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Una vendedora entrega las flores a una clienta a la puerta del cementerio de El Carmen. R. Gómez

Con los Santos se despide el 'veranillo' y se anuncian precipitaciones antes del fin de semana

A partir del domingo las temperatura caerán hasta los cinco grados bajo cero

J. Sanz

Valladolid

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Miércoles, 1 de noviembre 2017

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Con el comienzo de noviembre se anuncia un cambio en el tiempo. En el día de Los Santos se han mantenido las buenas temperaturas, con el mercurio superando los veinte grados, un registro atípico para la época, en la que lo habitual son hasta seis grados menos, pero ya el jueves el pronóstico anuncia precipitaciones y frío.

Así que el día festivo ha registrado «una mañana y un inicio de la tarde más que agradable, con máximas que alcanzarron los 22 o 23 grados y sin precipitaciones, aunque los cielos comenzaron a cubrirse de nubes aúltima hora de la tarde» para dar paso a las primeras precipitaciones de noviembre a partir de mañana y al frío tres días después, según resume el jefe de Predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Jesús Gordaliza.

Las lluvias previstas para los próximos tres días, sin embargo, apenas aliviarán la pertinaz sequía que arrastra la capital, que acumula a estas alturas del año un alarmante déficit de precipitaciones del 56%, con 144,6 litros por metros cuadrado recogidos hasta el 30 de octubre, cuando lo normal, solo eso, son 328 en esos diez meses. Y todo ello después de cerrar octubre y septiembre como los meses más secos en su conjunto desde que existen datos fiables (1970) con tan solo 4,8 litros caídos en esos 61 días –lo habitual son 86–.

La entrada de una borrasca procedente del atlántico, que romperá temporalmente el bloqueo anticiclónico que está detrás del impropio inicio del otoño, comenzará a notarse a partir de esta misma tarde y «dejará tres jornadas consecutivas con mucha nubosidad, en las que pueden registrarse chubascos dispersos e intermitentes que solo dejarán entre cinco y diez litros por metros cuadrados hasta el sábado».

La lluvia, un espejismo

De manera que sí, lloverá, y falta hace, pero apenas variará el acuciante déficit hídrico de los últimos meses. Tanto es así que el propio meteorólogo de la Aemet apunta a que el paso de la borrasca solo será un «espejismo», ya que «a partir del domingo volveremos a la situación de bloqueo anticiclónico y todo apunta a que no tendremos lluvias significativas durante la primera quincena de noviembre». Las que sí cambiarán, y de manera notable, serán las temperaturas, «que caerán de forma más que significativa a partir del mismo domingo y que lo harán aún más desde el lunes, cuando están previstas las primeras heladas fuertes durante, al menos, tres días», añade Jesús Gordaliza. Las mínimas, de hecho, llegarán a rondas los cinco grados bajo cero al inicio de la próxima semana, con máximas de entre diez y doce grados.

Nada que ver, vamos, con lo vivido en octubre, «uno de los más calurosos de la historia –a falta de los registros oficiales–» y que ya dejó una máxima histórica, de 31,3 grados el día 5, la mayor registrada en la capital desde el siglo XIX. El mercurio, de hecho, se mantuvo por encima de los 25 grados durante más de la mitad del mes pasado, con tres días superando los 30.

La ausencia de precipitaciones, claro, se nota en los cauces de los tres ríos que riegan la ciudad y especialmente en un Pisuerga que acumula ya cuatro meses consecutivos con caudales mínimos históricos por debajo de los diez metros cúbicos por segundo. Se trata de la cuarta peor serie del último medio siglo, solo por detrás de las vividas durante los años 1986, 1982 y 1987, cuando fueron seis los meses con registros de caudales similares a los actuales.

Los tres ríos, bajo mínimos

El principal río de la ciudad llegó a arrastrar tan solo 4,61 metros cúbicos por segundo en agosto y 6,17 en octubre –su cuarta peor marca para este mes desde 1969–. La mínima histórica, eso sí, se registró aquel lejano 1969 con un caudal de 1,82, según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y el Ministerio de Medio Ambiente.

El Duero, en paralelo, apenas ronda estos días los diez metros cúbicos por segundo –con un mínimo de 1,23 registrado en octubre– antes de llegar a Puente Duero y el Esgueva se encuentra entre unos paupérrimos 0,19 y 0,65 metros cúbicos por segundo.

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