Valladolid destina cada día 517 euros al mantenimiento y arreglo de columpios en 197 zonas infantiles
El Ayuntamiento invierte 1,6 millones para ampliar y crear nuevos espacios de juegos
Era un corro de bancos de piedra, en torno a una «hondonada de baldosas levantadas», en una calle sin apenas uso, más allá de ese ... tramo de acceso a los garajes desde la calle Moradas. Un espacio «muerto» en La Rondilla. Una calle «triste» sin apenas uso, que reclamaba una «rehabilitación urgente», dicen desde la asociación vecinal. Y la respuesta ha llegado en forma de balancines, toboganes, un tapiz de colores donde antes había adoquines rotos.
La instalación de columpios en la calle Quevedo (64.783 euros de inversión) es un ejemplo de rehabilitación urbanística, de recuperación de espacios públicos, a través de zonas de juegos infantiles. Yno es el único caso. Está también la calle Guipúzcoa (en las Delicias) o Pato (en Pajarillos), que han estrenado columpios en las últimas semanas, o San Juan y Vadillos, donde se han renovado. «Es algo que ya no está limitado a los parques o jardines, sino que cada vez tienen más espacio para revitalizar las plazas», explican desde la concejalía de Medio Ambiente.
El Ayuntamiento ha invertido el último año 1,6 millones de euros en la renovación, ampliación o creación de nuevas zonas de juegos infantiles y de espacios biosaludables, bien a través de columpios, bien con acciones relacionadas, como la colocación de bancos, la plantación de árboles o la instalación de mesas de picnic. La mayor parte de ellas procedía de las propias peticiones vecinales a través de los presupuestos participativos.
«Se ha demostrado que es una de las grandes demandas ciudadanas», explica María Sánchez, concejala de Medio Ambiente, quien asegura que, vinculadas a estas áreas de juego, se generan mejoras en el barrio asociadas a la convivencia o la práctica de deportes. En los últimos años, se ha apostado además por más columpios para bebés y niños con discapacidad. Y por ese uso de estos espacios como herramienta de regeneración urbanística.
«En el caso de la calle Quevedo ha sido un éxito. El espacio antes estaba vacío. Desaprovechado. Ahora siempre hay familias con niños, porque pilla de camino y no hay que ir hasta el parque Ribera de Castilla para que los niños jueguen con los columpios», explica Miguel Ángel Niño, presidente de la asociación vecinal Rondilla, quien apunta que desde el colectivo ya se plantean «aprovechar aún más el espacio» con la organización de actividades, como lecturas o citas culturales.
En la actualidad, Valladolid cuenta con 197 zonas de juegos infantiles y 28 espacios biosaludables, de acuerdo con el registro que maneja el servicio de Parques y Jardines. Y reconocen que hay distritos que están infradotados. Sobre todo el centro. Es muy difícil, aseguran, encontrar espacios idóneos para la instalación de estas áreas. El Consistorio ha desestimado las peticiones vecinales para instalar columpios en Portugalete o el entorno del archivo municipal por entender que son espacios monumentales que no casan con la colocación de áreas infantiles.
También se ha detectado una carencia en barrios como Batallas, Vadillos y San Juan, donde se han renovado los toboganes y balancines existentes. Porque los columpios son una demanda incluso en barrios envejecidos.«Tal vez no haya familias jóvenes. Pero allí viven los abuelos, que se pasan muchas tardes con los niños y los llevan al parque», explica Alfredo Mantecón, de la asociación vecinal de Belén. Allí, en su barrio, están a la espera de una inversión en la plaza de las Nieves. «Los columpios que teníamos ya estaban podridos por abajo, con mal anclaje, el suelo de caucho levantado.Ya nos han anunciado que los instalarán... aunque también hemos pedido que coloquen más sombra, bancos y alguna mesa donde se pueda merendar», añade Mantecón.
El año pasado, el Ayuntamiento destinó 188.984 euros (517 euros al día) para las revisiones y el mantenimiento ordinario de los columpios (arreglo de cadenas, reparación de asientos rotos, nuevas capas de pintura, retirada de grafitis). Pero esta cantidad puede dispararse en los casos de actos vandálicos. Por ejemplo, hace tres años hubo que destinar 40.000 euros para afrontar los destrozos ocasionados en el barco infantil del Campo Grande.
El listado de las inversiones municipales acometidas durante 2019 y las previsiones para estas primeras semanas de 2020 incluyen el montaje de toldos en los juegos infantiles de la plaza de las Cortes, en Villa de Prado, para ofrecer sombra durante los meses más cálidos o la instalación de aparatos de ejercicios en la plaza de la Cebada (Huerta del Rey).
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