Valladolid

Víctor Hugo Martín anima a que las fiestas de Villabrágima sirvan para estrechar lazos

Ante cientos de vecinos y allegados, Víctor Hugo Martín llevó a cabo una emotiva y sincera declaración de pertenencia y afecto hacia el pueblo de sus ancestros, porque, «aunque nací en Valladolid, de aquí eran mis abuelos y bisabuelos, mi padre y mi madre», asegurando que «de aquí parten mis primeros recuerdos, esos lazos que nos entretejen y nos hacen ser personas». Poco a poco, el pregonero, hijo del etnógrafo y cronista local Modesto Martín Cebrián, realizó un regreso a su vida trayendo al presente a sus familiares más allegados y sus vivencias en Villabrágima, con mención de numerosas personas, lugares, tiendas y bares, porque «aquí he pasado los momentos más felices de mi infancia y juventud». Fue el momento también de ensalzar a los vecinos de «un pueblo de gente sencilla y generosa, pero también apasionada, audaz, trabajadora y llena de iniciativa».

El pregonero también acertó a decir que la memoria colectiva «nos construye como pueblo», haciendo ver a los vecinos que la ilusión y esfuerzo volcada en La Noche de las Antorchas con la recreación de la llegada de los Comuneros al pueblo «estáis creando nuevos recuerdos para nuestras hijas e hijos». En este sentido se sintió parte del pueblo para confesar que «también en mi vida profesional, muchas veces sin saberlo, he mostrado retazos y formas de ver nuestras cosas», recordando que su primer fotolibro nació de un herbario encontrado en el desván de una casa del pueblo, de cómo la fascinación por el paisaje nocturno descubierto en Villabrágima está reflejado en algunas fotos de la serie «El interior» y cómo dio lugar al proyecto «Llevando la luz». Fue el momento en el que el pregonero regaló una preciosa fotografía de gran tamaño de un paisaje nocturno del pueblo.

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No dejó Víctor Hugo Martín de hacer un alegato a favor de la implicación de los vecinos, «porque es juntándonos cómo podemos llegar a entendernos», asegurando que «a pesar de nuestra ideología o nuestras creencias, es obligado que, entre todos, saquemos adelante las cosas que, como comunidad, necesitamos». Pero para sacar adelante todo lo que preocupa a los vecinos «hay que hablar, escucharnos y sentirnos parte. Ser honestos en los planteamientos y ser capaces de reconocer nuestras equivocaciones o los aciertos de los otros», según manifestó el pregonero, quien señaló que «si somos capaces de respetar y respetarnos, aunque seamos distintos y no pensemos igual unos y otros, estaremos preparados para abrir caminos y hacer mejor a nuestro pueblo, que para eso es nuestro».

Al final del pregón el joven director de fotografía animó a que las fiestas, con sus tradiciones, sean «una oportunidad para estrechar lazos, conocernos y entendernos. Porque ese vivir el pueblo y su comunidad es lo que te hace ser chivarro o chivarra», para desear que «Villabrágima se llene estos días de alegría e ilusiones compartidas».

Tras el pregón tuvo lugar en la plaza Mayor, ante cientos de vecinos y visitantes, el desfile de peñas, que un año más hicieron una gran demostración de vistosidad y originalidad. El concurso y degustación de limonadas pusieron fin a la jornada junto a la macrodisco Éxtasis, que tuvo lugar en la gran carpa que este año por primera vez se ha instalado detrás de la iglesia de San Ginés para acoger las actividades nocturnas. El programa de hoy viernes, víspera de la festividad de la Santa Cruz, contempla una sesión matinal con paseo con minibueyes y atracciones infantiles gratuitas, antes de que al mediodía haya una comida de convivencia cuya recaudación irá destinada a la Asociación Española contra el Cáncer. Por la tarde, el gran protagonismo lo tendrá la séptima edición de del Toro y Vaca del Cajón, que tanto éxito ha tenido en ediciones anteriores. La noche será para los fuegos artificiales y la orquesta Cubo disco móvil Non-Stop.