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Un operario trocea el tronco en el jardín de la colegiata. M. E. M.
El riesgo de caída obliga a talar un pino de la colegiata, pendiente de su apertura al público

El riesgo de caída obliga a talar un pino de la colegiata, pendiente de su apertura al público

Arzobispado y Ayuntamiento estudian permitir el uso de este jardín, por el que se entraría al Museo de la Catedral

J. Asua

VALLADOLID

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Jueves, 1 de enero 1970

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El riesgo de caída de un pino de gran porte en el jardín de la antigua colegiata contigua a la Catedral de Valladolid ha llevado al Arzobispado a talar el ejemplar para evitar males mayores. Los trabajos tuvieron lugar ayer, después de recibir la autorización del Ayuntamiento para proceder a esta intervención. La copa del árbol estaba muy inclinada hacia la plaza de la Universidad, con el consiguiente peligro de accidente para los viandantes en el caso de que una racha de viento derribara el pino o provocara la caída de alguna de sus ramas.

Ayuntamiento y Arzobispado mantienen conversaciones para abrir a la ciudad este espacio con el objetivo de que el rincón pueda ser disfrutado por todos los vallisoletanos y que se convierta, al mismo tiempo, en la nueva entrada al Museo Diocesano y Catedralicio.

En 2016, la autoridad eclesial local presentó un proyecto para construir un nuevo edificio de cristal en este rectángulo para ampliar el espacio expositivo y que actuara, también, como punto de acceso. Pero esa idea decayó. Desde el Consistorio se consideraba que un volumen de nueva planta en este enclave podría generar un impacto visual muy negativo en un entorno histórico en el que descansan los restos de la colegiata medieval que Pedro Ansúrez, fundador de la ciudad, ordenó construir y cuyos pilares se rememoran con los cipreses que adornan el lugar. Ahora se trata de abrirlo al público. El concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, asegura que en los próximos días se mantendrá una nueva reunión para tratar el asunto. Entre las opciones que se barajan, está la de calificarlo como espacio privado de uso público. El acuerdo, en caso de prosperar, como todo apunta, conllevaría mantenerlo cerrado durante la noche, como ya sucede con otros parques como el Campo Grande, para evitar actos de vandalismo.

Para el Cabildo de la Catedral la apertura de esta nueva entrada permitiría contar con un acceso independiente al museo y evitaría un tránsito de visitantes por el interior del templo cuando se celebren cultos en dirección a las dependencias dedicadas a la exposición, que se pretenden reorganizar para poner en valor las piezas que alberga. El Museo Diocesano y Catedralicio fue inaugurado en 1965 gracias al impulso del entonces arzobispo José García Goldáraz. En once capillas funerarias se exponen más de 450 piezas entre esculturas, pinturas, orfebrería, marfiles y ornamentos, procedentes en su mayoría del patrimonio de la seo y de parroquias extinguidas de la provincia. Entre las más importantes, destacan el 'Ecce Homo' de Gregorio Fernández y la Custodia de Juan de Arfe.

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