Los pueblos de Valladolid vuelven a los bares
Alivio para los hosteleros y desconcierto entre los alcaldes ante el permiso sorpresa para abrir los locales de hostelería
Alivio en los hosteleros y clientes y total desconcierto en los alcaldes del medio rural vallisoletano ante la orden del Ministerio de Sanidad, publicada y efectiva desde este jueves, que flexibiliza la desescalada en todos los municipios de menos de 10.001 vecinos y con una densidad de población inferior a 100 habitantes por kilómetro cuadrado, estén en la fase que estén.
La norma no solo elimina las franjas horarias de las salidas ciudadanas en esos pueblos –como se había anunciado– sino que, por sorpresa, permite reabrir bares y restaurantes. Es decir, que los hosteleros de las localidades en fase 0 ya pueden atender en el interior de sus locales y las terrazas, y los de núcleos en fase 1, que hasta ahora solo podían tener mesas fuera, también pueden servir dentro.
Los criterios demográficos hacen que la orden sea de aplicación a todos los municipios de la provincia excepto quince: Aldeamayor de San Martín, Arroyo de la Encomienda, Boecillo, Íscar, La Cistérniga, Laguna de Duero, Medina del Campo, Pedrajas de San Esteban, Renedo de Esgueva, Santovenia de Pisuerga, Simancas, Tudela de Duero, Viana de Cega, Zaratán y Valladolid capital.
En el resto, bares y restaurantes podrán retomar su actividad con restricciones. Para empezar, un máximo del 40% del aforo en los locales y el 50% en la terraza; los clientes deberán estar sentados en mesas o agrupaciones de mesas separadas por una distancia de seguridad de dos metros, y no se admite el autoservicio en barra por parte de los usuarios, que sí podrán acudir al local a encargar comida y bebida para llevar. Los establecimientos deberán evitar cartas o menús de uso compartido y extremar la desinfección, entre otras medidas.
Llamamiento a la prudencia
El presidente de la Diputación, Conrado Íscar, es tajante: «Seguimos con improvisaciones que no hacen más que generar revuelo y mucha preocupación entre los alcaldes, que ven cómo este verano probablemente se vean desbordados de gente y no tenemos unas medidas conjuntas, ni medios, ni capacidad». Ve «muy complicada» la situación, ya que «hemos pasado de 0 a 100 en nada», y hace un llamamiento a la prudencia, además de pedir «ayuda para afrontar lo que está por venir».
Coronavirus en Castilla y León
Carlos Martínez, de Villalbarba, fue uno de los primeros regidores en movilizarse y consultar. «No hay un criterio claro. Es surrealista», se quejaba. «El Gobierno nos está volviendo locos con la desescalada. Ha tomado la decisión de manera unilateral y lo lógico es que hubiera avisado con antelación para que los hosteleros se preparasen. Una vez más, los alcaldes somos los grandes olvidados. No había costado nada enviarnos una comunicación», sentencia.
En Torrelobatón, más de lo mismo. Su alcaldesa, Natividad Casares, acogió las novedades del BOE con desconcierto. «Publican sin más explicaciones. No sabemos bien cómo interpretarlo», decía. En este municipio de unos 400 vecinos en fase 0 hay dos bares. Los Castillos, regentado por Raquel Domínguez, arrancará el martes. «Estoy deseando trabajar. Llevamos muchas semanas sin ingresos y ha sido una gran alegría saber que podré abrir también el local. Si solo fuera la terraza no abriría», indica. Kiko de Paz, del mesón El Rincón de Daniel, es más cauteloso. «Prefiero esperar a la fase 2. Esta normativa solo nos permite trabajar a medias», informa.
Seguridad frente a ocio
En Gallegos de Hornija (fase 1) disfrutan de la terraza del bar Juan Carlos desde hace días y tanto su gerente, Juan Carlos Martín, como el regidor, Álvaro Correjes, son partidarios de continuar así. «Mientras la climatología nos lo permita intentaremos seguir funcionando solo con la terraza. Nos parece lo más seguro», afirman.
Misma prudencia en Matilla de los Caños. Al alcalde, Juan Antonio Gallego, le da «mucho miedo abrir, sobre todo por si se nos llena de gente de fuera». Se lo plantearán una vez se pase a la fase 1. «Nuestra población es mayor y está asustada y quiero que estén tranquilos. Para mí lo más importante es su seguridad». Lo mismo ocurre en Bobadilla del Campo y La Seca, donde han decidido esperar por idéntico motivo.
«No se puede cambiar de criterio cada día y menos sin pasar de fase. Esta situación es complicada, pero es que desde arriba la están complicando más todavía con decretos de un día para otro», critica el regidor de Traspinedo, Javier Fernández. De ahí que los nueve hosteleros del municipio hayan decidido esperar unos días.
Frente a esto Emiliana Centeno, regidora de Mucientes, afirmaba que los dos bares operarán este fin de semana. «Tenían todo preparado para el cambio de fase del lunes», destacó. También lo hará al menos uno en Ataquines, y el resto «deja la apertura para el próximo», según el alcalde, Héctor Arroyo. El municipio no cobra por ocupar la vía pública, por lo que «pueden poner la terraza siempre que quieran y hemos decidido que los bares de la Plaza Mayor puedan hacerlo en el centro para que tengan más espacio». En La Parrilla se podrá disfrutar de otros dos, mientras que en Portillo solo uno de los catorce negocios levantará la persiana.
En Tordesillas están «contentos con la flexibilización», según el alcalde, Miguel Ángel Oliveira. El sector servicios es uno de los motores de la villa y la medida «aliviará en algún modo estos meses de confinamiento». Lo mismo ha ocurrido en Valdestillas, donde «el Ayuntamiento ha facilitado gel, mascarillas y guantes a los hosteleros», indica el regidor, Alberto Sanz, que augura que será «un revulsivo económico».
Mientras que en Quintanilla de Onésimo los bares abrirán hoy casi todos, en Peñafiel el inicio de la actividad no va a ser tan inmediato y generalizado, pendientes de abastecerse de género, acondicionar los locales y, en algunos casos, rematar pequeñas obras. De ahí que a la dueña del bar Los Cisnes, Ana Sofía Silva, le haya cogido esta situación reacondicionando su local, aunque acoge el adelanto con optimismo. También Justa de la Fuente, del bar Café Torero, estaba satisfecha «de que esto vaya para adelante», aunque reconocía la incertidumbre de que «no sabes cómo van a funcionar las cosas».
Esguevillas, Mayorga y Alaejos, «satisfechos» por continuar en una fase 1 menos rígida
Mayorga, Esguevillas de Esgueva, Alaejos y los municipios que dependen de sus respectivas zonas básicas de salud no entrarán el lunes en la fase 2. Pero la flexibilización horaria invita a sus alcaldes a mostrarse satisfechos con el mantenimiento en la etapa actual.
Para el alcalde de Mayorga, Alberto Magdaleno, al no entrar en la fase 2 «salimos ganando» en la movilidad en la provincia, que la teníamos restringida a la zona básica, y los bares van a poder dar servicio como si estuvieran en fase 2. No da así importancia a las medidas que iban a mejorar, salvo que instalaciones deportivas como las pistas de pádel o la de tenis seguirán cerradas, informa Miguel García.
Para su homólogo en Alaejos, Carlos Mangas, «será igual que si estuviéramos en fase 2 ya que los bares podrán ampliar las terrazas y se podrá hacer uso de los comedores del restaurante». Pero una de sus preocupaciones es la movilidad, ya que «ahora la gente de otros municipios y de la ciudad pondrán venir al pueblo para ver a los familiares, por lo que espero y pido que se cumplan las medidas de seguridad como las distancias sociales y el uso de la mascarilla para no retroceder en lo conseguido», informa Patricia González.
En la misma línea se pronuncia la alcaldesa de Esguevillas de Esgueva, Rosana Alba, cuya zona básica de salud tampoco pasará a fase 2. «Ahora solicitamos a esos familiares que residen fuera que extremen la precaución y nos ayuden a proteger a los mayores que residen en el municipio». De ahí que la noticia la acogiera ayer con «cierto alivio», informa Agapito Ojosnegros. «Creo que es mejor así», porque de esta forma ganan «un poco más de tiempo para seguir protegiendo a las personas mayores». «La verdad es que no me ha parecido mal. Si hemos llegado hasta aquí hay que seguir haciéndolo bien, y las prisas no tienen sentido», concluyó.
El desconcierto era la tónica asimismo en la zona norte de la provincia. En Mayorga el hotel Madrileño abrirá hoy el bar y el restaurante, pero por ahora no dará servicio de alojamiento. Con todo una de las cocineras y responsables, Almudena Sixto, expresaba que albergan grandes expectativas «por ir cada vez a más y regresar a la normalidad».
La misma sensación de dudas se ha vivido en Rioseco. Alberto Gutiérrez, del bar La Fragua de Vulcano, confesaba que «el cambio nos ha pillado desprevenidos». El bar El Chalet, solo con servicio de barra al aire libre y terraza, sí que dio servicio ayer mismo. Otros establecimientos operarán a lo largo del fin de semana, al menos en el exterior.
Información elaborada con textos de Laura Negro, Patricia gonzález, Sofía Fernández, Miguel G. Marbán y Agapito Ojosnegros