Torreñas que dejan huella
Las mujeres de Torrelobatón organizan un acto para poner en valor a las vecinas que han dejado huella en la historia más reciente del pueblo
Las mujeres del Aula de Cultura de Torrelobatón, acompañadas de los niños del colegio Padre Hoyos y de las participantes en los grupos de la tercera edad, se reunieron este miércoles en la plaza mayor para hacer un recorrido por el pueblo para poner en valor a muchas mujeres que han dejado huella en el municipio durante los siglos XIX y XX.
Así, por ejemplo, se ha rendido homenaje a Modesta Garrapucho, que era la encargada de avisar con la esquila a todo el pueblo, cuando había algún fallecido. También a Quintina, que vivió a finales del siglo XIX y principios del XX y era la encargada de cuidar la ermita del Cristo de las Angustias y de encender las lamparillas, o Eustasia Muelas y María Temprano, dos célebres curanderas que quitaban clavos y otras dolencias. También a Balbina Cerrón, que falleció en 2006 y dirigía todas las funciones teatrales que se celebraban en Torrelobatón. También a Rosario Pompa, nacida en 1894 cuyos merengues y pirulís eran famosos en toda la comarca, o las hermanas Asunción y Purificación Delgado, que amenizaban todos los eventos con la pandereta, las castañuelas o la botella de anís; Dionisia Olivar, dueña de la posada, Elena Caballero que hacía colchones y curaba dolencias y Antonia Bueno que dio clases a muchas generaciones de Torreños, también tuvieron su especial recuerdo.
Además de todas estas mujeres que dejaron huella en el pasado, se rindió homenaje a Saturnina San José y Eugenia Alonso, que velan por el buen funcionamiento de la parroquia y dan la catequesis a los niños de forma totalmente desinteresada.