Medina del Campo convierte su Plaza Mayor en un gimnasio de crossfit
Un total de 36 participantes han llevado a cabo una exhibición de este deporte que tanta aceptación tiene hoy en día
Multitud de barras y de pesas, máquinas para hacer remo y esquí, bicicletas, kettlebells y balones medicinales han despertado la curiosidad de varios medinenses en ... la mañana de este sábado 24 de agosto en la Plaza Mayor de la Hispanidad . Y, junto a ellos, un total de treinta y seis participantes que lo han dado todo para demostrar al público en qué consiste uno de sus mayores hobbies.
Medina del Campo se encuentra sumergida en las prefiestas que darán paso a las Ferias de San Antolín; y hoy ha sido el turno del deporte. A partir de las 10.00 horas, el epicentro de la localidad se ha convertido en un auténtico gimnasio de crossfit, de la mano de Spartan Box Medina. Sus coach, Alex Santaella y Blanca Montes han trasladado sus clases a la plaza de la villa para «demostrar la cantidad de ejercicios que hay y sus adaptaciones para todo el mundo», explica Santaella.
A lo largo de una hora, sus treinta y seis alumnos, de entre 16 y 50 años, han realizado un entrenamiento muy habitual para ellos, pero impactante para todo aquel que se acerca a verles. Después de un calentamiento colectivo, ha llegado el turno de comenzar con el wod (workout of the day). En equipos de cuatro personas los atletas han ido pasando por varias estaciones donde les esperaban ejercicios de todo tipo. «Tenemos alguna enfocada a endurance, que es más de cardio. Luego tenemos otras de bodyweight, en el que se trabaja con tu peso corporal, y otras centradas en la halterofilia», comenta Montes.
Con esta exhibición, los coachs querían quitarse uno de los mayores estigmas. Realizar este tipo de deporte «no solo es dar vueltas a una rueda», puntúa Blanca. «El crossfit está basado en un entrenamiento funcional cuyo objetivo es mejorar las capacidades de la persona en todos sus ámbitos. No está centrado en la estética sino en la salud», indica Santaella. «Mejora tanto la agilidad como la coordinación, como la autoestima en ti mismo, que eso es fundamental», añade Montes.
Y es que para realizarlo no es necesario disponer de una cualidad específica, tan solo hacen falta «ganas, paciencia y constancia», señala Alex. «Las cosas no siempre salen a la primera, pero al final a base de ser constante se acaban sacando todos los ejercicios», manifiesta Santaella.
Además, se trata de un entrenamiento que puede realizarlo cualquier tipo de perfil, «pasando por lesiones, problemas de salud, mujeres embarazadas o que acaban de dar a luz», asegura Montes. En su caso, comenzó a practicarlo en 2019 después de sufrir una rotura de rodilla. «Estaba bastante fastidiada, estuve mucho tiempo sin poder hacer nada y todos los fisioterapeutas me decían que tenía que ganar masa muscular», comenta. Varias personas de su círculo cercano hacían crossfit a menudo y decidió probar. Casi cinco años más tarde, y después de una buena experiencia, se ha formado en ello y ahora da clases en Spartan Box Medina.
Una profesión que comparte junto a Santaella; su pareja. Alex en cambio ya lleva diez años entrenando. «Se me dio bien desde el principio, me gustó, comencé a interesarme en ello y me empecé a formar para dar clases», menciona. Tras dos años, abrió su propio negocio; aunque no fue en Medina del Campo. «Montamos un box en Palencia. Aquí ya había uno, no era tan conocido y no tenía tanto público», comenta. En la provincia vecina aún no disponían de uno, y Alex vio una gran oportunidad. Después de varios años, en 2019 decidió trasladar el gimnasio a la Villa de las Ferias y arrancar con un «proyecto más ambicioso» en el que no solo ofrecería a sus clientes las clases de crossfit, sino también musculación y otro tipo de actividades.
Su idea es seguir «creciendo» mientras la gente «se siga motivando». Aunque eso es difícil que se pierda en su negocio, pues el ambiente que se respira «es maravilloso», puntúa Montes. «La gente al principio va con miedo de no socializar, de no ser tan bueno como los que ya llevan muchos años, pero allí las personas te demuestran que te van a apoyar tengas el nivel que tengas», añade. «Es muy familiar, cuando uno mejora los demás se alegran; se apoyan unos a otro», comenta Santaella. Incluso se llegan a crear vínculos, grupos, buenas amistades y pequeñas familias que incitan a ir con ganas a entrenar.
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