Mayorga promociona la fiesta de El Vítor con fotografías de gran tamaño en sus calles
Pertenecen al reportaje con el que el fotógrafo Juan José González, natural de Benavente, se hizo con el Lux de Oro hace tres años
Todo aquel que en los próximos días se acerque a Mayorga para asistir a sus fiestas patronales en honor a Santo Toribio de Mogrovejo podrá disfrutar además de una singular exposición al aire libre formada por trece fotografías gigantes –en lonas– de la Procesión Cívica de El Vítor, que se han colgado en las fachadas de distintos edificios situados en el trayecto que, cada 27 de septiembre por la noche, recorren los pellejos ardiendo para recordar la lejana noche de 1752 en el que volvió al pueblo la segunda reliquia del santo patrón.
Las fotografías, impresas en medidas de seis a ochos metros cuadrados, pertenecen al reportaje sobre la centenaria tradición mayorgana con el que el fotógrafo benaventano Juan José González Vega logró en 2019 el Lux de Oro en la categoría de reportaje documental «por la novedad, la magia de la noche que trasmite, la intensidad del momento, la atemporalidad», según se expresó en la ceremonia de entrega de los premios, celebrada en el Museu del Disseny de Barcelona.
Fue entonces cuando el alcalde mayorgano, Alberto Magdaleno, contactó con Juan José González para llevar a cabo el proyecto, pero la llegada de la pandemia paralizó todo.
Tiempo indeterminado
Así, el Ayuntamiento ha llevado a cabo este año a cabo la iniciativa de la impresión de las lonas que se pretenden dejar durante un periodo indefinido «con el objetivo de promocionar El Vítor», según afirmó el regidor, quien hizo ver que «El Vítor es una tradición de calle en una fecha determinada». «Ahora con la exposición inundamos las calles con El Vitor más allá del 27 de septiembre», añadió.
El alcalde contactó con el artista tras obtener el galardón para llevar a cabo el proyecto, pero la pandemia lo paralizó
Concretamente, las gigantescas instantáneas han sido colocadas en las fachadas del Museo del Pan, la ermita de Santo Toribio, la céntrica torre de la iglesia de El Salvador, la iglesia de Santa María del Mercado y de otros tantos edificios por los que cada año pasa El Vítor junto a los cientos de pellejos ardiendo, que van dejando manchas de pez en el suelo con cada nueva procesión, que ahora podrán guiar al visitante para disfrutar de las fotografías en una singular ruta.
Enseñar a los más pequeños
Las fotos recogen momentos de la mágica noche del 27 de septiembre, como el del veterano mayorgano Mateo Fernández, que durante más de cuatro décadas, con su característico paraguas, ha abierto la Procesión Cívica de El Vítor junto a los niños con el fin de iniciarles de forma altruista en la tradición al enseñarles a quemar el pellejo, a saber llevar el varal o a cantar la canción de El Vítor.
Fernández mostró su orgullo y emoción al verse en la fotografía que se ha instalado en un lugar tan importante como la calle Derecha, en la fachada de la histórica discoteca Dayni –en la esquina de Cuatro Cantones–, por donde entra la procesión a la plaza España, antes de que cientos de pellejos se sitúen en el centro de la plaza de toros, El Vítor suba al balcón del Ayuntamiento y se prenda un vistoso castillo de fuegos artificiales, que finaliza con el descubrimiento de la imagen del santo. Es un momento de gran emoción en el que los mayorganos, con sus varales, se ponen de rodillas, muchos abrazados, y cantan el himno a Santo Toribio, antes de que la procesión continúe.