto de León aprobó este lunes la prórroga del contrato con Air Nostrum, la filial regional de Iberia, que permitirá al aeródromo leonés ofertar 76 vuelos hasta el mes de abril con destino a Barcelona, Baleares y Canarias. Para hacerlo posible, la Diputación y el Ayuntamiento pondrán 400.403 euros.

En lo que va de año, el aeródromo leonés ha tenido 15.923 pasajeros, el 68,6% menos que en 2019 y el aeropuerto de Salamanca ha contado con 1.740 viajeros, una caída del 88,3%.

Mientras, el aeropuerto de Burgos es uno de los tres únicos de España (con Albacete y Huesca) que presenta un balance con crecimiento de viajeros, en concreto del 39,2%, hasta un total de 18.892 usuarios. El aumento tiene en este caso bastante que ver con la intervención de Promueve Burgos, que ha abonado 1,2 millones a Air Nostrum, para mantener los vuelos regulares a Barcelona.

Villanubla retomó los vuelos comerciales el 22 de junio, una vez superados los tres meses largos de estado de alarma durante los que no hubo vuelos regulares y la actividad permaneció bajo mínimos. Aún hoy Aena recomienda a los viajeros consultar con la aerolínea antes de ir al aeropuerto para asegurarse de que no habrá sorpresas.

De hecho, la ALA, la Asociación de Líneas Aéreas que aglutina cerca de 80 aerolíneas que vuelan en España ha advertido de que las restricciones para viajar lastran la temporada de otoño e invierno, por lo que reclama al Gobierno que adopte un plan de ayudas para la supervivencia y posterior recuperación del sector aéreo.

Más del 80% de los trabajadores del sector afectados por ERTES durante el estado de alarma sigue estándolo y cifra en más de un millón de puestos de trabajo los que están en juego.

ALA propone incentivos para animar la demanda de pasajeros como la bonificación de las tarifas aeroportuarias, principalmente de la tasa de pasajero y la de aterrizaje; y la prolongación de los ERTE por fuerza mayor hasta Semana Santa de 2021 para ajustar las plantillas a la actividad aérea y garantizar su empleabilidad en el futuro.

Aena recuerda que sigue prohibida la entrada a las terminales de los aeropuertos de toda persona que no vaya a viajar y solo pueden acceder a las instalaciones los pasajeros con tarjeta de embarque, los trabajadores del aeropuerto y los acompañantes con causa justificada.