Íscar, sobrecogido por la muerte de David Magdaleno en la Feria Flamenca

De nada sirvieron los primeros auxilios de sus amigos por tratar de ayudarle a respirar y aunque los servicios médicos de urgencia del centro de salud comarcal a los que se dio aviso desplazándose de inmediato al lugar, poco pudieron hacer pese a practicarle las oportunas maniobras para tratar de salvar su vida salvo certificar su fallecimiento.

La presencia de los servicios médicos, sendas ambulancias (SVB y UVI) y la Guardia Civil hizo despertar la curiosidad de las muchas personas que en ese momento abarrotaban la carpa o se encontraban como el fallecido en sus grupos cenando o charlando, así como a los miembros de la directiva de la Asociación Cultural Entre trancos y volantes, organizadora de la feria flamenca, quienes sin duda, al igual que la familia y amigos, vivieron uno de los peores momentos por los que cualquier persona pueda pasar.

Pero además con la tesitura de cómo solventar la situación de la mejor manera, que tras valorar y consensuar, llevó a la determinación de suspender totalmente todas las actividades previstas, incluidas las programadas para hoy, domingo. Asociación de la que además David era veterano socio, con la que participaba y colaboraba. Así durante años fue normal verle cabalgar sobre su caballo ataviado de indumentaria medieval, dado que era un experimentado jinete, en la Feria Medieval Maestro y aprendiz y en la cabalgata de Reyes Magos, además de participando en encierros camperos.

Nacido y criado en Íscar, en el barrio situado entre Las Caleras y el Humilladero, habría cumplido 51 años en septiembre, casado y padre de un niño de 14 años, era trabajador del sector del metal en una empresa de la cercana localidad segoviana de Vallelado, tras haber trabajado durante años en otra de construcciones metálicas de Íscar. Era el benjamín de los cuatro hijos que tuvieron el matrimonio formado Dionisio Magdaleno 'Jarrillas', apodo familiar por el que también se le conocía al fallecido, y Pilar Benito. Hermanos, dos de ellos residentes en Íscar, que quedaron sobrecogidos cuando recibieron la noticia y de inmediato se desplazaron hasta el lugar donde no daban crédito a lo sucedido arropados por familiares y amigos.

Las muestras de pesar y condolencias a sus familiares, tras el anuncio de la suspensión total de la feria por el colectivo organizador a través de sus redes sociales («La directiva de ACETYV ha tomado la decisión de suspender la romería por el fallecimiento de un socio. Nos unimos al dolor de la familia y les mandamos nuestro máximo apoyo desde la asociación») se han ido sucediendo por los más diversos medios desde primeras horas de la madrugada tanto por parte de personas particulares, como de colectivos y especialmente por los grupos musicales que deberían haber animado esta hasta su final el domingo por la tarde, así como del propio regidor, José Andrés Sanz, quien manifestó su tristeza por la circunstancias de su muerte, el ser una persona querida y colaboradora. «Es una pena porque era joven y tenía toda la vida por delante».

En la mañana de hoy la zona de celebración que debería haber sido nuevamente un hervidero de gentío permanecía un tanto desolada y las únicas personas que allí se dejaban ver eran quienes estaban procediendo a recoger las pequeñas carpas diseminadas por el pinar que sirvieron de refugio y reunión durante la jornada sabatina y los responsables del establecimiento hostelero que gestionó el bar de la carpa principal, así como técnicos de luces y sonido que igualmente se afanaban en recoger todos los acopios e infraestructura.

El cuerpo del fallecido fue trasladado pasada la medianoche del sábado hasta el Instituto de Medicina Legal de la capital vallisoletana para practicarle la autopsia, –que determinará la causa del fallecimiento, pues se apunta como otra hipótesis que hubiera sido un aneurisma–. Está siendo velado desde la tarde de este domingo en el tanatorio de Íscar, en una despedida previa al funeral que tendrá lugar este lunes, 6 de mayo.