Un vallisoletano crea un sistema de pago que «pone en valor los negocios tradicionales»

El nombre elegido es Carlo App y la experiencia piloto la realizaron en Mónaco, donde cuenta con 20.000 usuarios y se han movido 13 millones de euros en transacciones. Traer la aplicación a Valladolid fue idea de Carlos en homenaje a sus raíces. «Esta es mi ciudad y es más acogedora de lo que muchos piensan, por lo que creo que es una oportunidad muy buena para los comercios tradicionales para darse a conocer y fidelizar clientes», explica. El pequeño comercio de Valladolid no pasa por su mejor momento y vende a través de las tiendas físicas, principalmente. Por ello, la existencia de esta aplicación «les ayudará a jugar en otro terreno, el de la moneda local y sus ventajas». Esto es posible porque todo el dinero que se genera en reembolsos dentro de la aplicación, sólo tiene una salida, que es volver a gastarlo en los comercios adheridos. Opinión compartida por Julio Ascaso, propietario de Zapatería Biarritz. Este comerciante «agradece» la existencia de la aplicación y comenta que «es una gran idea que una persona de Valladolid piense en los usuarios de la ciudad y en los comercios. La gente va a poder aprovechar la oportunidad y eso, a la larga, repercute en todos». En el mismo sentido, Manuel Marcos, propietario de Fooga, manifiesta que «Carlo es una aplicación muy útil por el apoyo que brinda al comercio local y porque puedes fidelizar clientes de una forma diferente».

La aplicación cuenta ya con veinte comercios adheridos, es gratis y para todos los públicos. Cada vez que el usuario realiza un pago a través de Carlo recibirá un 5% del valor de la compra, importe que podrá acumular y gastar en otro comercio únicamente a través de la aplicación. Para el comerciante, funciona de una forma distinta y de cada compra la aplicación guarda un 10%, que se divide en 5% para el cliente, 2% para la persona que haya recomendado la aplicación y 3% para la propia aplicación. De esta manera, Carlo se financia y obtiene beneficio a través de las compras realizadas y las recomendaciones. «Lo que se pretende es generar economía circular y una moneda local», explica Carlos Palencia Pinedo.

Por el momento, la aplicación está dando sus primeros pasos en Valladolid pero su creador augura «un buen futuro» para una iniciativa que tilda de «novedosa».