Borrar
Rubén Estévez circula por la Acera de Recoletos de Valladolid con su patinente eléctrico. Rodrigo Ucero

Valladolid no tendrá una regulación sobre el patinete eléctrico hasta 2020

El Ayuntamiento desconoce el número de estos vehículos, que circulan por la ciudad, pero su intención es regular su uso con una «ordenanza global de movilidad»

eva esteban

Valladolid

Domingo, 16 de diciembre 2018, 09:44

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Llegaron por primera vez a las grandes y medianas ciudades españolas hace menos de un año. Son silenciosos, veloces y se han postulado como una alternativa sostenible de movilidad para sortear al tráfico urbano. Sin embargo, en apenas unos meses, los patinetes eléctricos han forjado un amplio ejército de defensores y detractores a partes iguales. Su potente irrupción ha generado un intenso debate sobre su utilización y limitaciones, hasta tal punto que ahora la Dirección General de Tráfico (DGT), a petición de numerosos ayuntamientos entre los que se encuentra el de Valladolid, ha decidido regular su uso con una normativa a nivel estatal.

Si todo va bajo lo previsto, entrará en vigor en enero de 2019. En la actualidad, «solo Barcelona y Madrid» han dado los primeros pasos para poner freno a este fenómeno «imparable». Valladolid, por su parte, quiere acabar con este «vacío legal» cuanto antes, pero para ello necesita que «desde arriba» se establezcan una serie de «pautas y criterios jurídicos» que guíen sus iniciativas. Así al menos lo asegura el concejal de Seguridad y Movilidad en el Consistorio vallisoletano, Luis Vélez, quien además se muestra «preocupado» por el notable aumento de estos vehículos en la ciudad. «Hay preocupación y responsabilidad por su irrupción. Nos ha pillado un poco a todos por sorpresa, no solo a Valladolid», afirma el edil. «La sociedad ha ido por delante de la Administración», continúa.

En la actualidad, el Ayuntamiento desconoce el número de patinetes que circulan por las calles de la capital vallisoletana debido a la inexistencia de un censo que regule su uso, pero si hay algo que Vélez tiene claro es que en las últimas semanas su presencia se ha «incrementado» de manera exponencial. «No tenemos datos reales de los que hay, pero sí que tenemos que ponernos las pilas porque a partir de Navidad va a ser un 'boom'», apunta. En este sentido, el presidente de la Asociación de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (AUVMP), Juan Jiménez, asegura que es «imposible» saber cuántos vehículos de este tipo hay tanto en Valladolid como en Castilla y León. «Estimamos que, a día de hoy, en España hay entre 25.000 y 27.000, pero no tenemos ni la más remota idea de cuántos puede haber en Valladolid», argumenta. «Desde septiembre el número ha crecido muchísimo, entre cinco y siete mil patinetes a nivel nacional, y la previsión para 2019 es que las ventas se multipliquen por cuatro y lleguemos a los 100.000», continúa el presidente.

Pero la particular guerra emprendida en todo el país contra estos vehículos de movilidad personal (VMP) ha provocado justo el efecto contrario: lejos de alejarlos de las calles y vías, la reducción de su precio ha provocado que sus ventas se hayan prácticamente duplicado. De hecho, entre tanta incertidumbre sobre su futuro, se espera que sea uno de los regalos estrella de estas Navidades. Sin embargo, la AUVMP atribuye estas circunsancias fundamentalmente a una regulación «favorable» sobre su utilización y a la llegada de empresas de alquiler a la capital. «Todo esto ha provocado que el patinete esté en boca de todo el mundo. Se ha hecho plantear a mucha gente que el patinete es muy buen vehículo y una opción bastante buena para moverse», incide Jiménez.

«Nos ha pillado a todos por sorpresa; la sociedad ha ido por delante de la Administración»

Luis Vélez, concejal de Seguridad y Movilidad en el Ayuntamiento de Valladolid

Por todo ello, la intención que tiene el Ayuntamiento es poner en marcha una «ordenanza global de movilidad» que aborde tanto las normas de circulación de ciclistas como una actualización del reglamento municipal de tráfico, ya que «tiene treinta años y está obsoleto». Así, en cuanto la DGT «mueva ficha», la Concejalía de Seguridad y Movilidad iniciará un proceso de consulta pública, un «debate ciudadano» para saber realmente qué es lo que opinan los vallisoletanos sobre esta regulación.

Los procesos de elaboración de ordenanzas «son lentos», y sea como fuere, «todo tipo» de patinetes, tanto «eléctricos, manuales, de mucha velocidad, de poca, con sillín..», continuarán en el limbo ilegal de la ciudad hasta, al menos, 2020. «El primer borrador de la ordenanza lo haremos en este mandato municipal. Un reglamento nuevo se tarda en sacar adelante entre uno y dos años, y por eso habría que intentar que entre 2019 y 2020 pudiéramos tener algo», argumenta Vélez.

Sanciones

Sin embargo, reconoce Vélez, ese «vacío legal» provoca que, a día de hoy, los vallisoletanos puedan usar su patinete por las calles de la ciudad. Eso sí, con riesgo de multa. «Depende por dónde vayan y el riesgo que conlleve se exponen al riesgo de que puedan ser sancionados», incide. Cuando la Policía Municipal se cruce con un usuario en patinete, aplicará la penalización que considere conveniente en función del «riesgo y la proporcionalidad». Tal y como insiste el responsable del área, la intención no es «sancionar a todo el mundo», sino garantizar la seguridad tanto de peatones, vehículos como del propio usuario.

Cómo circular de forma segura, según Bird

  • Uso del casco: No es obligatorio, pero sí muy recomendable. Además, sería idóneo que los usuarios lleven chaleco reflectante entre la puesta y la salida del sol.

  • La acera, para los peatones: Aunque por el momento no está claro por dónde deben circular, la acera nunca será la opción, ya que deben quedar reservadas para los peatones.

  • Velocidad permitida: La norma general está fijada en 30 km/h, aunque la DGT quiere reducir este máximo a 25 km/h para garantizar la seguridad tanto de usuarios, peatones como vehículos.

  • El carril bici, la mejor opción: Es el espacio más adecuado para que circulen los patinetes eléctricos, libre de coches, atasco y peatones. De hecho, es la opción que baraja el Ayuntamiento de Valladolid para la nueva ordenanza de la ciudad.

  • Evitar distracciones: Hay

  • Trayecto conocido: Cuando sea posible, es conveniente elegir una ruta conocida para evitar imprevistos, con calles con una alta densidad de tráfico o por donde no esté permitido el uso del patinete.

Por otra parte, aunque «ninguna norma» recoge por dónde pueden o no circular, el edil de Movilidad aboga porque estos vehículos se muevan por zonas como «ciclocarriles, carriles bici o calles limitadas a treinta kilómetros por hora». «Esos son los itinerarios más adecuados, es lo razonable y lo que intentaremos que esté en la nueva ordenanza. Aunque generará conflicto con ciclistas y otros sectores, trataremos de buscar esa necesaria convivencia» sostiene.

Un vallisoletano habla de su uso

Las primeras veces son difíciles de olvidar. El vallisoletano Rubén Estévez estaba «pasando el día» en Madrid con su familia la primera vez que un patinete eléctrico se cruzó en su camino. Fue un amor a primera vista. «Lo vi y dije: 'esto tengo que probarlo yo'», asegura. Dicho y hecho. Era finales de octubre. A los pocos días probó uno de alquiler, «me gustó» y comenzó una intensa búsqueda para encontrar uno asequible para su bolsillo. Antes de que terminase el mes ya se había hecho con uno. «Estuve mirando por páginas de internet para encontrar uno barato, hasta que un día llegó un cliente a mi bar y me dijo que había encontrado uno por unos cien euros menos de los que yo había encontrado. Una locura, y claro, lo compré», incide el propietario del bar Mayca, en la plaza de los Vadillos de la capital vallisoletana.

Lleva «poco más de un mes» con el patinete y ya no se imagina un día a día sin subirse en él. Lo usa para «todo». «Voy a trabajar con él y también lo uso para darme paseos. Es un vehículo muy práctico y útil porque te permite ahorrarte tiempo de espera. Por ejemplo, si quiero ir de mi casa al trabajo andando, tardo como unos quince minutos. Sin embargo, si voy en patín no llega a cinco», apunta Rubén. También le permite rehuir de los odiados atascos o del «agobio» de los autobuses urbanos. «Antes lo cogía para todo; ahora solo para ir a buscar a mi niña. De verdad, el patinete es mucho mejor».

Rubén Estévez, uno de los usuarios que apuesta por el uso del patinete eléctrico en Valladolid. Rodrigo Ucero
Imagen principal - Rubén Estévez, uno de los usuarios que apuesta por el uso del patinete eléctrico en Valladolid.
Imagen secundaria 1 - Rubén Estévez, uno de los usuarios que apuesta por el uso del patinete eléctrico en Valladolid.
Imagen secundaria 2 - Rubén Estévez, uno de los usuarios que apuesta por el uso del patinete eléctrico en Valladolid.

Tanto Rubén Estévez como el resto de vallisoletanos que recurren a este vehículo para moverse por la ciudad, que son «muy poquitos», han aprendido a convivir con el 'sambenito' de ser los apestados de la carretera. No solo rechazan los falsos mitos que se están fraguando respecto a los patinetes eléctricos, sino que van más allá. «No son nada peligrosos, reúnen las características de seguridad y velocidad permitidas», sentencia. La clave, según el gerente del bar Mayca, reside en tener «dos dedos de frente» y saber por dónde se debe o no circular. «Con sentido común se puede circular sin problemas por Valladolid, y más con estos ciclocarriles que nos han puesto», argumenta.

Rubén, por ejemplo, asegura que, a bordo de su patinente, «nunca se me ocurriría» compartir espacio con los peatones o circular por calles con «mucho tráfico». «Hay que ser coherentes. A mí, personalmente, en calles donde hay mucho tráfico me da miedo circular. Además, por calles peatonales de Valladolid como Mantería, Santiago o Regalado no se me ocurriría ir con el patín, no puedes circular por ahí, habría que ir con él de la mano».

Su velocidad máxima permitida es de 30 kilómetros por hora, requiere un tiempo de carga de cinco horas y media y su precio oscila entre los doscientos y los mil euros. Así es el nuevo vehículo que ha revolucionado la forma de moverse por la ciudad y que ha despertado todas las alarmas tanto en la Administración local como nacional. Si hay algún aspecto en el que coinciden tanto los órganos de gobierno como los propios usuarios es en la necesidad de regularlo. «Hay que regularlo, así nosotros también sabemos a lo que nos atenemos, porque ahora está todo muy confuso», reconoce Rubén Estévez. «En Valladolid hace falta una norma, pero hay que tener la misma legislación en todo el país. Así estamos en igualdad de condiciones», concluye este vallisoletano.

«Va a ser el regalo estrella de estas Navidades»

Su venta no le afectará «mucho», pero Juan Carlos Repiso, gerente de la tienda de electrónica 'Innova Gadget', situada en el Paseo del Hospital Militar de Valladolid, lo tiene claro: el patinete eléctrico será el regalo estrella estas Navidades. «Nosotros afrontamos una campaña un poco floja, pero las grandes superficies seguro que venderán muchísimos patinetes», sostiene. Y es que, tal y como apunta Repiso, en la capital vallisoletana «cada vez» son más las personas que «preguntan» y «se interesan» por este vehículo de movilidad personal. «Cada vez se van a vender más, y sobre todo en Valladolid. Es muy cómodo para moverse por el centro, pero para eso tiene que estar regulado», insiste.

Los jóvenes, «entre 18 y 25 años», son los «principales» usuarios de este servicio. «La necesidad de regulación viene también dado por este aspecto. Como la mayoría es gente joven, no todos tienen la precaución de circular con cuidado, y suele haber gente que lo usa de forma más extrema de lo que se debería; más velocidad, calles y aceras estrechas...». Además, es precisamente la creciente demanda de estos patines lo que ha provocado que, como Innova Gadget, muchas empresas en la ciudad hayan optado por ampliar la frontera de marcas con las que trabajar. «Antes trabajábamos solo con dos, y ahora con bastantes más. Te vienen a pedir de todo; hay mucha variedad: desde niños, gente con mucho peso, con sillín, más rápidos...», señala.

Innova Gadget comenzó a notar el 'boom' de los patinetes eléctricos en verano del año pasado. Al principio, según reconoce su gerente, no sabían «muy bien» si sería una moda pasajera o iría a más. Solo el paso del tiempo dictaría sentencia sobre su uso. Hoy, año y medio después, las sospechas se han confirmado: los patinetes han llegado a las calles de Valladolid para quedarse. Esta tienda «solo» ha vendido «algo más de una docena» durante este periodo, pero Repiso tiene «constancia» de que las grandes compañías «venden muchísimo» en la capital vallisoletana. «Aquí puede haber, tranquilamente, entre 1.000 y 2.000 patinetes eléctricos, e irá a más», concluye.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios