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El Puente Mayor cuenta desde este martes con un ciclocarril limitado a 30 kilómetros por hora. Henar Sastre
El Puente Mayor de Valladolid incorpora un ciclocarril como colofón a la reforma

El Puente Mayor de Valladolid incorpora un ciclocarril como colofón a la reforma

El PP critica el diseño del paso, en el que se acaban de invertir 374.686 euros, y lanza una promesa electoral de modificarlo

J. S.

Valladolid

Miércoles, 26 de septiembre 2018, 12:07

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Las obras de remodelación del Puente Mayor, que concluyeron hace una semana, cuando fueron reabiertos los dos carriles al tráfico a falta de la pintura de las marcas viales, ocultaban una última sorpresa que se desveló este martes cuando los operarios señalizaron en el carril derecho una vía preferente para ciclistas, limitada a treinta kilómetros por hora, que permitirá a los usuarios circular desde el centro hacia los barrios situados al otro lado de la avenida de Salamanca (La Victoria y Huerta del Rey), aunque solo en este sentido ante la imposibilidad física de habilitar un carril bici por las dimensiones de las aceras.

Las labores de pintado tanto del nuevo ciclocarril como de las líneas discontinuas de la calzada y de los pasos de peatones coincidieron con la visita al puente del presidente del grupo municipal del Partido Popular, José Antonio Martínez Bermejo, quien calificó la remodelación como un «mal arreglo» y anticipó que su partido modificará el diseño a partir de las próximas elecciones, en mayor de 2019, «si antes no lo corrige el tripartito de Puente, desde la responsabilidad del próximo gobierno municipal». Lanzó así una propuesta electoral desde un puente en el que se acaban de invertir 374.686 euros para llevar a cabo una remodelación que, a su juicio, «no gusta» a nadie.

El líder de la oposición apuntó a que el firme de caucho «no es el apropiado por un 'efecto muelle' que hace peligrar el paso de peatones con movilidad reducida y por presentar ya grietas –los obreros acaban de minimizar los botes fijando la capa de caucho a las chapas con 250 tornillos en la acera de la izquierda–»; además de asegurar que los vecinos consideran que «la valla interior no ofrece suficiente seguridad a los peatones al no ofrecer mucha resistencia en caso de colisión». Eso al margen de referirse a una estética (en el conjunto del firme, la valla interior y las farolas) «poco apropiada para el puente más antiguo de la ciudad (siglo XI)».

A falta de la barandilla

Y a todo ello contestó ayer el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, quien defendió el conjunto de la intervención como «una obra razonable» en la que se trataba de «responder a una queja reiterada de los vecinos por el mal estado de las aceras después de más de veinte años sin intervenciones, en los que el Partido Popular, que ahora promete una obra mucho mejor, no hizo nada».

El edil incidió en que el firme de caucho es el más adecuado «para absorber los movimientos del puente», afirmó que la barandilla interior responde a la «legalidad para garantizar la seguridad de los peatones» y reiteró que la nueva distribución de las farolas (de un punto de luz) es «más efectiva». Las anteriores, aclaró, se retiraron «debido a que corrían el riesgo de partirse». Saravia, por último, recordó que la barandilla exterior «será reparada por los propios operarios municipales en octubre».

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