Tres jóvenes vallisoletanas compiten en un concurso de emprendimiento internacional con un proyecto de consultora ecológica
Las estudiantes de la UVA, que participarán este jueves en Países Bajos, ya ganaron el primer premio en España del Programa Hillary
Tres jóvenes estudiantes de la Universidad de Valladolid han creado una consultora ecológica para luchar contra el cambio climático desde el mundo de la empresa, ... proyecto con el que ya sueñan iniciar su carrera en cuanto acaben su etapa académica. Todo indica que lo conseguirán, pues de momento han conseguido el primer premio nacional del Programa Hillary, un concurso de emprendimiento social en femenino que da acceso a Start-Up Women's Cup, competición que se celebra en Países Bajos entre el jueves y el viernes y que llevará a Sofía, Luna y Andrea a enfrentarse con las ganadoras de otros países europeos.
Allí defenderán su proyecto, 'Verde Agua', que pretende promover el interés empresarial en aquellas medidas sostenibles que serán obligatorias a partir del 2021 por la recién aprobada Directiva del Parlamento Europeo sobre la reducción del impacto ambiental de determinados productos de plástico. De esta manera, la consultora será una especie de intermediaria entre las empresas y los proveedores de materiales biodegradables. Verde Agua ya ha dado sus primeros pasos, pues cuenta con una cartera de proveedores a disposición directa y tiene encargado algún trabajo para el futuro. Por ejemplo, en el mes de octubre tienen el cometido de suministrar los vasos, tenedores y otros utensilios del 'coffee break' en un congreso de cultura africana al que acuden 500 personas y dura cinco días. Verde Agua proporcionará a los organizadores estos objetos fabricados con materia biodegradable y compostable.
Con este proyecto, las estudiantes de 22 años ya ganaron el campeonato nacional del Programa Hillary, desarrollado a partir del Observatorio de la Validación de Competencias Profesionales (OBSERVAL) de la Universidad de Valladolid y cofinanciado por el programa Erasmus + de la Unión Europea. Para participar, las jóvenes elaboraron el plan de empresa, el apartado financiero, el de investigación, el plan de marketing y la creación de la imagen y de las bases de la empresa. También el modelo de negocio y el catálogo de servicios que Verde Agua ofertará.
«Queremos centrarnos en enriquecer a empresas de Castilla y León»
El proyecto Verde Agua tiene potencial para expandir su actividad a cualquier empresa europea, pero por el momento las tres jóvenes prefieren asentarse en la región. «Poco a poco vamos a ir creciendo, pero principalmente queremos centrarnos en enriquecer a empresas de Castilla y León», indica Sofía Lana. Asegura que en la región «hay mucho soporte» y se ven capacitadas para «enriquecer la Comunidad y aportar capital joven a la región, porque se está yendo todo el mundo cuando hay muchas oportunidades de negocio aquí». Andrea Fernández, la estudiante de Derecho y Administración de Empresas, explica que «queremos fomentar lo nuestro, porque aquí hay mucha investigación y parece que no la tenemos». Incide Fernández en que «ahora cada vez se escucha más que hay que fomentar el mundo rural, que además está muy relacionado con la sostenibilidad, y si antes se pasaba de los pueblos a las ciudades, ahora quizá habría que revertir el proceso». «Nosotras creemos que podemos sacar adelante el proyecto desde nuestras raíces». Para ello buscan proveedores de la región, pues por el momento todos los que han dado el visto bueno son de otras partes de España o incluso traspasan las fronteras nacionales. Aún así, las tres promotoras de Verde Agua esperan que las empresas de la región que cubren el sector puedan unirse próximamente al proyecto.
La principal fortaleza para el proyecto es el carácter multidisciplinar que aportan las tres vallisoletanas. Sofía Lana es estudiante de Comercio y conoce muy bien todo lo relacionado con la nueva ley europea ya que ha sido el punto principal de su Trabajo Fin de Grado. «Yo estructuro el modelo de negocio, la imagen y me encargo del contacto con los proveedores. Mi función es sobre todo la parte de publicidad y relaciones públicas», detalla Sofía Lana, estudiante de último curso. Por su parte, Andrea Fernández, estudiante del doble grado de Derecho y Administración de Empresas explica que «me encargo del tema legal, el registro de la empresa, la facturación y los presupuestos entre otras cosas». Ella posiblemente sea la más indicada para hablar del futuro de Verde Agua como empresa y, aunque «no vamos a ver si de verdad tenemos ese buen acogimiento hasta que lo llevemos a cabo», Fernández sí confía en que salga adelante porque «a este tipo de proveedores les faltan empresas que se interesen en sus productos». La empresa también crecerá de manera interna, pues «ya han contactado personas interesadas que querían unirse y en un futuro seguro que seremos más».
Alternativas biodegradables
En cuanto a Luna Fontecha, estudiante de Química, su papel según detalla se centra «en el conocimiento de los plásticos, por ejemplo, en cómo y para qué se utilizan los polímeros y en qué alternativas hay que realmente sean biodegradables o compostables». «Las empresas deben empezar a tener un componente social que de importancia a las personas y al medioambiente», considera la estudiante de Química.
Estos días, los esfuerzos de las jóvenes se han centrado en el congreso de octubre y sobre todo en la preparación del concurso internacional de Países Bajos. Allí tendrán que presentar en tan solo dos minutos su propuesta ante el jurado, que decidirá si el proyecto ganador es el de Verde Agua o alguno de los otros cinco países participantes. «Todo el mundo nos ha dicho que vamos muy bien posicionadas. Hay otros proyectos muy chulos, pero creo que nuestra idea a corto plazo es la que más proyección puede tener por la necesidad de las empresas a adaptarse ya», considera la estudiante de Comercio, que será la encargada de hacer la presentación. En buena medida, el resultado de este concurso puede determinar el futuro del proyecto, pues el que salga ganador obtendrá 2.000 euros.
«Queremos intentarlo y lanzarnos al mercado en los próximos meses. De hecho yo me estoy planteando si estudiar el Máster o ponerme de lleno con Verde Agua, porque realmente tenemos muchas esperanzas», comenta Sofía Lana. Para Luna Fontecha es «una ilusión, sobre todo por la experiencia que nos llevamos de aprender sobre emprendimiento social y en contribuir a que la gente también hable de estas cosas». Las jóvenes añaden que en las últimas semanas varias personas les han ofrecido aportación económica para la empresa e incluso ojeadores de otras plataformas de emprendedores les han planteado presentar su proyecto.
Este ofrecimiento es solo un síntoma más del gran potencial que tiene la consultora, que en su inicio ya cuenta con siete proveedores. Uno de ellos es una empresa mexicana que trabaja con huesos de aguacate para hacer tenedores y pajitas, y en el futuro también vasos. Otra utiliza materia fósil para convertir cualquier tipo de plástico convencional en material biodegradable.
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