Jaime Curiel
Propietario de una zapatería y de una marca de ropa
«Siempre cuento que casi al día siguiente de nacer mis hijos estaba trabajando»Autónomo desde los 26 años, asegura que a fuerza de asumir cargas «llega un momento en que no da»
Jaime Curiel (Valladolid, 1981) sabe de primera mano lo que es emprender. «Soy autónomo con la tienda de calzados Armonía de la calle Regalado y ... luego tengo la marca Solera, de la cual soy autónomo y a la que facturo todos los meses», explica. Por eso no oculta su inquietud ante los sucesivos anuncios y rectificaciones efectuados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en relación a las cuotas de cotización del colectivo al que pertenece.
«Sobre todo tienes la incertidumbre de no saber lo que va a pasar, y eso que yo soy una empresa que ya está asentada, pero las tiendas pequeñas que necesitan tener uno o dos empleados... Son todo el día impuestos nuevos», lamenta. La última propuesta de Elma Saiz congela los tramos inferiores a los 14.000 euros, «pero al que facture 15.000 y tenga que pagar 200 y pico euros todos los meses, más la tasa de basuras, más la protección de riesgos laborales, más la SGAE, más la renta del local, que sigue subiendo con el IPC, no le queda nada».
Cuando se le pregunta cómo es ser autónomo, desde la experiencia que le da haberse incorporado al gremio con 26 años, es rotundo: «Siempre cuento que casi al día siguiente de nacer mis hijos estaba trabajando, que vas malo a trabajar porque si no trabajas no facturas... Al final las tiendas tienen que abrir», constata, y añade que «el que tiene empleados –como es su caso– todavía lo lleva, porque puede no ir uno o dos días», pero «un carpintero, un albañil o un pintor, si no van no cobran».
El propietario de Solera recuerda, junto a esto, que «los sueldos han subido un 3% y las cotizaciones un 40%, es todo cargar a la pequeña empresa y al autónomo». Y al hilo de esto afea que «la idea es que los autónomos paguemos los 60.000 millones que quieren sacar para las pensiones», algo que ve complicado porque «cada vez somos menos en Castilla y León, somos una de las comunidades que más ha perdido, y ayuda ninguna».
Pagar sin tener «más prestaciones»
«Encima es pagar pero no para tener más prestaciones, porque solo el 30% de los autónomos que por desgracia tienen que cerrar su actividad cobran el paro, según los últimos estudios, después de llevar alguno 50 años trabajando», critica, un problema que «sobre todo se da en los mayores». Entre las trabas menciona además «los nuevos sistemas de facturación, que suponen un coste, para que Hacienda le llegue directamente. El agua y la luz sigue subiendo, las cotizaciones de los empleados siguen subiendo, y al final llega un momento que no da».
¿La consecuencia? «Muchos que yo conozco están teniendo que dejar su trabajo y ponerse como empleados, porque dicen 'por lo menos cobro todos los meses, hago mis horas y me voy a mi casa, en lugar de estar trabajando quince horas diarias'», concluye Jaime Curiel.
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