Traspinedo: aquella aldea de origen monacal y pinariega
Trayectoria. Traspinedo pasó de ser una donación a la Abadía de Retuerta o del Monasterio de San Andrés de Valvení a ser regida por la Orden de Santiago y alcanzar su independencia señorial en el siglo XVIII
Con el mar de fondo de la Tierra de Pinares que, al sur, extiende su oleaje de verdes agujas hacia la provincia de Segovia –a cuya diócesis perteneció en tiempos pretéritos–, su situación entre los montes del Valcorba acentúa la imagen de bahía pinariega. Su nombre lo constata: Traspinedo, detrás del pinedo.
De la villa, próxima al Duero –línea defensiva en la Alta Edad Media–, existe una primera documentación en la que se relata su donación, en 1163, al Monasterio de Retuerta –cercano a la localidad–.
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Se trata de la primera abadía premostrantense fundada en la Península. En el límite de esa centuria, en 1199, Sancho Rodríguez donaba este lugar a otro monasterio, al de de San Andrés de Valvení, pasando al año siguiente al Señorío de Rodríguez de Lara.
Andando en el tiempo, un siglo después, su dominio lo ejercía la infanta doña Violante, quien cedió la villa a la Orden de Santiago.
Respecto al apóstol, reseñar que su huella, o la de su devoción peregrina en el pueblo, hoy aparece reflejada en los soportales del municipio donde se observa un escudo con los atributos de la peregrinación santiaguesa: cordón, bordón, calabaza y conchas marinas.
Los citados soportales son, posiblemente, los más antiguos de la comunidad. Están construidos de pies derechos de madera, originales del siglo XIX.
En el siglo XIV, Traspinedo se integraba en las tierras de Valladolid, vinculándose después –según el Becerro de Behetrías– al señorío del abad de Palazuelos, al de Valladolid, y al de Ruy González de Castañeda y Juana de Castañeda, mujer de Juan Rodríguez de Sandoval.
En 1511 la villa y su fortaleza –pues podría haber tenido castillo– eran del Señorío de Diego de Zúñiga; poseyendo sus rentas y alcabalas el duque de Béjar, en 1534.
Es en el siglo XVI cuando se produce una notable reducción de la población, mientras que en el presente esta situación es completamente la contraria, aumentado de forma muy notable en estas tres últimas décadas hasta alcanzar los 1.149 vecinos, incrementándose estos en 367 en ese margen temporal y con una proyección ascendente.
Fechas clave
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Siglo XIV: En 1327 su dominio lo ejercía la infanta doña Violante, quien cedió la vi
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1753: En el siglo XVI Traspinedo pertenecía a la Tierra de Peñafiel y a la diócesis de Segovia. En 1753 el rey Felipe V le concede el privilegio de tener su propia jurisdicción, señorío y vasallaje. Terminaba aquella centuria alcanza la dignidad de Villa de Realengo.
El auge de la localidad lo apuntalan documentos históricos, como el aparecido en el Diccionario Madoz cuando, a mediados del siglo XIX, hablaba «de 80 casas con 322 almas» en el pueblo.
Retornando al XVI, Traspinedo pertenecía a la tierra de Peñafiel y a la Diócesis de Segovia, experimentado en el siglo XVIII un desarrollo notable de su industria.
En 1753, el Rey Felipe V le concede el privilegio de tener su propia jurisdicción, señorío y vasallaje, lo que eleva a la localidad dentro del área y terminaba aquella centuria alcanzando la dignidad de Villa de Realengo.