Toros: así han preparado los cortadores su vuelta a la Plaza de Valladolid
Pablo Martín 'Guindi', Cristian Moras y Cristian Rubio explican cómo han trabajado el primer festejo taurino que se celebrará en el coso vallisoletano desde hace un año y ocho meses
El día 6 de junio vuelven los festejos taurinos a la Plaza de Toros de Valladolid. Un año, ocho meses y 21 días. Ese ... es el tiempo que pasará el coso vallisoletano sin albergar ni un solo espectáculo con toros por culpa de los rigores de la pandemia. Pero la larga espera de los aficionados acabará finalmente dentro de ocho días, cuando varios de los cortadores más reconocidos del panorama nacional regresarán a una plaza que, hasta el fatídico 2020, se llenaba durante los concursos de cortes año tras año. En esta ocasión, el coso solo podrá acoger el 50% de su aforo por las restricciones de la Junta –esté la comunidad en nivel 2 o en nivel 3 de alerta en ese momento–, pero una entrada de media plaza es todo un premio para la afición taurina después de tanto tiempo sin acudir a uno de los ruedos que más sabe de cortes en el mundo.
Los cortadores situados en la parte alta del escalafón están acostumbrados a participar en cerca de un centenar de concursos al año. No obstante, la pandemia ha rebajado considerablemente el número de certámenes y Pablo Martín 'Guindi', uno de los recortadores que volverá a pisar el ruedo del Paseo Zorrilla el domingo 6, no oculta que el parón le ha hecho perder la forma. «Hemos estado muy parados. Nos ha tocado acomodar nuestra vida a otras aficiones por la pandemia y a mí me está resultando más duro, mucho más difícil, volver a la cara del toro», explica el campeón de la Liga del Corte Puro en 2017 y 2018.
Los participantes en el concurso
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Pablo Martín 'Guindi'. Dos veces campeón de la Liga del Corte Puro
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Eusebio Sacristán 'Use' Tres veces campeón de España
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Jonatan Estébanez 'Peta' Tres veces campeón de España
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José Manuel González 'Poca' Campeón de Fallas 2017
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David Ramírez 'Peque' Campeón de Recortadores de élite en Las Ventas
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J. Manuel Medina 'Zorrillo' Actual campeón de la Liga del Corte Puro
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Cristian Moras Bicampeón de la Liga del Corte Puro
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Cristian Rubio Cortador de Cuéllar
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Javier Manso 'Balotelli' Cortador de de Narros de Cuéllar
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Sergio García 'Tororo' Cortador de de Morales de Toro
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Jorge Gómez Cortador de Bercial
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Arturo Tapia Cortador de San Pelayo de Guareña
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Saúl Rivera Cortador de de Peñausende
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Adrián Lambas Cortador de Medina del Campo
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César Ramos Cortador de Pollos
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Óliver García Cortador de Íscar
El cortador necesita ponerse delante de un toro para no perder sensaciones y, ante la falta de concursos y fiestas de pueblos en las que probar suerte, las fincas de reses bravas se han convertido en los mejores centros de tecnificación y perfeccionamiento. Desde la finca Cantoblanco, en Peñaflor de Hornija, el ganador de la Liga del Corte Puro de 2016, Cristian Moras, asegura que los días de campo han sido fundamentales para que, tanto él como sus compañeros, no perdiesen el contacto con el toro durante el parón. «En la finca no tienes presión, no estás en competición y si pegas un corte malo, repites. Esto nos ha permitido estar vinculados al toro, a pesar de la pandemia», explica Moras.
Cristian Rubio es uno de los cortadores que está llamado a firmar grandes tardes en el futuro. A sus 23 años, ha ido puliendo su técnica y todo hacía indicar que 2020 podría ser su año, pero la irrupción de la covid frenó su progresión. No obstante, ha seguido vinculado a los toros en las fincas y reconoce que entrenar en el campo tiene sus pros y sus contras. «En las fincas cortamos con toros afeitados y eso nos da algo de tranquilidad, aunque está claro que, en caso de percance, la seguridad que tienes en el campo no es la misma que la que hay en una plaza», indica el cortador de Cuéllar.
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Rubio llegará a la plaza de Valladolid el día 6 después de haber participado este año en solo tres concursos. «Si no fuera por las horas que hemos hecho en el campo, estaríamos todos perdidísimos», recalca el cortador en una frase que podrían suscribir los 16 participantes en el concurso que supondrá la vuelta de los toros al coso vallisoletano. De hecho, el iscariense Óliver García Sanz volverá hoy a saltar a la arena tras un año de parón obligado por la pandemia. Será en la plaza de la localidad cacereña de Montehermoso. Oliver García no será el único representante vallisoletano en el certamen, pues también está anunciada la participación de los medinenses Adrián Lambás y Cristian Moras así como la de Pablo Martín 'Guindi'.
La ausencia de continuidad puede hacer perder el sitio al recortador, pero hay otro factor que influye aún más en este aspecto: las cogidas. De eso, por desgracia, sabe mucho Pablo Martín 'Guindi'. «La gente recuerda bien cuando me cogió un toro en Zaragoza, pero la peor cogida que he tenido fue en Corrales del Vino –en septiembre de 2019–. Desde la cornada me han operado cinco veces. He tenido días muy malos, de no poder ni andar», reconoce el cortador de La Pedraja de Portillo poco antes de que Cristian Moras pasara a enumerar su amplia lista de 'heridas de guerra'. «El toro me ha cogido 17 veces. Me han pegado una cornada fuerte, tengo bastantes envainadas y costillas rotas, pero con la que más he sufrido fue con una cogida que tuve en Mojados, que me aplastó una vértebra», rememora el cortador medinense.
Estos hombres se juegan la vida cada tarde que salen a una plaza y su trabajo sobre el albero se traduce en una aportación económica mayor o menor que depende de la posición que les otorgue el jurado en cada concurso. No obstante, su arriesgada labor no sirve a la inmensa mayoría de ellos para vivir de esta afición. Pablo Martín 'Guindi' es albañil, Cristian Moras es militar y Cristian Rubio está preparándose las oposiciones para convertirse en agente medioambiental. «No cotizamos y no estamos nada regulados. Haciendo muchas fechas, unas setenta, y bastantes finales puedes ganar unos 20.000 euros por temporada. Pero si descuentas los viajes y los gastos nos queda solo dinero para nuestros caprichos. Yo creo, personalmente, que no se puede vivir de esto», reconoce Cristian Moras.
Si jugarse la vida cada tarde no les da ni para vivir, ¿qué razón mueve a los cortadores a seguir con esta peligrosa afición? Cristian Rubio tiene la respuesta. «Es inexplicable, pero cuando veo venir a un novillo hacia mí solo siento paz. No estoy nervioso, ni me sube la adrenalina. Cuando hago el paseíllo sí que pienso que quién me manda meterme en esa encerrona, pero dentro del ruedo disfrutas», sentencia Rubio, que hace unos años dio un gran disgusto a su familia cuando dijo que quería ser cortador. «En mi casa se lo tomaron muy mal. Encima tuve una cogida en mi primer concurso y me dijeron que lo dejara, que me echaban de casa. Al final, la afición ha podido con todo y el día 6 de junio estaré en Valladolid», concluye el cortador de Cuéllar que, como sus compañeros, sigue con su preparación para participar en la vuelta de los toros al coso vallisoletano en el marco de la aplazada Feria Taurina de San Pedro Regalado de Valladolid.
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