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Los Santos Pilarica se inventa el 'CarnaHalloween'
Centenares de vecinos participan en el desfile dos días después de aplazar el pasacalles por la lluvia y festejan la noche de los muertos con una charanga
Mitad Carnaval y mitad Halloween. Una simbiosis perfecta para el 2 de noviembre. Es el 'CarnaHalloween' y su origen está en el barrio de Los ... Santos Pilarica. Allí, al parecer sin quererlo, ha surgido una nueva celebración después de ver lo que albergaron sus calles durante el atardecer. Un evento único que mezcla los disfraces lúgubres de la noche de los muertos con una charanga que te obligaba a mover el cuerpo. ¿Dónde se ha visto bailar el 'Todos los días sale el sol, chipirón' con un cuchillo ensangrentado en la cabeza? Pues, en Los Santos Pilarica.
Así que con esa premisa, el barrio ha salidio a sus calles para disfrutar de lo que no pudieron hacer la noche de Halloween. La lluvia aplazó el evento para desarrollarse dos días después, con cielos despejados, y con centenares de personas, la mayoría niños, concentrados en el parque Galileo Galilei. Los disfraces eran de todos los estilos. Desde vampiros, fantasmas, brujas, Jokers... hasta los perros iban de calabaza. Así que desde ese punto se inició un pasacalles custodiado por la Policía Municipal para dar color de 'CarnaHalloween' a vías como el paseo Juan Carlos I. Y todo ello al ritmo de la charanga Sonido Ibérico de Íscar.
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Mientras los 'muertos vivientes' surcaban el barrio para poner en práctica el truco o trato, la banda te trasladaba a los Sanfermines o te tocaba una de más actualidad con 'Si antes te hubiera conocido' de Karol G. Así que por mucho que uno se hubiera pintado la cara con heridas de 25 puntos de sutura, uno iba cantando 'Seguramente, estarías bailando esta conmigo, no como amigos, ey'.
Ha sido un día familiar y de involucrar a sus vecinos con el pasacalles. Y, además, este año, con la novedad de implicar a comunidades de vecinos con un concurso de diseño tétrico de parcelas. Y había horas de trabajo en la misma. Alrededor de una decena participaron para dar más colorido al evento. Era el caso de Almudena Castro y Patricia Martínez, encargadas de montar el cementerio con lápidas en uno de los bloques de la calle Cometa. En la puerta, varias niñas removían una marmita repleta de gominolas devorada instantes después por los jóvenes participantes como si se tratase de la pócima de Panoramix. «Hemos estado una hora y media para decorarlo», apuntaron las creadoras.
Los siguientes escenarios fueron los de la calle Vía Láctea, donde, en esta ocasión, esos cementerios estaban construidos sobre tierra. Con la noche, Halloween ganó más espectacularidad para cerrar un día diferente de fiesta y unión en el barrio. Eso sí, para evitar nuevos aplazamientos de eventos, lanzaron un mensaje reivindicativo. «No tenemos ningún espacio cubierto para celebrar estos actos si llueve», ha agregado la tesorera de la asociación, Esther Martín.
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