Tordehumos llora la muerte de Eudiviges Calvo Mozo

Los vecinos de Tordehumos lloran el fallecimiento, el pasado miércoles a los 99 años en una residencia de Villanubla, de Eudiviges Calvo Mozo, una de sus vecinas más longevas y queridas. Una mujer que desde pequeña le gustó escribir y que durante años era habitual que se publicaran algunos de sus poemas en los programas de fiestas. «Mientras recogía la legumbre en verano, se me ocurrió hacer una poesía y la titulé A mi pueblo», le gustaba recordar. También en las dos revistas locales de La Zarcica y Fuente Picoña se podían leer sus creaciones.

Su pueblo natal la mostró su cariño poniendo su nombre a la asociación de madres y padres de alumnos. «Cuando me lo dijeron me enfadé mucho, me dio mal rato. ¡Qué voy a ser ilustre, si no soy nada!», le transmitió en su momento al técnico ahumado de la Fundación Siglo para el Turismo y las Artes de Castilla y León, Gustavo Hernández. «Así era ella, sencilla, paisana, cercana, amiga, siempre amable y risueña», recuerda. Viges, como se la conocía en el pueblo, fue también la protagonista en el año 2000 de un emotivo homenaje. Su trayectoria poética la hizo merecedora en el año 2009 del premio 'Un diez para diez' en la modalidad de literatura.

Gustavo Hernández recuerda también que, junto a su hermano, tuvo una tienda que «todo el pueblo la recuerda por la tienda de Viges, una de esas tiendas de pueblo que tenían de todo, en la que se compraba a granel, y en la que nos regalaba un puñado de cacahuetes». «Era una mujer muy amante de su pueblo, de las tradiciones, de las letras sencillas, de las historias cotidianas, de su gente y de sus cosas».