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Los operarios trabajan en la reparación de la fuga en la calle Linares.

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Los operarios trabajan en la reparación de la fuga en la calle Linares. J. Sanz

Un reventón anega dos locales y deja 15 horas sin agua dos calles de La Rondilla en Valladolid

«El agua salía a borbotones y no dábamos abasto, pero fue bonito ver cómo los vecinos salían a ayudar», destacan los afectados

J. Sanz

Valladolid

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Sábado, 4 de julio 2020

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Los últimos clientes terminaron sus consumiciones al filo de las diez de la noche y abandonaron el bar de Javi cuando uno de ellos regresó corriendo y advirtió al hostelero de la que se le iba a venir encima. «Entró corriendo, me dijo que el agua estaba saliendo a borbotones de la calzada y que me preparara porque se me iba a meter el agua», recuerda el dueño del bar Tokay, situado en el número 22 de la calle Linares, cuyo interior enseguida se anegó a de agua, al igual que una cochera colindante y el siguiente negocio, la carnicería Rosa, situado en la esquina con la calle Moradas. Eran las 22:08 horas del viernes y un reventón de una vieja tubería de fibrocemento provocó una riada de agua en este cruce de calles de La Rondilla.

«El agua salía entre las baldosas de la acera y levantaba las arquetas», relatan los testigos de una fuga que obligó a los afectados a sacar agua hasta pasada la medianoche. No estuvieron solos. «El agua salía a borbotones y no daba abasto para sacarla, pero fue bonito ver cómo un montón de vecinos bajaron y se pusieron a ayudarnos para evitar que los daños fueran mayores», relataba este sábado por la mañana el hostelero, aún fregona en mano, mientras los operarios de Aquavall trabajaban a las puertas de su negocio en la reparación de la fuga. La avería dejó sin suministro a los vecinos y negocios de dos amplios tramos de las calles Linares y Moradas (en torno al lugar del reventón) durante más de quince horas, hasta que la tubería afectada, de 150 milímetros de diámetro (la más pequeña de la red de suministro), fue reparada pasado el mediodía.

Los vecinos achican agua justo después del reventón del viernes por la noche.
Los vecinos achican agua justo después del reventón del viernes por la noche. El Norte

«Hemos pasado una noche muy larga», reconocía José, el carnicero afectado, «aunque lo cierto es que con la ayuda de los vecinos conseguimos que el agua solo afectara a unos pocos productos del almacén». Él pudo abrir con normalidad por la mañana. El hostelero del bar Tokay tuvo que esperar a la tarde. «Se nos metieron cinco o diez centímetros de agua hasta el fondo y ha tocado las cámaras, pero creo que no hemos tenido daños», suspiraba antes de recordar que él y los vecinos que acudieron en su ayuda estuvieron más de dos horas «sacando agua con cubos y cepillos» e, incluso, montaron una «barricada a la puerta para evitar que el agua siguiera entrando».

Los operarios repusieron al mediodía la tubería de fibrocemento y un tramo de la calle Linares estará cortado al tráfico unos días

El reventón fue detectado a las 22:08 y pasó «cerca de una hora» hasta que el tramo de la tubería afectada pudo ser localizado y cortado el suministro. «La cantidad de agua que salía era increíble», coincidieron en señalar los testigos. Eso a pesar de que el conducto era de 150 milímetros de diámetro. El tramo de la calle Linares donde se produjo, entre Moradas y Portillo de Balboa, permanecer cortado al tráfico unos días.

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