La Seca: «Voluntad de velar por el patrimonio»

Es evidente que cuándo el nombre de La Seca se asocia a los afamados vinos verdejos que colman los paladares de los amantes del vino, traspasando fronteras. Es nuestro mayor y mejor patrimonio, en este caso inmaterial. Aun así, no podemos obviar la riqueza patrimonial que está ligada a nuestro pueblo. Hablamos de patrimonio religioso y monumental, patrimonio de arquitectura civil, y no quiero dejar pasar la oportunidad para mencionar del patrimonio paisajístico de nuestro entorno de viñedos.

Un patrimonio, el religioso en algunos casos y el civil, que también tiene sus vínculos con el vino. En las épocas de mayor bonanza vinculada al mercado vitivinícola, como el siglo XVIII, La Seca crece en todos los aspectos y no cabe duda que patrimonialmente también con evidentes vínculos con el Barroco propio de la época. Todo el continente y contenido de la Iglesia la Asunción permiten disfrutar de joyas de imaginería, pintura, sillería u orfebrería, sin olvidarnos del magnífico órgano que data de 1792 y que es de dimensiones catedralicias y exquisita sonoridad.

En el patrimonio civil destaca la Casa Consistorial, con traza de planos del prestigioso arquitecto Ventura Rodríguez, también de finales del XVIII.

Un patrimonio que está en nuestras manos, y que debemos preservar que llegue en las mejores condiciones a las futuras generaciones y evitar que se repitan desastres que en nuestro pueblo marcaron la autoestima colectiva en los años 60 con la caída de un cuerpo de la torre de la Iglesia. Otro evento desastroso de aquella época fue el incendio que destruyó buena parte de la Casa Consistorial. También se ha perdido el Hospital,. En cambio, hay que resaltar que en esta etapa actual de sensibilización colectiva, nos encontramos con nuevos mecenazgos, nuevamente vinculados a la bonanza económica que reporta la vitivinicultura, y así se ha recuperado la Iglesia de la Orden Tercera por parte de un bodeguero local, que una vez secularizada tendrá otras finalidades de índole más cultural , turística y festiva.

En todo caso, no quiero dejar de agradecer a todas las personas que a lo largo de la historia han puesto su conocimiento, afición, dedicación y voluntad en velar por el cuidado y mantenimiento de este patrimonio que nos pertenece y nos representa como una huella imborrable en el tiempo.