Los vallisoletanos anticipan las compras para esquivar las subidas en la Navidad más cara
La UCE calcula que el presupuesto para sufragar los gastos de las fiestas aumentará hasta los 590 euros por persona
Hay consenso en que estas serán las Navidades más caras desde que hay registros. La escalada de precio de la cesta de la compra y ... en particular de los alimentos, agravada por fenómenos como la gripe aviar, complica la elaboración de los menús festivos a las familias. Por eso son cada vez más los vallisoletanos que optan por adelantarse y congelar para esquivar las subidas.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) no ofrece cifras desglosadas de las provincias, pero echar un vistazo a las regionales permite hacerse una idea de cuánto se han encarecido los comestibles más demandados. Los últimos datos, correspondientes al mes de octubre, revelan que clásicos de las mesas de Nochebuena y Nochevieja como el lechazo están el 8,4% más prohibitivos que un año antes. Y sustituirlo por la carne de vacuno no es una opción, porque se ha disparado el 19,6% en el mismo periodo. También se ha incrementado el precio del pescado fresco y congelado, el 6,3% en comparación con el décimo mes de 2024, frente al crecimiento más moderado del 2,5% de los crustáceos y los moluscos.
Más reciente es la primera entrega del Observatorio OCU de precios, que avanzó este jueves que «los alimentos típicamente navideños han subido un 5,1% en diciembre» respecto a hace un año y ya acumulan un ascenso «del 57% en la última década». El informe pone de manifiesto que diez de los 16 productos analizados son más costosos y en siete casos «alcanzan máximos históricos». En concreto, se trata del jamón ibérico de cebo, las ostras, el cordero lechal, el redondo de ternera, el pavo y dos frutas, la granada y la piña.
Esto lleva a la Organización de Consumidores y Usuarios a sentenciar que este 2025 «las cenas navideñas se perfilan como las más caras de los últimos años». Por eso recomienda «planificar las compras con antelación, aprovechar ofertas y considerar alternativas más asequibles, como carnes de ave», además de «comprar marisco fresco para congelarlo».
«Hemos detectado que ocurre y no es algo exclusivo de este año, sino más bien una tendencia en la que han influido mucho los mensajes que se lanzan desde los medios»
Jesús Herreras
Presidente de Fecosva
Así las cosas, no es extraño que sean muchos los que siguen este consejo y optan por llenar la despensa con antelación. Lo confirma el presidente de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid (Fecosva), Jesús Herreras, quien incide en que «hemos detectado que ocurre y no es algo exclusivo de este año, sino más bien una tendencia que se está notando en los últimos años» y que va a más. «Han influido mucho los mensajes que se lanzan desde los medios, con mucha lógica, de que la gente lo anticipe para repartir ese gasto, porque precisamente una de las cosas que provoca casi siempre la subida de los precios es el exceso de demanda concentrada en muy pocos días», continúa.
El peso de la tradición
El máximo responsable de Fecosva asegura que el vallisoletano «ha aprendido a comprar con el fin de ahorrar dinero» empujado por «la inflación, que influye en muchas cosas», en la medida en que limita la capacidad de gasto. A esto hay que añadir en este momento el impacto en la economía doméstica del virus que afecta a pollos y gallinas, que se refleja sobre todo en un repunte de los huevos del 25,1% en relación al año pasado, que hace más complicado animarse a elaborar un postre. Menor debería ser la influencia de la peste porcina, puesto que como indica Jesús Herreras «en teoría los precios deberían bajar por el exceso de oferta de lo no vendido».
En la misma línea se expresa la secretaria general de la Agrupación Vallisoletana de Comercio (Avadeco), María Balsa, quien coincide en que «la tendencia es adelantar las compras pero no es de ahora, no es algo novedoso de este año, llevamos varios años así», como consecuencia de «todas las subidas del IPC (el Índice de Precios de Consumo) que han hecho encarecerse tanto la alimentación, y por eso todo lo que te puedas ahorrar antes eso que reduces la cesta de la compra de Navidad», resume. Una dinámica al alza, «lógicamente», teniendo en cuenta que «se está informando y se está diciendo que son las Navidades más caras, aunque habría que ver si eso es real porque el IPC no está subiendo más que el año pasado, en algunos artículos sí pero no de una manera generalizada».
«Lo de adelantar las compras no es de ahora, no es algo novedoso de este año, llevamos varios años así por todas las subidas del IPC que han hecho encarecerse tanto la alimentación»
María Balsa
Secretaria general de Avadeco
María Balsa apunta, al hilo de esto, que «la Navidad es una tradición y no se renuncia a las tradiciones», por lo que es natural que los ciudadanos busquen la forma de «ahorrar para seguirlas disfrutando ya no mejor que otros años, sino por lo menos igual».
Una realidad a la que no es ajeno el presidente de la Unión de Consumidores de España (UCE) en Castilla y León, Prudencio Prieto, quien sin embargo no es partidario de esta práctica. «Ocurre todos los años independientemente de que nosotros no somos partidarios en general de que adelanten compras porque todo lo que se van a ahorrar, si se ahorran algo, después lo tienen que gastar en la congelación», advierte. Es más, prosigue, «no quiero decir con esto que este año vaya a ser así, pero por regla general está demostrado que un día antes, sin esperar a los empujones del último momento, hay productos típicos como el lechazo que dependiendo de la partida, de la cantidad que metan y los resultados, suele estar incluso más bajo».
«Distinto ya es el pescado, que es más problemático que baje, unas veces por falta de cantidad, otras porque sujetan los precios para mantenerlos y otras porque retienen el producto, y también influyen los temporales», admite el dirigente de la UCE. Cuando se le pregunta si comparte la percepción de que estas serán las fiestas más onerosas es igual de claro, y vaticina que «seguramente un 3% o un 4% como poco más caras, aunque depende lo que cada uno entienda por gastos navideños porque no solo es la alimentación, sino los regalos y las cenas y comidas fuera del hogar».
En todo caso, Prudencio Prieto aboga por «aplicar el sentido común, como hace muchísimos años que venimos pregonando», y sin ir más lejos por optar por «menús alternativos» en los que podría tener protagonismo «la carne de porcino, que seguro que va a bajar de precio porque al cerrar los mercados de exterior van a tener que sacarla aquí». «Estamos en un mercado abierto y hay 20.000 formas de poder comer sin tener que ir todos a lo mismo. Tenemos 365 días para comer lechazo o lo que nos dé la gana, ¿por qué tiene que ser el 24 o el 31?», se pregunta, y remarca que «si dispersamos un poco las compras posiblemente los precios se van a mantener, porque a mayor demanda más precio, y al revés».
A más crisis, más lotería
Ahora bien, ¿cuánto nos gastaremos durante estas fiestas? La UCE de Castilla y León está cerrando el estudio que realiza por estas fechas, que no está concluido, y por eso Prudencio Prieto apunta «con muchísima, muchísima cautela» que el incremento respecto a 2024 se situará «en una horquilla de entre un 1,5% y un 3%». Hay una excepción a esa alza, la lotería, una partida que sin embargo será más abultada porque «cuanta más crisis, más tontos nos ponemos y más jugamos».
Con los cálculos disponibles en este momento, en Valladolid «el presupuesto por persona se elevará un 2,5%», detalla, hasta alcanzar los 590 euros por individuo para los gastos navideños. Un concepto que va bastante más allá del condumio, puesto que incluye juguetes, regalos no infantiles, ocio y salidas, además de los mencionados décimos o participaciones para los sorteos.
El Black Friday es el «pistoletazo» de la mejor campaña comercial del año
Las dos patronales del comercio local, Avadeco y Fecosva, coinciden en que el Black Friday es «el pistoletazo de salida» de la campaña comercial más fuerte del año. Es lo que constata la secretaria general de la primera de esas organizaciones, María Balsa, quien pone en valor el hecho de que se desarrolle «al día siguiente de la inauguración de la iluminación, aprovechando el tirón de que está toda la gente en la calle», puesto que al gran «poder de atracción» que tienen las luces se suma el plus añadido de los descuentos. Respecto al balance de esos días, la directiva de Avadeco asegura que «el viernes por la mañana ha sido más de cadenas y ya el viernes por la tarde y el sábado más de comercio próximo», con la tecnología y las prendas de abrigo como grandes protagonistas de cara a obsequiar a los más cercanos en Papá Noel y Reyes y al mismo tiempo ahorrarse un buen pico. «El resto de regalos los vallisoletanos somos de empezar a comprarlos después del puente (de la Constitución) pero el boom es el día de la Lotería de Navidad», indica María Balsa, quien añade que, «en general, somos de dejarlo para el último momento, quitando los juguetes que sí que se anticipan». En la misma línea, desde Fecosva Jesús Herreras señala que el Black Friday «tiene incidencia para el comercio de proximidad en el sentido de que anima al consumidor a salir y a comprar más que si no lo hubiera», y reconoce que también «ha influido en que ha cambiado un poco la mentalidad de la gente, que considera que desde ese momento ya estamos en Navidad. Además ha coincidido con el encendido de las luces, y ese ambiente siempre viene bien», dice. Con todo, el presidente de la federación insiste en que es un evento que a las tiendas más pequeñas les pilla «a contrapié, no está en nuestro ritmo de ventas sino que es algo que vino de repente» y que se han visto obligados a asumir. «Lo fuerte empieza ahora y este año más, porque el frío ha entrado bastante tarde, en noviembre, y no hemos tenido tiempo de ir sacando los artículos de temporada», zanja.
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