La Seca: los acordes barrocos más completos de la provincia de Valladolid 

Enclavada en el corazón de la Denominación de Origen Rueda (DO Rueda), La Seca, además de ser cuna de verdejo (es el municipio con mayor extensión de viñedo de toda la Comunidad), también es cuna de músicos, tal es así que puede presumir de poseer el órgano barroco más grande y completo de la provincia de Valladolid. Sus acordes han inundado de notas melódicas a generaciones enteras que desde hace más de una década acuden todos los veranos a la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción (edificio del siglo XVI de estilo renacentista) para disfrutar de los ya tradiciones conciertos de órgano barroco.

Este magistral instrumento, restaurado en el año 2002 por la Junta de Castilla y León y la Asociación Cultural del municipio, fue construido por el organero, Antonio Ruiz Martínez entre 1790-92 con el claro objetivo de renovar la organería castellana. Con una altura de 7,50 metros, 5,81m de anchura y 1,60 de profundidad, su estilo Neoclásico hace que sea uno de los tesoros más precios del municipio. A parte de este órgano, el templo también atesora una pintura que muestra a San Juan Bautista bautizando a Cristo que pertenece a Luis Gil Ranz, discípulo de Francisco de Goya. Esta joya, como aseguran los vecinos, permanecía hasta el 2014 en la sacristía del inmueble sacro, lugar en el que también se conserva una cajonería y bancos de cuarterones con remates rococós datados en 1782, que protegen las imágenes de el Cristo crucificado (1500) y la Virgen de La Pera, una escultura de madera policromada realizada por Alejo de Bahía hacia 1500. 

Además de estos bienes patrimoniales, La Seca, posee tres ermitas, pero sin duda alguna la más impresionante es la ermita del Cristo del Humilladero, de estilo barroco y emplazada en las proximidades del cementerio que destaca por su monumental fachada, objeto de estudio arquitectónico por su singularidad.

Otra parada obligada es el Ayuntamiento, un edificio datado en el último tercio del siglo XVIII y obra de Ventura Rodríguez, arquitecto de la Basílica del Pilar de Zaragoza y del convento de los Agustinos Filipinos de Valladolid. Este edificio, que ha sufrido diversas restauraciones fue protagonista en la contienda con los franceses en la Guerra de la Independencia, ya que las tropas francesas se alojaron en su interior en diciembre de 1808. Los escudos de las familias ilustres diseminados por diversos caserones, algunos de ellos habitados, y una red subterránea de bodegas completan la melodía patrimonial de esta localidad poseedora de tradiciones ancestrales.